WASHINGTON (AP) - La temporada de huracanes del Atlántico llegó temprano, pero meteorólogos de Estados Unidos pronostican que será casi normal.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) pronosticó entre nueve y 15 tormentas. Agregó que entre cuatro y ocho de ellas se convertirán en huracanes, y que entre dos y cuatro serán categoría 3 o más con vientos de 178 kilómetros por hora (111 millas por hora) o superiores.
El administrador interino de NOAA, Neil Jacobs, dijo que El Niño, un calentamiento periódico en el centro del Pacífico que altera el clima a nivel mundial, suprime la actividad de huracanes en el Atlántico, pero que otras fuerzas, incluida agua de mar más caliente que lo normal, contrarrestan ese efecto.
El año pasado se registraron 15 tormentas, ocho huracanes y dos categoría 3 o más, Florence y Michael. Esas dos tormentas grandes afectaron a Estados Unidos y entre ambas mataron a 38 personas y causaron daños por un valor de 49.000 millones de dólares. La cuenca del Atlántico promedia 12 tormentas al año, seis se convierten en huracanes y tres en huracanes categoría 3 o más.
NOAA dijo que hay 40% de probabilidades de que sea una temporada normal, 30% de que sea una temporada más débil y otro 30% de que sea más fuerte.
"Eso sigue siendo mucha actividad", dijo el meteorólogo de NOAA Gerry Bell. "Necesitas comenzar a prepararte hoy para la temporada de huracanes".
La temporada de huracanes suele comenzar el 1 de junio, pero esta semana la tormenta subtropical Andrea surgió brevemente siendo el quinto año consecutivo en que una tormenta llega en mayo o antes.
Bell dio que el pronóstico de este año tiene "factores encontrados" que se contrarrestan. El Niño provocaría cambios de vientos que pueden evitar que se formen las tormentas y se fortalezcan, pero El Niño de este año es débil, dijo Bell.
Los pronósticos de huracanes para el Atlántico se basan también en datos compilados desde 1981 por fallecido Dr. Bill Gray, pionero de la meteorología tropical, fundador de este tipo de estudios de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
La CSU trabaja con 24 universidades e instituciones nacionales e internacionales dedicadas a medición meteorológica, entre ellos, el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona (España), entre otros.
"El mejor momento para prepararse para los huracanes es cuando todavía no hay huracanes. Y las preparaciones deben realizarse sin importar si se pronostica una temporada por encima o por debajo del promedio", matizó Philip J. Klotzbach, jefe de investigaciones del Departamento de Ciencias Atmosféricas de CSU.
"Los residentes (del Caribe y de las costas estadounidense sobre el Atlántico) deben preparase para cada temporada, sin importar cuánta actividad de huracanes se haya predicho", enfatizó Klotzbach.
El equipo de CSU difundirá pronósticos actualizados el 4 de junio, 2 de julio y 6 de agosto próximos, y previsiones quincenales sobre la energía ciclónica acumulada en el Atlántico entre agosto y octubre, los meses de mayor actividad en la temporada de huracanes.
Según Klotzbach, la temporada de huracanes 2019 "exhibe características similares" a las de 1987, 1991, 2002 y 2009, que tuvieron menos huracanes que el promedio.
La CSU calcula que existe un 48 % de probabilidades de que un huracán afecte algún lugar de la costa Este de Estados Unidos (el promedio del siglo pasado era el 52 %) y un 28 % de probabilidades de que un ciclón impacte esa costa incluyendo toda la península de Florida (históricamente el 31%).
El pronóstico incluye 50 días de tormentas, 16 días de huracanes, aunque esas cifras podrían llegar a casi 60 y 25 días, respectivamente, si se tienen en cuenta las estadísticas promedio de 1981 a 2010.