TAMPA — Los marcos antiguos se alinean en un fondo de pátina descolorida, mientras que las pesadas cortinas de terciopelo ofrecen un sabor a medianoche, incluso en pleno día. La madera oscura y el ladrillo a la vista dan un ambiente de bar clandestino, ya que las lámparas antiguas y una colección de obras de arte recuperadas cuelgan por todas partes.
El espacio podría evocar Nueva Orleans, Savannah o el Viejo San Juan, Puerto Rico. Pero esto es Tampa, en las afueras de Ybor City.
La Setima, un nuevo bar de vinos y restaurante del equipo detrás de Jug & Bottle Dept., abrirá en 1724 N Nebraska Ave. Aunque el nombre y la decoración ofrecen un guiño nostálgico al pasado del vecindario, el menú y el tema general apuntar al futuro.
Vinos de mínima o baja intervención y una carta basada en vegetaless serán los platos fuertes de La Setima. El bar lleva el nombre de los letreros de las calles históricas, y en ocasiones controvertidas de Ybor, donde la palabra española para “séptimo”, “septima”, se replicó sin la “p” (un guiño al coloquialismo local, nacido en el barrio. de inmigrantes españoles, cubanos e italianos).
Cuando abra, La Setima será uno de los primeros bares en Tampa en enfocarse exclusivamente en vinos naturales, uniéndose a lugares como Bayou Bodega, en Davis Islands, y CellarMasters e In Between Days en St. Petersburg como el último negocio en abrir al mercado de tendencia floreciente.
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Ryan Fouche sirviendo una copa de vino en La Setima, en Tampa.
Los propietarios Aaron Schaub, Coral Carrasquillo y Ryan Fouche son veteranos de la industria hotelera local. Fouche y Schaub son socios en Jug & Bottle Dept., una popular tienda de vinos y cervezas artesanales en el vecindario Seminole Heights de Tampa. Carrasquillo trabajó en Cigar City Brewing Co. antes de unirse a Schaub and Fouche en Jug & Bottle, donde comenzó el servicio de suscripción de botellas de vino de la tienda.
La idea del nuevo bar surgió después de que el equipo notara un cambio significativo en lo que pedían los bebedores de vino y un mayor interés en los vinos naturales o “naturales”.
Aunque es difícil de definir, los vinos naturales suelen ser vinos elaborados con una intervención humana mínima: uvas que se cultivan orgánicamente sin pesticidas, sin aditivos como levaduras producidas en laboratorio y con poco o ningún derivado de azufre. Si bien la escena del vino natural en el área de la Bahía de Tampa aún es joven, la tendencia ha ganado tanto fervor a nivel nacional que las botellas que alguna vez fueron extravagantes y oscuras ahora son la corriente principal.
Los fanáticos de los vinos los reconocen cuando los ven: botellas con ilustraciones llamativas y etiquetas coloridas. Pero hay muchos productores que elaboran vinos de mínima intervención que nunca se han etiquetado o anunciado como tales, y los bebedores pueden tener dificultades para diferenciar entre botellas. Romper esas barreras y abordar la educación del vino con una actitud menos sofocante y más accesible es parte del plan en La Sétima.
“Queríamos desmitificar el vino para la gente”, dijo Carrasquillo. “Queríamos vino para gente como nosotros”.
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Aaron Schaub prendiendo una vela en un candelero en el nuevo sitio de vinos La Setima .
Para comenzar, el bar contará con aproximadamente 12 vinos de botella y de seis a ocho por copa. Carrasquillo dijo que ampliarán la lista a medida que crezca el negocio. Debido a la disponibilidad y existencias limitadas de ciertos vinos más difíciles de obtener, se espera que el menú rote con frecuencia.
Abrir un bar en Ybor no siempre fue el plan, pero el trío ahora dice que el vecindario es perfecto para su negocio.
“Al crecer en Tampa, siempre me ha encantado la historia de Ybor City”, dijo Carrasquillo.
Si bien el área ha tenido sus altibajos a lo largo de los años, el equipo confía en la última ronda de intentos de revitalización para allanar el camino para el futuro del vecindario. Imaginan La Setima como parte de ese esfuerzo, un lugar donde la gente puede pasar a tomar una copa y un refrigerio antes de un espectáculo, tal vez, o pasar más tarde en la noche para compartir una botella de vino con amigos.
El bar, que ocupa un edificio alto y blanco en la esquina de las avenidas E Seventh y Nebraska, estuvo vacío durante varios años antes de que el grupo firmara su contrato de arrendamiento en abril de 2021. El equipo consultó con la firma de diseño de interiores con sede en Tampa Ann Cox Design al decorar el lugar, y el espacio presenta una mezcolanza de obras de arte y muebles e rescatado de tiendas vintage locales y sitios de intercambio como Craigslist.
Carrasquillo, cuya familia es de Puerto Rico, dijo que gran parte de la inspiración para la decoración provino de visitar bares de allí.
“Queríamos que fuera oscuro y misterioso, pero aún cálido”, dijo.
El espacio de aproximadamente 1,200 pies cuadrados tiene capacidad para aproximadamente 45 personas y está equipado con cómodos sillones y cabinas que se alinean en una pared y una barra frente a la otra. La larga barra lacada se hizo con madera de un conjunto de puertas de escuelas de la década de 1950 y el letrero original de la calle Ybor que dice “La Setima” sirve como punto focal directamente detrás.
El chef ejecutivo David Lamb, quien pasó años trabajando en las cocinas de Nueva Orleans, supervisará el programa de alimentos. Los invitados pueden esperar un menú de platos “enfocados en el sur, a base de plantas”, dijo Fouche, quien también es socio de 3 Dot Dash, el restaurante de comida reconfortante vegana informal y rápida dentro de Jug & Bottle Dept. Aunque ambos menús son veganos, los platos en La Setima serán más elevados, dijo Fouché.
Si bien el menú aún se está finalizando, es probable que haya bocadillos como maní hervido, verduras en escabeche, bolas de boudin servidas con remoulade y pasteles de cangrejo en trozos a base de plantas.
Una vez abierta, La Setima servirá comida y vino de 5 p.m. a 12 a. m. de miércoles a domingo.
