Susan Walsh
La falsificación de registros comerciales puede resultar en una pena de hasta cuatro años de cárcel, pero no está claro si los fiscales pedirán prisión ni si el juez la impondrá.
Donald Trump ha hecho historia una vez más, pero esta vez como el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado por un delito. Un jurado de Nueva York lo encontró culpable de falsificar registros comerciales en un intento de influir ilegalmente en las elecciones de 2016 mediante pagos para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels. Este veredicto representa un momento crucial y sin precedentes en la política estadounidense.
Después de 9.5 horas de deliberación, el jurado decidió que Trump era culpable de los 34 cargos presentados. Durante la lectura del veredicto, Trump se mantuvo inmutable y cabizbajo. La condena expone a Trump a la posibilidad de una pena de prisión, lo cual añade una nueva dimensión a su campaña para regresar a la Casa Blanca de cara a las próximas elecciones.
Se espera que Trump apele el veredicto en los días venideros. El juez Juan Merchán, quien presidió el caso, decidirá en los próximos meses si Trump enfrentará una sentencia de prisión, la cual podría ser de hasta cuatro años. Sin embargo, aún no está claro si los fiscales buscarán una pena de cárcel o si el juez impondrá tal sentencia.
Aunque Trump enfrenta otras tres acusaciones graves, el caso de Nueva York es el primero que ha avanzado lo suficiente como para concluir antes de las elecciones de noviembre. La condena podría tener un impacto significativo en la percepción pública y en la dinámica electoral, aunque también podría fortalecer la narrativa de Trump acerca de ser una víctima de persecución política.