LAS VEGAS (AP) — Lucy Flores, la dirigente que acusó a Joe Biden de besarla inapropiadamente en un evento de campaña de 2014, es una mujer con una historia muy dura que se abrió camino en el Partido Demócrata y viene denunciando, hace tiempo, el sexismo y el acoso en la política nacional.
Flores no terminó la secundaria, en la adolescencia se involucró con pandillas y estuvo presa antes de recibirse de abogada y servir dos términos en la Asamblea estatal de Nevada. Pero no siempre ganó ya que se postuló sin éxito a vicegobernadora de Nevada y representante.
Ahora Flores está en el candelero tras haber dicho que el exvicepresidente Biden la toqueteó inapropiadamente. Su denuncia enfocó nuevamente la atención sobre el comportamiento cariñoso de Biden hacia los demás y planteó el interrogante de si está a tono con los patrones actuales en la política.
Flores dirige una empresa periodística orientada a los hispanos en Los Ángeles. Recientemente declaró que quiso llamar la atención a un comportamiento de Biden que, a veces, no cae bien, pero que tiende a ser considerado algo intrascendente.
Señaló que hay videos y fotos que demuestran el comportamiento de Biden hacia las mujeres y añadió que "el que me crean o no a esta altura es irrelevante".
En un comunicado Biden dijo que jamás se propasó intencionalmente con una mujer a lo largo de su carrera.
"Si alguien dice que lo hice, escucharé atentamente", manifestó Biden en el comunicado. "Hemos llegado a un momento importante en el que las mujeres sienten que pueden y deben relatar sus experiencias, y los hombres deben prestar atención. Y yo lo haré", precisó el comunicado.
El incidente con Biden no representa la primera vez que Flores cuestiona el comportamiento de políticos y funcionarios de gobierno.
En el 2017, después de que varias mujeres acusaron al representante demócrata Rubén Kihuen de acoso sexual, Flores dio varias entrevistas en las que afirmó haber presenciado actitudes inapropiadas de Kihuen hacia las mujeres.
Flores fue compañera de Kihuen en la escuela secundaria y rival en las primarias demócratas del 2016 por un escaño en la Cámara Baja. Ambos sirvieron en la Legislatura estatal. Kihuen negó haber incurrido en actitudes inapropiadas.
Flores respaldó asimismo denuncias de sexismo de una exestratega de la campaña presidencial de Bernie Sanders en contra de un exempleado del senador. Indicó que tuvo contactos leves con el acusado cuando colaboró con Sanders en el 2016. Pero posteriormente trabajó con él en otra empresa y afirmó que experimentó su "comportamiento humillante y sexista".
Reuben D'Silva, excandidato demócrata a la Cámara baja que vivió en el mismo barrio que Flores y trabajó con ella en la campaña de Sanders, dijo que Flores siempre fue una firme defensora de las mujeres.
"No me sorprende que esté dispuesta a emprenderla contra Joe Biden directamente y a ser centro de atención. Así es ella", manifestó D'Silva.
Nativa de Glendale, California, Flores recordó cómo salió adelante y superó obstáculos en Las Vegas como una de 13 hermanas cuya madre abandonó a su familia. Dijo también que cuando fue adolescente se unió a una pandilla, tuvo un aborto a los 16 años, abandonó los estudios a los 17 y estuvo nueve meses en un centro de detención juvenil tras intentar escapar de la policía en un auto robado.
"Siempre fui una chica arrogante que le decía a la policía que conocía mis derechos", comentó Flores ante un grupo de estudiantes en el 2014. "Me gustaba el derecho (Leyes) y pensé que alguna vez podría ser abogada".
Flores dijo que una supervisora que estaba a cargo de su programa de libertad condicional la ayudó a enderezar su vida. Así estudió en un community college (que ofrece programas de dos años) y luego completó un ciclo básico en la Universidad de Carolina del Sur. Posteriormente se graduó de abogada en la Universidad de Nevada, de Las Vegas, en el 2010.
Ese mismo año Flores resultó elegida a la Asamblea estatal, como parte de un grupo de hispanas que accedieron por primera vez a esa cámara legislativa. Sirvió dos períodos antes de alejarse para postularse a la vicegobernación.
Dos años después perdió ante Kihuen en unas primarias demócratas entre tres candidatos para una banca en la Cámara de Representantes.
Flores brindó su apoyo a Sanders en el 2016 mientras que senador de Vermont respondió generosamente ese respaldo, exhortando a sus partidarios a que contribuyesen a la campaña de Flores. El llamado le generó $600.000 dólares de un total de $1'000,0000 que reunió ella, según observadores políticos de Nevada.
Tras perder la primaria Flores se incorporó al círculo político de Sanders. Fue elegida directora de la junta de Our Revolution (Nuestra Revolución), una agrupación sin fines de lucro que recaudó dinero para candidatos progresistas que estaban vinculados a Sanders en el 2016. Sirvió en la junta más de un año, pero se desencantó y se fue, según dijo a la AP. Dijo que le molestó que no se promoviese a líderes políticos y minoritarios que estaban altamente calificados.
En su fallida campaña para la vicegobernación, Flores trató de mejorar sus relaciones con el empresariado estatal. Pero su campaña mostró signos de inestabilidad, de acuerdo con analistas. Dos directores de campaña se retiraron antes de que Flores nombrase a Kristin Hagen, quien estuvo con ella hasta el final.
*Los reporteros de AP Tom Beaumont (Des Moines, Iowa) y Stephen Braun (Washington) colaboraron en este despacho.