María Gabriela “Gaby” Pacheco llegó de Ecuador a los Estados Unidos en 1993 con sus padres cuando ella tenía 8 años. Cuando la familia se instaló en Miami y comenzó una nueva vida, el viaje de Pacheco tomó un camino único: de estudiante sin estatus permanente a bien -conocido defensor de los derechos y la educación de los inmigrantes.
En el 2003, Pacheco fue una de las primeras estudiantes sin estatus permanente en ser aceptada en Miami Dade College, donde obtuvo un título asociado en enseñanza y educación infantil temprana, así como una licenciatura en educación especial.
Como defensora, ayudó a establecer el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, o DACA, una acción ejecutiva firmada en el 2012 por el presidente Barack Obama para proteger de la deportación a aquellos que fueron traídos cuando eran niños y para permitir permisos de trabajo para los llamados Dreamers. Pacheco fue beneficiario de este programa.
El 1 de noviembre, Pacheco, de 38 años, comenzó un nuevo rol de liderazgo como presidente y director ejecutivo de TheDream.US, el programa de becas más grande del país para estudiantes inmigrantes sin estatus legal permanente.
Este año, también se convirtió en ciudadana estadounidense después de casarse con un ciudadano.
El Tampa Bay Times habló recientemente con Pacheco desde Miami. Esta entrevista ha sido editada para mayor extensión.
¿Cómo imagina que sus experiencias personales darán forma a las estrategias de la organización bajo su liderazgo?
Mi historial demuestra victorias a nivel local, estatal y federal, impulsadas por conversaciones sinceras en las que he compartido mi historia para conectarme con otros. He aprendido lo poderosas que son nuestras historias y aspiro a empoderar a nuestros académicos, fomentando su autoestima y un sentido de pertenencia, para que ellos también puedan defender su camino hacia la ciudadanía plena compartiendo sus historias. Mi objetivo es capitalizar nuestros 10 años de trabajo destacando los datos convincentes y las historias de éxito de nuestros más de 3600 graduados, contrarrestando eficazmente la desinformación a través de la narración de historias.
Además, como persona altamente colaboradora, mi esperanza es trabajar con corporaciones, empresas e instituciones educativas para defender iniciativas como matrícula estatal, ayuda estatal y leyes de licencias, permitiendo a los graduados inmigrantes maximizar sus títulos.
Mi misión principal es involucrar a las principales fundaciones de todo el país, enfatizando la importancia de apoyar el acceso de los Dreamers a la educación, lo que tiene un impacto de gran alcance en las comunidades y nuestra nación.
¿Cuál cree que será la próxima frontera legislativa o social para los derechos y oportunidades de los inmigrantes en Estados Unidos?
Anticipo importantes desafíos por delante. Estados Unidos tiene una historia de temer y convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios, pero existe una necesidad urgente de modernizar nuestro sistema de inmigración. Con una población que envejece y una presión económica cada vez mayor, Estados Unidos no puede competir globalmente sin inmigrantes. Los inmigrantes contribuyen significativamente a la nación a través de impuestos, empleos y creación de empleo, productividad y poder adquisitivo.
¿Cuáles son algunos de los conceptos erróneos que encuentras a menudo sobre los inmigrantes y los Dreamers?
La creencia de que los inmigrantes son una carga para la economía, que no pagan impuestos y que quitan empleos a los ciudadanos. También existe la idea errónea de que los inmigrantes simplemente se esconden o se escabullen de la ley y podrían resolver su situación contratando a un abogado, pagando honorarios o una multa.
¿Cómo cree que las instituciones educativas pueden ser más accesibles para los estudiantes que comparten antecedentes como el suyo?
La educación ha sido una base crucial de mi éxito y creo que es algo que nadie te puede quitar. Siempre he abrazado la idea de que no es necesario esperar a que las estrellas se alineen para empezar a prepararse para el futuro. Cuando comencé en Miami Dade College, no estaba seguro de mi capacidad para trabajar, de utilizar mi título o incluso de si mi estatus migratorio cambiaría alguna vez. A pesar de esta incertidumbre, me comprometí a prepararme para lo que me esperaba.
Es esencial que no esperemos a que los Dreamers obtengan un estatus legal antes de abrirles las puertas de la educación superior.
Para hacer que las instituciones educativas sean más accesibles para los estudiantes inmigrantes, creo que las universidades deberían admitir estudiantes independientemente de su estatus migratorio. Después de un año de residencia en un estado, los estudiantes deben ser reconocidos como residentes del estado y tratados como estudiantes nacionales a efectos de matrícula e inscripción.
¿Podría compartirnos un momento crucial que fortaleció su compromiso con la promoción?
En mi último año de secundaria, comencé a compartir mi estatus de indocumentado con mi consejero universitario y mis maestros, con la esperanza de encontrar una solución. Lo que ocurrió después fue revelador. Mis compañeros de clase se me acercaron, me revelaron su estatus de indocumentados y me pidieron que, si encontraba la manera, los ayudara a llegar a la universidad. Este momento crucial me hizo darme cuenta de que tenía una responsabilidad no sólo conmigo misma sino también con mis compañeras de clase y hermanas mayores, a quienes se le negó el acceso al colegio comunitario local por no tener "el tipo de documentos correctos".
¿Cuál será su consejo para los jóvenes inmigrantes?
¡Usted no está solo! Hay personas y organizaciones como TheDream.US listas para apoyarlo en su viaje. Con determinación, trabajo duro y una comunidad que te apoye, podrás superar los obstáculos y alcanzar tus objetivos. Lo hice, y sé en mi corazón que tú también lo harás.