Por Associated Press
MIAMI - La Corte Suprema escuchará el martes los argumentos sobre el intento del presidente Donald Trump de cancelar el programa, y los riesgos son particularmente altos entre la generación mayor de beneficiados del programa Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).
A menudo se piensa que las personas acogidas por el DACA son estudiantes universitarios, pero a medida que ha avanzado el tiempo desde la puesta en marcha de esa política hace siete años, los beneficiarios también han aumentado de edad.
Alrededor de 18% de las 669.000 personas inscritas en el DACA ya tienen al menos 31 años. El programa protege a unas 700,000 personas, conocidas como “dreamers”, que fueron traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños o que llegaron con sus familias al país pero sus visados expiraron.
Conforme esas personas se vuelven mayores, aumenta su arraigo en Estados Unidos. Tienen hijos, carreras florecientes, hipotecas, vehículos que están pagando y otras responsabilidades financieras que vienen adosadas a la edad de treinta y tantos años. Algunos de ellos se autodenominan en broma los “Dreamers más viejos”.
“Somos mucho más que simples estudiantes, y a medida que crecemos y nos volvemos adultos, lo habitual es que las responsabilidades nos acompañen con la edad”, afirmó Karina Ruiz, de 35 años y madre de tres hijos. “Me pregunto quién va a ayudar a mis niños a hacer la tarea. ¿Quién los va a llevar al campamento de verano o a organizar sus cumpleaños? Todas esas cosas me preocupan”.
La mayoría de los vinculados con el programa y su condición legal confían en que el caso que se ventila en la Corte Suprema ponga fin a un largo periodo de indefinición legal.
A principios de la década de 2000, los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos siendo niños y educados en escuelas estadounidenses con la visión estadounidense exigieron una solución legislativa a su complicada situación.
Mientras tanto un inmigrante mexicano que lucha contra el intento del presidente Donald Trump de poner fin a un programa que protege a los jóvenes de la deportación dice que está nervioso pero también esperanzado ahora que el caso será por fin escuchado en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Martín Batalla Vidal es el demandante principal en uno de los casos para preservar el DACA, que fue aprobado por el expresidente Barack Obama. El joven mexicano ha visto su nombre en documentos legales desde 2016, cuando por primera vez interpuso una demanda en Nueva York para preservar este alivio migratorio.
Tras el intento de eliminación del DACA creció la presión en el Congreso para aprobar el DREAM Act, un proyecto de ley cuyo objetivo es proteger a jóvenes inmigrantes vulnerables a la deportación. Los que se oponen a la iniciativa aseguran que sirve para premiar a gente que ha infringido la ley, promueve la inmigración ilegal y perjudica a los trabajadores estadounidenses.
Trump ordenó el final del DACA en 2017 pero las cortes federales en distintos estados, incluido Nueva York debido a la demanda de Batalla Vidal, impidieron que el presidente pudiera eliminarlo de forma inmediata.
Las protecciones se mantienen al menos hasta que la Corte Suprema emita su decisión, que probablemente se dará en 2020. Participantes del programa pueden ahora renovar su estatus, pero no se aceptan nuevos solicitantes.