TAMPA - Los esposos venezolanos William Paredes, de 36 años, y Jennifer Infante, de 35, no pierden las esperanzas de que las autoridades de inmigración acepten evaluar nuevamente su caso el viernes, 1ro de marzo, a las 10:00 a.m. El objetivo es que tengan la posibilidad de postergar una orden de deportación que acabaría con sus intentos de vivir en libertad. Razones no faltan.
Los Paredes-Infante presentaron una solicitud de asilo político hace cinco años cuando llegaron desde Venezuela debido a la persecución que sufría Paredes en Maracaibo como miembro de un departamento policial de una ciudad 'históricamente opuesta' al régimen de Nicolás Maduro.
El matrimonio tiene dos hijos: Sebastián, un pequeño de 10 años de edad que vino junto con sus padres, y Madison, una niñita de tres, quien nació en Tampa y tiene la ciudadanía estadounidense.
Paul Palacios, abogado que representa en primera línea a los Paredes-Infante a nombre de la Fundación Migrants, de Tampa, dijo que el caso de esta familia de venezolanos merece una segunda oportunidad para ordenar la documentación que necesitan.
"Ellos estaban requeridos para salir hacia Venezuela mañana (martes, 26 de febrero) pero nosotros pudimos comunicarnos con la oficina del senador republicano Marco Rubio y la de Rick Scott. Ellos se pusieron en contacto con las autoridades y derivaron el caso a Miami", puntualizó Palacios. "Ahora estamos pendiente de una prórroga de deportación que se verá en las próximas horas en Tampa".
El abogado Palacios agregó que la familia Paredes-Infante no tiene sus pasaportes al día. Asimismo indicó que en el caso de la pequeña Madison se requiere el trámite de una visa venezolana por el hecho de ser ciudadana estadounidense.
"Todas estas condiciones necesitan un tiempo para ser evaluadas. No creo que ninguna aerolínea los acepte como pasajeros sin los documentos en regla", puntualizó Palacios.
Un grupo de activistas venezolanos en el exilio encabezados por Norma Camero-Reno y Javier Torres se reunieron en horas de la mañana del lunes en las afueras de la oficina del Departamento de Seguridad Nacional, ubicada en 5524 W Cypress Street. La jornada sirvió para demostrar apoyo y unidad sobre un caso que, según explicaron, merece un trato humanitario debido a las condiciones especiales que atraviesa la familia.
Camero-Reno dijo que es necesario tomar en consideración el momento que encara esta pareja de padres venezolanos.
"Casa Venezuela Tampa está consciente de que se ha tomado una determinación, pero solo estamos pidiendo un acto humanitario porque estas personas no pueden regresar al país ahora ya que pueden ser encarcelados o desaparecidos", dijo Camero Reno. "Creo que hay que darle un tiempo mientras se soluciona el problema. Eso es lo que estamos pidiendo".
Javier Torres sostuvo que entienden perfectamente las circunstancias que rodean el caso de los Paredes-Infante y que por ello se solicitó que se reconsidere la orden para completar todos los documentos que necesitan para movilizarse.
"Esperemos que estos esfuerzos ayuden a esta familia y a sus dos hijos", comentó Torres.
Mientras tanto las autoridades señalaron que el caso fue analizado con anterioridady de acuerdo a ley, explicó Tamara Spicer, portavoz del ICE.
"William Paredes Castro, de 36, y Jennifer Infante Dávila, de 35, ciudadanos de Venezuela, fueron ordenados a dejar el país por un juez de inmigración el 12 de junio del 2017, después de que no abandonaron el país de acuerdo con los términos de sus visas de no inmigrante", indicó Spicer. "Ambos casos han recibido un proceso completo en la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración. La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) continuará apoyando la ley federal, la política de la agencia y la orden de los tribunales".