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Leticia Reyes, de 44 años, y madre de Selena José-Reyes (derecha), quien a sus 17 años se convirtió en el más alto promedio de calificaciones de la Clase del 2022 entre los estudiantes migrantes.

Futuros súper profesionales hispanos de Hillsborough

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CENTRO Tampa

TAMPA – Tres adolescentes hispanos que se graduaron de las Escuelas Secundarias en el Condado de Hillsborough, con honores y un grado asociado, tienen claro y asegurado lo que les espera en un futuro que pinta ser prometedor.

Por sus excelentes promedios de calificaciones Julie Fernández, Edgar Murillo-Guerra y Selena José-Reyes cuentan cómo llegaron a ser los primeros en su clase.

CENTRO Tampa solicitó al consejero Escolar Bilingüe de las Escuelas públicas del Condado de Hillsborough los nombres de los estudiantes Hispanos que se destacaron en las pasadas graduaciones. Estos son los mejores promedios estudiantiles.

Julie Fernández obtuvo un Promedio de calificaciones (GPA) de 9.6, su sueño es tener un doble grado universitario en Zoología y Ciencias Marinas en la Universidad de la Florida; Edgar Murillo-Guerra, quien logró un GPA de 8.46 irá a Tufts University donde cursará ciencias de la computación, y Selena José-Reyes, que obtuvo un promedio de 7.18 sueña con ser enfermera, espera tras ir al Hillsborough Community College y transferirse a la Universidad del Sur de la Florida.

Los logros de estos hispanos en Hillsborough es destacable ya que es el 7º distrito más grande del país en cuanto a población estudiantil, dijo Eveleen García consejera bilingüe de las escuelas públicas del condado de Hillsborough y quien coordina una serie de charlas todos los años llamadas “Pasos al futuro” donde orientan a estudiantes del 8º a 12º grado a prepararse para su ingreso a la universidad. No obstante, la presentación está dirigida a estudiantes y sus familias y es completamente en español

El distrito escolar de Hillsborough cuenta con más de 37.8 % de estudiantes que se identifican como hispanos y un 5 % que se identifica como mixtos, según cifras de 2021 suministradas por las escuelas públicas.

Selena José-Reyes fue la estudiante migrante con mejor GPA en el distrito, un logro extra considerando los desafíos adicionales que enfrentan como estudiantes. “¡Sin duda, Selena ha ido más allá!”, expresó García.

Tres historias dignas se convertirse en ejemplo para futuras generaciones.

Admiración mutua, la futura enfermera

Selena José-Reyes está a punto de cumplir 18 años. Dice que ha vivido toda su vida en la Florida, pero la verdad es que ha vivido en diferentes estados pues es hija de trabajadores de la cosecha. Su anhelo es ayudar a su familia, es la hija mayor, el orgullo de sus padres y la que les traduce cuando tienen que hacer cualquier tipo de papeleo.

Selena dijo ser tímida durante la entrevista con CENTRO Tampa, pero le ha taseguró que le ha tocado vencer la timidez para lograr sus objetivos: ser una enfermera profesional.

“Me gustaría trabajar en hospitales de niños para poder ayudarlos”, dijo Selena.

Aunque este semestre no alcanzó a entrar a estudiar, en enero tiene planeado ingresar al programa de enfermería del Hillsborough Community College en Plant City y luego terminar la carrera transfiriéndose a la Universidad del Sur de la Florida.

Ella tiene algunas becas: Bright Futures, Free Application for Federal Student Aid (FAFSA) y obtuvo una beca de Corps of Action.

Desde que se graduó de Strawberry High School está tratando de aprender a conducir y buscando trabajo para ayudar a sus padres, oriundos de México y quienes no tuvieron la oportunidad de completar estudios.

“No pudimos tener estudio pues tuvimos que trabajar desde muy pequeños, y es por eso que nos hace doblemente orgullosos de ella pueda llegar donde llegó solita”, dijo Leticia Reyes, madre de Selena.

Leticia contó que ella no asistió a la escuela pero que puede “escribir y leer algo” y que su esposo logró acabar la escuela primaria.

Emigraron a Estados Unidos en 2000 y están piscando o recolectando cosechas desde entonces.

