WASHINGTON — Él dijo que ella es una política de tercera. Ella dijo que él estaba sufriendo una crisis.
Y con ello, el presidente Donald Trump y la líder de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi pusieron fin a su más reciente encuentro en la Casa Blanca, el cual culminó abruptamente.
La práctica se ha convertido en un ritual, en el que Trump y los líderes del Congreso se reúnen de manera oficial, pero la sesión se convierte en un intercambio de insultos y sobrenombres. Sólo que esta vez, con el trasfondo de una investigación de juicio político, Pelosi no sólo se presentó como la líder del partido opositor, sino como la presidenta de la Cámara de Representantes que podría determinar el futuro político de Trump.
El gobierno convocó a la cúpula legislativa para discutir la situación en Siria. La cámara baja recién había votado 354-60 para oponerse al retiro de tropas estadounidenses anunciado por el presidente, un inusual reproche bipartidista. La medida de Trump le ha permitido al ejército de Turquía iniciar su ofensiva contra los kurdos sirios que habían sido aliados de Estados Unidos durante la prolongada guerra en el país.
Trump inició la reunión jactándose de su “enérgica” carta al presidente turco Recep Erdogan, según un demócrata con conocimiento del encuentro y a quien se le otorgó el anonimato a fin de poder revelar detalles. En la misiva, Trump le advirtió al líder turco, con signos de exclamación, que no “masacrara” kurdos. La persona dijo que el escrito de Trump fue un prolongado y extravagante monólogo.
Pelosi mencionó la votación en la cámara baja y el senador demócrata Chuck Schumer comenzó a recordarle al presidente una declaración del exsecretario de Defensa James Mattis sobre la necesidad de mantener a las tropas en Siria para evitar el resurgimiento del grupo Estado Islámico.
Pero Trump interrumpió a Schumer, quejándose de que Mattis era “el general más sobrevalorado del mundo. ¿Saben por qué? No era lo suficientemente duro”, continuó Trump. “Yo derroté a ISIS”.
Pelosi le explicó a Trump que Rusia siempre ha querido tener presencia en Medio Oriente y ahora la tiene con el retiro de Estados Unidos, según un alto asistente demócrata a quien también se le otorgó el anonimato.
“Con usted todos los caminos llevan a Putin”, dijo la presidenta de la cámara baja.
Y entonces todo comenzó.
Trump le dijo a Pelosi: “Odio a ISIS más que usted”.
Pelosi respondió: “No puede saber eso”.
En un momento Schumer intervino y declaró: “¿Su plan es depender de los sirios y los turcos?”
Trump respondió: “Nuestro plan es mantener al pueblo estadounidense a salvo”.
Pelosi dijo: “Ese no es un plan. Es un objetivo”.
Trump volteó hacia Pelosi y se quejó sobre la “línea roja” que el presidente Barack Obama trazó sobre Siria antes de añadir: “En mi opinión, usted es una política de tercera”.
En ese momento, el gentil representante Steny Hoyer, líder de la mayoría en la cámara baja, interrumpió: “Eso no es útil”.
Pelosi y Hoyer se pusieron de pie y salieron de la reunión. Mientras lo hacía, Trump arremetió una vez más: “Adiós, nos vemos en las urnas”.
Desde la entrada de la Casa Blanca, Pelosi dijo a la prensa que Trump estaba teniendo una especie de “crisis” interna. Comentó que debió salir del lugar porque Trump era incapaz de concebir la realidad de la situación.
La investigación de juicio político no salió a relucir, aclaró.
En cuestión de horas, Trump tuiteaba fotografías desde la sala. “¿Creen que les simpatizo?”, preguntó en tono burlón en una de las imágenes, en la que aparecían Pelosi y Schumer con rostro exhausto.
“La trastornada crisis de Nancy, la nerviosa”, tuiteó en otra de las fotos.
En esa imagen, se puede ver a Pelosi rodeada de líderes del Congreso y la cúpula militar alrededor de una mesa en la Casa Blanca, de pie y con un dedo levantado ante Trump.
Pelosi usó la imagen como portada en su cuenta de Twitter.