WIMAUMA - En un salón que estaba lleno de estudiantes desde kindergarten y hasta 6to grado, la música celebratoria no hacía más que subrayar la importancia del momento. Y no era para menos. Se trataba del festejo y el reconocimiento a la victoria alcanzada por los alumnos de la Academia Redlands Christian Migrants Association (RCMA), ubicada en Wimauma, en el torneo US Matific Math Games.
"Es un día muy especial para nosotros", dijo visiblemente emocionado el director de la Academia RCMA, Mark Haggett. "Es un triunfo que celebramos todos".
El concurso no es nada sencillo. Se realiza a escala nacional con la participación de escuelas públicas y privadas. La iniciativa es organizada todos los años por Matific, una compañía privada y establecida en Nueva York que se especializa en el desarrollo de programas de tecnología educativa y matemática que alienta la participación de la población estudiantil en varios terrenos de acción.
En términos generales, la RCMA es una entidad ampliamente conocida y respetada por el alcance e impacto de su trabajo en la comunidad y la calidad de sus proyectos escolares. Bajo sus operaciones están más de 67 guarderías y tres escuelas chárteres para hijos de trabadores agrícolas y de origen hispano. La escuela está ubicada en 18236 US Hwy 301 S. La asistencia efectiva e inmediata llega a familias de bajos ingresos.
El director Haggett dijo que el esfuerzo es un trabajo compartido y de todo el año.
"Estos niños se merecen esto y más porque realmente han trabajado muy duro", acotó Hagget a CENTRO Tampa.
Las palabras de Haggett tienen mucho sentido. Y es que por segundo año consecutivo la Academia RCMA ganó el primer lugar en una competencia que mide las destrezas de los alumnos en matemática y su capacidad para resolver problemas de cálculo a través de juegos interactivos y plataformas conectadas a la Internet.
Gracias al esfuerzo y entrega de los niños que se metieron de lleno en el concurso, la Academia RCMA se hizo acreedora a un suculento cheque de $3,000 dólares y a una serie de becas para utilizar las plataformas de Matific sin costo alguno. El cheque fue entregado personalmente por Lawrence Korchnak, vicepresidente de Matific.
Korchnak destacó el logro de los estudiantes de la Academia RCMA y el hecho de que por segundo año consecutivo este centro de estudios se consolida como un referente educativo de gran importancia dentro y fuera de la Florida. Todo ello sin contar que se trata de una población estudiantil que quizás no cuenta con las facilidades de otros colegios con más recursos y comodidades.
Los estudiantes son, en su gran mayoría, hijos de padres que trabajan en el campo y deben cubrir horarios que incluyen los fines de semana. Sin embargo la Academia RCMA ha sobresalido desde que abrió sus puertas gracias al respaldo de donaciones privadas que canaliza el RCMA y a la buena reputación que han ido consolidando por su educación seria y consistente. La escuela ofrece clases y programas alternativos que se dictan en agenda abierta y en el horario de 3pm a 5pm.
Korchnack dijo que las metas alcanzadas por los niños de Wimauma son un modelo para otros alumnos.
"Lo que ha logrado esta Academia con una nueva victoria es realmente sorprendente y maravilloso. Estos niños, esta comunidad, es toda una inspiración para jóvenes estudiantes alrededor del mundo, particularmente para las comunidades latinas en otras partes", sostuvo Korchnack.
La gran mayoría de los niños de la Academia RCMA son bilingües y siempre están dispuestos a experimentar con situaciones nuevas. La Academia está ubicada en el centro de un poblado donde viven aproximadamente 73% de hispanos. Su población está compuesta en su mayoría por trabajadores agrícolas y migrantes, una reserva de indios americanos y familias de recursos limitados.
Este fue precisamente uno de los aspectos más meritorios que priorizó Korchnak al hacer uso de la palabra durante la entrega de los premios.
"Es absolutamente meritorio porque también ganaron en el 2018", dijo Korchnak. "Todo esto dice mucho de sus metas y del compromiso de sus profesores para que sus estudiantes sean los mejores en lo que se proponen".
El festejo por la victoria de hace unos días contagió por igual al estudiantes, profesores y personal adminstrativo. Todos cantaban y sonreían al ritmo de temas que los propios niños seguían a voz en cuello y hasta se animban a dar pequeños pasos de baile.
Uno de los alumnos que recibió su medalla a la calidad fue Melany Antonio, de seis años. También saltó de alegría con su medalla en mano, Ariana Cuéllar, de 5 años, y Navella Oblak, de la misma edad. Otros pequeños que recibieron las felicitaciones de sus maestros fueron Eviel Sosa, de cinco, y Bryana Nava, de ocho años. En total más de 40 niños destacaron en el concurso de matemática.
Feliz de la vida, Nava hizo la señal de la victoria cuando recibió su medalla y un fuerte abrazo de Korchnak, quien viajó directamente desde Nueva York para ser parte de la ceremonia de premiación.
"¡Ganamos!", dijo Nava mientras observaba con detenimiento su medalla y otros compañeritos de su salón la festejaban como toda una estrella.
A unos pasos de la pequeña Nava, la maestra de matemáticas de 3er grado, Mandy Johnson, alentaba a sus alumnos. Johnson dijo que la victoria de sus alumnos es producto del esfuerzo y la dedicación.
"Los niños trabajan muy duro y tienen gran motivación. Por eso me encanta enseñar a esta población estudiantil, en la que todos son hispanos. Vienen a la escuela todos los días y con ganas de estudiar", indicó Johnson. "Para eso están nuestros programas".
En su agenda de trabajo la organización RCMA ofrece ayuda de cuidado y desarrollo infantil. Los programas de la entidad tratan de evitar el abandono escolar debido a la falta de medios y al constante desplazamiento laboral de los padres de los alumnos.
Johnson dijo que la victoria en Matific los alienta a continuar esforzándose día a día.
"Este año fueron $3,000 y el año pasado fueron $15,000. Así que usted puede imaginarse la alegría que sentimos", puntualizó Johnson.
Agregó que los fondos que han recaudado se utilizarán en la construcción de un pequeño coliseo (cerrado y bajo techo) para que los niños puedan realizar sus actividades deportivas, reuniones y eventos especiales sin preocuparse de las inclemencias del tiempo.
"Será un lugar donde los niños podrán jugar en la sombra y no estar bajo el sol todo el tiempo", precisó Johnson. "Esperamos que sea muy pronto".
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