“Nosotros no podemos ofrecerle a ella económicamente mucho”, dijo Leticia.

Sin embargo, Selena con una sonrisa contestó que admira mucho los esfuerzos de sus padres.

“Desde chiquita los he visto ir a trabajar con mucho sacrificio y me cuentan cómo iniciaron, y pues eso fue una motivación muy grande para para que yo siga”, dijo Selena. “Ellos son mi motivación y también mis hermanitos para poder guiarlos para que también puedan ser exitosos”.

Selena tiene una hermana de 11 años y un hermano de 7 a quienes ayudaba con las tareas mientras tomaba clases extra en su último año de secundaria.

“Tomé 60 créditos y podré graduarme de la universidad antes… tengo un asociado de ciencia y arte”, dijo Selena quien también recogía cosechas con sus padres durante el verano.

De acuerdo con Leticia ellos trataron de apoyarla lo máximo posible y “nos sacrificar un año nada más”, dijo refiriéndose a los cambios de estado para piscar dependiendo las cosechas.

“La escuela nos aconsejó que nos quedáramos para estabilizarnos aquí 2 años. Selena se esforzó mucho para llegar al nivel de los que estaban adelantados”, dijo Leticia. Y es que Selena tal vez hubiese podido tener un GPA mejor pero " siempre llegaba tarde a la escuela, porque llegábamos cuando se acababa el trabajo en Michigan”.

Durante el discurso de graduacion Selena hablo de sus origenes.

“Agradecí a mis padres y les dije a todos que sigan adelante y vayan a su propio paso, que no se comparen, y el que quiere puede como yo lo hice”, dijo Selena.

Doble grado pensando en el medio ambiente

Julie Fernández tuvo un GPA increíble, 9.6.

El secreto de su éxito se debe a que tomó varias clases extra para obtener un título de asociado.

“Hice la inscripción y también tomé muchos AP y lo hice al mismo tiempo que terminaba mi estudio en Brooks DeBartolo Collegiate High School”, dijo Julie, de 18 años.

Ella piensa cursar Ciencias Marinas y espera tener un título con doble especialización, uno en Zoología y otro en Ciencias marinas de la Universidad de la Florida.

Al preguntarle a la futura profesional acerca de las becas que obtuvo mencionó una beca Presidencial, una de la Universidad de la Florida, Bright Futures y un par de becas adicionales lo que le que le da un “full ride”. Eso que significa que no incurrirá en gastos ni quedará con deudas de créditos universitarios debido a su excelencia académica.

Julie nació en Belice, de padre con ascendencia cubana (nacido en Ybor City) y madre eslovaca.

“Mis antecedentes fueron muy útiles para sumergirme en la cultura porque, para mí, quiero decir que es parte de la forma en que vivo, es parte de lo que como, de la música que escucho, lo que hace mi familia y mi mentalidad”, dijo Julie quien dijo que creció escuchando español.

Uno de los sueños de Julie es trabajar en un futuro en Latinoamérica.

Su meta profesional le tomará cuatro años.

“Cuando vaya a la Universidad de la Florida tomaré cuatro años para graduarme porque quiero obtener 2 títulos”, dijo Julie, quien fue la mejor de su clase y dio uno de los discursos de la ceremonia de graduación donde habló de no darse por vencido.

Julie es la menor de la casa tiene dos hermanos mayores.

Al preguntarle si son tan inteligentes como ella respondió sin titubear.

“Fueron muy buenos mentores para mí mientras crecía y especialmente en la escuela secundaria también me metieron en algunas buenas actividades extracurriculares, por lo que fueron muy, muy buena influencia”, dijo Julie. Los dos hermanos de la futura profesional también fueron los mejores de su clase cuando acabaron la secundaria.

¿Cuál crees que es el mayor problema ambiental en Florida?, Julie contestó con certeza.

“Un problema realmente específico en Florida es la destrucción de los manglares, así que saben cómo la línea costera de manglares se ha ido reduciendo a lo largo de los años y eso ha tenido efectos muy negativos para ciertas especies, por lo que muchas especies están sufriendo las consecuencias”, explicó Julie. “Muchas especies pequeñas como el pez sierra, por ejemplo, cuando son pequeños crecen en los manglares porque es un buen lugar para esconderse, sí, así que con todos los manglares desapareciendo es mucho más difícil para las especies jóvenes desarrollarse sin morir en sus edades tempranas”.

