José Godinez-Samperio fue traído a los EE. UU. desde México por sus padres cuando tenía 9 años. En el 2014, logró su sueño de convertirse en abogado después de que el estado enmendara la legislación para permitir que los ciudadanos no estadounidenses y los inmigrantes sin estatus legal permanente como él seguir una carrera.
Pero una nueva disposición en Florida podría cambiar eso.
“Creo que es una decisión realmente mala”, dijo Godinez-Samperio, de 37 años, quien ahora vive en la Ciudad de México pero trabaja para una firma de abogados de inmigración con sede en Estados Unidos. “Todas las contribuciones que los inmigrantes están haciendo en Florida se desperdiciarán”.
La disposición, que entrará en vigencia en noviembre del 2028 y no será retroactiva, es parte de la nueva ley de inmigración firmada por el gobernador Ron DeSantis, que se convirtió en ley el 1 de julio. La medida ya ha causado ansiedad e incertidumbre entre los inmigrantes.
João Gameiro, de 24 años, es uno de ellos.

Foto cortesía de JOÃO GAMEIRO
João Gameiro llegó con sus padres de Brasil cuando tenía 2 años. Su objetivo era estudiar derecho en la Universidad Estatal de Florida, pero ahora está considerando otras universidades fuera de Florida.
Gameiro llegó con sus padres de Brasil cuando tenía 2 años. Recientemente se graduó de la Universidad de Florida Central en Orlando con una licenciatura en ciencias políticas y relaciones internacionales. Su objetivo era estudiar derecho en la Universidad Estatal de Florida, pero ahora está considerando asistir a otras universidades, como la Facultad de Derecho de la Universidad Americana de Washington en Washington, D.C., debido a la disposición.
Gameiro comparó la disposición con una medida “medieval”.
“Quizás es una forma en que el gobierno de DeSantis quiere evitar que las personas que quisieran cambiar las leyes y las políticas de inmigración puedan hacerlo”, dijo.
Danielle Hernandez, abogada de inmigración en Ybor City, dijo que la disposición es un truco político innecesario.
“Temo la fuga de cerebros que puede generar, con candidatos viables eligiendo uno de los otros 12 estados que permiten que las personas indocumentadas ejerzan la abogacía”, dijo Hernández.
Jennifer Krell Davis, directora de comunicaciones del Colegio de Abogados de Florida, dijo que el Colegio de Abogados de Florida no tiene una posición sobre la disposición.
DeSantis, quien anunció su candidatura a la presidencia en mayo, hizo de la legislación de inmigración un tema clave en su apuesta por las primarias republicanas. La disposición derogará una ley de Florida del 2014, un esfuerzo bipartidista firmado por el exgobernador Rick Scott, ahora senador republicano de los Estados Unidos.
McKinley Lewis, portavoz de Scott, dijo que Scott continúa apoyando su legislación del 2014.
“Es injusto y cruel castigar a estos estudiantes que han trabajado arduamente para lograr los más altos niveles de éxito académico por los errores de sus padres y los fracasos de los políticos de Washington para arreglar nuestro sistema de inmigración”, dijo Lewis.
La ley del 2014 otorgó el privilegio de obtener una licencia para ejercer la abogacía dentro del estado para los inmigrantes que se encuentran bajo ciertos programas, como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), conocidos como Dreamers, y los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS).
Gaby Pacheco, directora de Advocacy de TheDream.US, una organización sin fines de lucro que ayuda a los Dreamers a graduarse de la universidad, dijo que no es ningún secreto que la nueva ley se hizo intencionalmente para generar miedo en la población inmigrante de Florida.
“A todos los estudiantes afectados, si Florida no reconoce sus esfuerzos, otros estados lo harán”, dijo. “No te desesperes; es su pérdida”.