Por Hernán Lugo-Galicia
Especial para CENTRO Tampa
Gracias a la protección divina en Tampa, Ian no causó mayores destrozos. Sin embargo, predominó la desorientación sobre las zonas de riesgos y los refugios porque una parte de la comunidad desatiende las alertas de las autoridades y de los medios. Es hora de cambiar de actitud y ser más consciente como ciudadanos.
Miedo, incertidumbre y dolor, es lo que sienten aquellos que perdieron todo, o casi todo, durante el paso del huracán Ian por Florida.
Rubén Petit, a pesar de estar a millas de la zona afectada en Fort Myers, tuvo que permanecer por 24 horas fuera de su casa por temor a perder su vida, junto a su familia. Sin poder cargar el celular pues el carro estaba inundado.
Vivió una angustia que sólo cesó cuando el clima cambió y pudo retornar a su vida. Ahora, ayuda a aquellos que viven la tragedia con el traslado de agua.
Petit es venezolano, asilado, y junto a un grupo de electricistas de su país, parte de ese grupo de socorristas que, sin pensar en riesgos, llegó a Fort Myers, Sarasota y Cabo Lee, para extender su mano y aportar en la reconstrucción.
Rubén Guardia relata que reemplazaron toda la línea de Pompano Beach y Venice y que han trabajado más de 15 horas para cumplir la meta de ayudar al prójimo.
Guarda, Merwin Lara, entre otros 20 venezolanos, forman parte de la brigada de electricistas que se desplazaron por Florida y ejecutan las labores de recuperación del sistema eléctrico que, por el paso de Ian, afectó a 2.600.000 usuarios; unos 11 millones de personas en todo el territorio. (Florida Power and Light, FPL)
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Brianna Renas, de 17 años, inspecciona una palmera caída afuera de su casa en Santa Barbara Blvd y SE 39th St Terrace en Cape Coral después de sobrellevar el huracán Ian con su familia el miércoles 28 de septiembre de 2022 en Cape Coral.
Saglys Sánchez relató que temía por unos primos que viven en Fort Myers y, que, a primeras horas del jueves, no podía comunicarse con ellos. Finalmente, pudo hacerlo e Iván Sánchez le dijo que estaban bien porque la zona no fue afectada pero que les asustaba lo que había pasado con unos amigos que no lograron evacuar el sitio a tiempo. “Vieron como el huracán destruyó un puente”, dijo la venezolana, residente en Tampa.
Ian deja mucha tristeza en hogares que perdieron a 110 seres queridos, pero también debe servir de lección a los residentes de Tampa.
Gracias a la protección divina sobre la ciudad, no pasó nada. Empero, es mejor prevenir que lamentar, por lo que es necesario llamar la atención de los latinos sobre la poca importancia que le dan a las alertas de las autoridades.
No es posible que, a última hora, se observe a personas tratando de saber sí vivían en zonas declaradas como rojas o de riesgo, bien por el huracán o las inundaciones.
El condado de Hillsborough cuenta con información sobre las zonas A,B,C y D, y queda claro que las tres primeras son de carácter peligroso si usted opta por salir a última hora para ir a un refugio u otro lugar del país.
A última hora, los latinos buscaban bolsas de arenas para usarlas como muros de contención y ya no se podía traer desde las playas debido al mal tiempo. La alcaldesa Jane Castor se cansó de hacer alertas, de informar sobre los sitios para la entrega de arena, de la necesidad de protegerse y de aconsejar a ir a los refugios.
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Un letrero dentro de Durant High en Plant City indica en inglés y español que el refugio del condado de Hillsborough admite mascotas mientras el área de Tampa Bay se prepara para el huracán Ian el martes 27 de septiembre de 2022.
Un total de 49 escuelas fueron habilitadas para atender a los habitantes y sólo unas 8,000 personas atendieron el consejo.
¿Y el resto?
¿Adoptaron las medidas de protección?
¿Revisaron las páginas oficiales sobre el manejo antes y después de un huracán, tormentas o cualquier otro fenómeno natural?
No es posible esa apatía, desinterés o costumbre de no ser previsivo. No es que las autoridades o los medios de comunicación pretendan ser alarmistas. No, al contrario. El fin es prevenir y eso depende, en gran parte, de una ciudadanía activa, obedientes de las normas y consciente de que lo que está en riesgo no sólo en su vida, sino de familiares, amigos y, en fin, de una ciudad, región o país.
Tal vez, si se activan para buscar en los sitios oficiales cómo obtener ayuda financiera, luego de un desastre natural, pues, lamentablemente, la viveza humana reluce en estos tiempos y pretende sacarle recursos al Estado.
¿Podrá el Estado determinar sí hay personas que puedan usar recursos sin haber sido afectados?
Espero que, a través de un seguimiento a las zonas donde residían antes de cualquier huracán, puedan evitarse cualquier estafa, ya que un buen ciudadano no debe permitir, ni actuar en detrimento de quienes sí requieren la ayuda oficial. Son miles de damnificados, según la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés)
Los Equipos de Asistencia para Sobrevivientes de Desastres (DSAT) de FEMA registran en 11 condados a los sobrevivientes que recibirán asistencia e identifican las amenazas inmediatas y emergentes. Ah, pero también advirtieron: “Esté alerta ante los estafadores y ladrones de identidad que intentan aprovecharse de los sobrevivientes. También esté atento y reporte cualquier actividad sospechosa, o cualquier cosa que simplemente no le parezca bien”.
Hernán Lugo Galicia es periodista venezolano exiliado en Estados unidos. Puede escribirle a hlugogalicia@gmail.com