El inquieto estudiante de ciencias de la computación y Seguridad Informática

Escuchar a Edgar Murillo-Guerra es casi el equivalente a ver el futuro. Claramente uno de los graduados de la Escuela Secundaria Lennard más exitosos de los últimos años.

Edgar logró cursar dos años de créditos universitarios, obtener un título de asociado y un “free ride (beca completa)” en la que parece ser la universidad de su elección. Edgar representa el comienzo de lo que a veces llaman “El sueño americano”.

Edgar parece procesar mucha información, escucha con atención y habla con claridad. Un estudiante cuyo promedio de calificaciones llegó a 9.16. Edgar viajará a Tufts University School en Boston, Volará por primera vez en avión, verá por primera vez la nieve.

Su madre, Felicita Guerra lo observaba atentamente durante esta entrevista. Dijo que este verano se dedicó a trabajar desde casa haciendo tamales y vendiendo comida para ayudar a su hijo.

Edgar está entusiasmado con lo que ha logrado, pero demuestra una humildad excepcional. Al preguntarle a Edgar qué se ve haciendo después de que se gradúe en Ciencias de la Computación y Seguridad Informática, respondió que se ve a sí mismo en una función de instrucción o enseñanza. Cuando se le preguntó, “¿usted se ve a sí mismo como un profesor universitario?” Edgar respondió, “no. . . no exactamente, tal vez, . . . tal vez algo en [la enseñanza] a mayor escala”.

A medida que Edgar avanza hacia la universidad, su familia abre un nuevo capítulo en la vida. Es el primero en ir a la Universidad. Parece haber un número ilimitado de preguntas para hacerle a Edgar, y su amable interés (y conocimiento) en querer responder. Edgar podría ser uno de esos jóvenes que crece y cura el cáncer o revoluciona una nueva supercomputadora (un término casi obsoleto).

Oriundo de Matamorros, México llegó a Estados Unidos a los 10 años.

“Aprendió inglés rápido. Me lo mandaron a sicólogos porque decían que era hiperactivo y me dijeron que el niño era superdotado”, dijo Felicita.

Pero el camino no fue facil, Edgar trabajaba y estudiaba mientras terminaba su escuela secundaria.

“En décimo y once grados estaba trabajando en una bakery por 3 meses y 10 meses estuve haciendo trabajos de carpintería. Y cuando llegaba a la casa cerraba la puerta y estudiaba”, dijo Edgar.

Aprendió a ser competitivo y eso, aseguró Edgar que lo aprendió en su formación escolar. Primero en RCMA en Wimauma, una escuela con un alto porcentaje de estudiantes hispanos y luego en la preparatoria en Lennard.

La Universidad Tufts a la que desde el 23 de agosto asistirá Edgar fue la primera a la que aplicó.

“Lo que hice fue buscar universidades en un proceso de early admission donde ellos si te escogen tienes que asistir a esa Universidad. En octubre apliqué y en noviembre me dijeron que me habían admitido. Me puse a llorar cuando supe”, dijo Edgar. " e dije a mi mama que me habían aceptado y ella entiende que es la mejor opción porque me están pagando todo”.

Llegar a escoger Ciencias de la computación fue una opción que le tomó tiempo. Primero pensó ser abogado, luego se inclinó por las artes porque le gusta Frida Kahlo.

“Pero no era buen artista y comencé a tomar historia en mi segundo año, y en mi tercer año comenzó la cuarentena y estaba en la computadora todo el día y aunque no le gustaba a mi mamá. Empecé a buscar cursos de programación”, dijo Edgar.

Ese fue el momento en que le comenzó a gustar la computación.

“Mi interes por CyberSecurity comenzó en High School”, dijo Edgar.

¿Dónde te ves cuando acabes la Universidad?

“Me gusta por ejemplo lo que hace Berkeley Academy o trabajar en una organización sin fines de lucro para ayudar”, afirmó Edgar.