CENTRO Tampa
TAMPA — Las sonrisas de los niños que entraban al gimnasio de la escuela para recibir la clase de ballet era contagiante.
Para algunos niños era la primera clase de ballet del año escolar, para otros era la continuación de un sueño que comenzaron desde que ingresaron a estudiar la escuela Patricia J. Sullivan Partnership donde gracias a un programa del Conservatorio Patel reciben clases gratis de Ballet todas las semanas.
Esa mañana de noviembre la clase tenía un incentivo adicional. Todos los niños, 96 en total desde kínder hasta quinto grado, recibirían zapatillas de ballet gratis.
“Los estudiantes de la escuela reciben una vez al año los zapatos para bailar ballet y al fin del año sus familias pueden ver lo que han aprendido con nosotros durante una obra que presentan en mayo”, dijo Alice Santana, vicepresidenta de educación y alcance comunitario del Straz Center, el centro de artes escénicas más grande del sureste y del que hace parte el Conservatorio Patel.
Santana destacó que le encanta ver lo alegre que se ven los estudiantes cuando reciben las zapatillas. Todos en fila antes de la clase esperaban ansiosos. Una vez ingresaban al salón eran llamados por nombre y recibían una caja verde-aguamarina con un par de zapatillas negras de ballet.
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Los niños como Josh de ascendencia dominicana tambión aprenden ballet en la Escuela Patricia Sullivan gracias a una iniciativa del Patel Conservatot=ry.
“Se sienten un poco más entusiastas de participar y quieren aprender más con sus maestros porque ellos sienten que tienen el equipo necesario para poder seguir”, dijo Santana, de 33 años y padres puertorriqueños.
La escuela Patricia J. Sullivan Partnership cuenta con un 20 por ciento de los estudiantes de origen hispano y 51 por ciento afroamericano; 97 por ciento de los estudiantes de esa escuela provienen de familias de bajos recursos, de acuerdo con National Center for Education Statistics.
Los estudiantes que asisten a la escuela Sullivan son principalmente residentes del refugio para personas sin hogar de Metropolitan Ministries.
La escuela es uno de los 47 socios educativos en el Programa de Asociación de Educación Artística de Straz este año académico.
Santana destacó que todos los estudiantes de Kindergarten y primaria que asisten a la clase de ballet se benefician.
“Algunos son bien callados cuando empiezan con nosotros y al final del año son los que están bailando por todo lado. Siempre están bien alegres”, dijo Santana, quien también se identifica con los sueños artísticos de los estudiantes. Santana es mezzosoprano y en Filadelfia, donde hizo su carrera universitaria, participó en algunas obras.

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Isabel, estudiante de la Escuela Patricia Sullivan recibe contenta sus nuevas zapatillas de ballet. Para la estudiante es el segundo año de clases en esta disciplina.
Para la profesora Hannah Box, quien enseña ballet a los estudiantes en la escuela todos los viernes desde hace dos años, la entrega de zapatillas es su día favorito en el año escolar
“Darles ese regalo es muy poderoso, es algo que tienen que conservar. Es algo que es de ellos pueden usar cada semana y que agrega un elemento de magia”, dijo Box, de 24 años.
Según la profesora, los niños que reciben las zapatillas mejoran su postura cuando caminan adquieren confianza y sienten un “nivel de propiedad y seguridad”.
Para Isabel, una estudiante de 8 años, es el segundo curso de Ballet que toma. Se puso las zapatillas sin problema.
“Me gusta la clase”, dijo Isabel mostrando sus pies con los nuevos zapatos.
“Es un día muy, muy especial, ha sido maravilloso porque incluso algunos niños trajeron sus viejos zapatos (del año pasado) …ahora tienen dos pares”, agregó Box sonriendo.
Tras ponerse las zapatillas uno a uno seguía las instrucciones de Box. Algunos de los niños practicaban pasos de ballet y creían estar volando en su propio mundo.
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96 estudiantes de la escuela PAtricia Sullivan recibieron zapatillas de Ballet gracias a una iniciativa del Patel Conservatory.
Box se graduó del programa de entrenamiento de Next Generation Ballet del Conservatorio Patel y después de graduarse comenzó a enseñar mientras estaba recibiendo su título de la Universidad del Sur de Florida. Actualmente está cursando una maestría.
El tiempo de la clase pasó volando. Cuando Box anunció a sus estudiantes que era hora de quitarse las zapatillas y guardarlas en la bolsa que tenía cada nombre se escuchó un lamento: “oh no! ¿Ya se acabó la clase?”.
Box respondió: “Sí, nos vemos el próximo viernes. Todos en fila para darle paso a un nuevo grupo. Despídanse de los que hicieron posible este regalo”.
Al unísono los niños dijeron “gracias” mientras miraban a los miembros del conservatorio que estaban acomodando las cajas verde-aguamarinas en una mesa para dar zapatillas nuevas al siguiente curso de estudiantes.