Cuando uno se entera que los venezolanos venden sus posesiones para poder abandonar su país y aun peor lee que una señora asiste los domingos a vender la ropa de su bebé con síndrome de Down para poder darle leche se le resquiebra el corazón.
Vivo una especie de Déjà vu al ver la tragedia venezolana. Recuerdo como mi familia tuvo que dejarlo todo, recuerdo que mi abuela borró la sonrisa de su rostro por siempre. Y recuerdo la bella infancia que pasé en mi Camagüey añorado. A la vez agradezco a este país el habernos acogido.
El ser agradecido es una de esas virtudes que ponen traje de gala en hombres y mujeres. Es el atributo de los que llevan el alma en la mano y el corazón al frente. Y ese precisamente, quiero que sea el tema de hoy en estas palabras que, espero, reflejen fielmente la forma de pensar y soñar del yo profundo que cargo en la piel.
Y para entrar en tema sin mayor dilación, quiero decir GRACIAS, todo en mayúscula y bien alto y claro a Colombia, su gobierno y su querido y sufrido pueblo.
Colombia en los últimos años, ha pasado de ser una nación al borde de convertirse en un estado fallido, a ser uno de los logros más importantes de la política exterior de Estados Unidos gracias a políticas como el Acuerdo de Promoción Comercial, considerándose hoy como un próspero líder regional, estable y ejemplo a seguir. La Colombia de hoy es muy diferente a la Colombia de hace 20 años, y el hemisferio occidental es aún mejor por ello.
Como copresidente del Comité Parlamentario a favor de Colombia, en un reciente artículo publicado en el diario Nuevo Herald, el congresista Mario Díaz-Balart resalta estos logros que han llevado a Colombia a ocupar una posición líder en nuestra América, enfrentando los ataques de la narco-guerrilla impulsada por Cuba y Venezuela que han tratado por todos los medios de destruir los avances del presidente Iván Duque en ese proceso.
El gobierno, y por ende el pueblo colombiano, ha sufrido un altísimo costo y sacrificio al combatir a los carteles de la droga aliados a los terroristas violentos del ELN y las FARC. Al enfrentar agresivamente a los grupos terroristas y narcotraficantes, a el entonces presidente Alvaro Uribe, en asociación con los Estados Unidos, había puesto a Colombia camino a la prosperidad, paz y estabilidad.
Por otra parte, Colombia ha respondido con extraordinaria compasión ante la crisis humanitaria planteada por la dictadura inhumana de Venezuela, habiendo recibido a más de un millón y medio de venezolanos que han tenido que salir de su país escapando del régimen y el colapso económico.
El Presidente Duque acuso a Nicolas Maduro de encabezar una brutal dictadura que respalda, arma y protege a narcotraficantes, convirtiéndose en una amenaza comparable con los Talibanes. Por mucho tiempo, dijo Duque, en Venezuela se ha dado protección a grupos criminales y terroristas colombianos a los que se les ha concedido santuario y armas con la capacidad de organizarse logísticamente.
El presidente colombiano, quien participó en la Asamblea General de Naciones Unidas, dijo en Miami, que Maduro ofrece a las FARC y al ELN un respaldo que justifica la adopción de sanciones más duras contra su régimen tras la activación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, indicando que es necesario que las naciones a través de la ONU investiguen las atrocidades que Maduro está cometiendo y que se incremente la presión para poner fin a la tragedia que aflige a Venezuela.
Por otra parte, el presidente colombiano indicó que hay que ponerle fin a una dictadura que esta auspiciando terroristas y generando la más grave crisis migratoria que haya visto América Latina en su historia reciente, resaltando que América Latina se quedó dormida al timón y es culpable de inacción ante la crisis venezolana y hoy esta padeciendo en carne propia las consecuencias al ver cómo millones de venezolanos abandonan sus hogares para probar suerte en países vecinos.
Duque ha resaltado que la comunidad internacional está llegando a la conclusión de que la situación solo comenzará a mejorar cuando el Maduro salga del poder, y es por ello que hoy existe la mayor coalición de países nunca antes vista dispuesta a actuar contra el régimen madurista.
La coalición a la que se refiere Duque tiene hoy a más de 50 países reconociendo al presidente Juan Guaidó y a la asamblea y con ese elemento han venido las sanciones contra el régimen y el cerco diplomático. La coalición, con objetivos coincidentes con los de Guaidó busca la salida de Maduro, la formación de un gobierno de transición y elecciones libres. Esa coalición, dijo Duque, coincidió en arreciar el cerco diplomático y las sanciones hasta alcanzar el objetivo.
Gracias Colombia, gracias presidente Duque por mostrar la gallardía necesaria en momentos que nos faltan lideres como usted. No es solo su pueblo, sino todos los que sufren y aspiran a ser hombres y mujeres de bien, los que hoy le mostramos agradecimiento. No es fácil tomar el papel de ser ejemplo, y mucho menos de lograrlo, pero eso es lo que hoy ha alcanzado Colombia.
Ojalá ese mar de exiliados venezolanos que ahora vive en Colombia entienda con el tiempo y agradezca el gesto del país cafetero que también está sufriendo o como cantó nuestra Celia Cruz: “Por si acaso no regreso/ Yo me llevo tu bandera/ Lamentando que mis ojos/ Liberada no te vieran”.
Y compartiremos todos un mismo sentimiento.
Quevedo es periodista cubano. Trabajó en radio, televisión y tuvo su propio periódico ‘La Voz Hispana’. Para comunicarse con Quevedo: marioquevedo1@aol.com