(EFEUSA) - Jessie Grieb, que lucha contra la adicción, terminó una caminata de 2,575 millas de norte a sur de EE.UU. y de casi un año en honor a su hermano muerto por sobredosis de opioides y para llamar la atención sobre una epidemia que en 2017 se saldó la vida de al menos 47,000 personas en el país.
Grieb, de 27 años, agradeció este domingo en su cuenta de Facebook a su madre por apoyarla en el recorrido que comenzó el 28 de julio de 2018 en Fort Kent (Maine) y culminó esta semana en Cayo Hueso (Florida).
"Ella siempre ha sido mi roca, ella me amó cuando yo no pude amarme a mi misma", escribió en un mensaje en el que aparece en una foto con su madre en Cayo Hueso durante un fin de semana de celebración tras caminar 4,100 kilómetros, jornada que comenzó cuando tuvo una recaída de su adicción.
Grieb, que también perdió a novio por una sobredosis de heroína, alcanzó este jueves el popular mojón de cemento de Cayo Hueso, que se ha popularizado como el punto más meridional del país continental y el más cercano a Cuba.
La llegada de Grieb a la meta, que se declaró "exhausta" por las altas temperaturas que rondaron los 32 grados centígrados, marcó el cuarto aniversario de la muerte de su hermano Brian por una sobredosis accidental.
"Yo sé que Brian está aún mirando hacia abajo sonriendo", expresó hoy Grieb a la vez que agradeció que su madre caminó con ella unos 3 kilómetros con ella pese a su problema de rodilla, "para honrar a su hijo".
En Estados Unidos la sobredosis relacionadas con opioides se saldaron con más de 47,000 muertes en 2017, de las cuales un 36% incluían drogas que habían sido suministradas con receta médica, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés).
Según esta agencia, la epidemia de opiáceos se ha cobrado en este país la vida de cerca de 218,000 personas en las dos últimas décadas.
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