MADRID (AP) — El rey emérito de España, Juan Carlos I, anunció que se irá a vivir a otro país mientras se encuentra en medio de un escándalo financiero, de acuerdo con una carta publicada en la página web de la Casa Real el lunes.
En la carta, Juan Carlos I le comunica a su hijo, el rey Felipe VI, su “meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España”.
En la misiva, Juan Carlos dice que tomó la decisión “ante la repercusión pública que están generando ciertos acontecimientos pasados de mi vida privada”, y que no desea dificultarle las cosas a su hijo.
“Mi legado, y mi propia dignidad como persona, así me lo exigen”, indicó Juan Carlos, cuya ubicación actual se desconoce.
Sin embargo, no especificó a cuál país se mudará.
El abogado de Juan Carlos, Javier Sánchez-Junco Mans, señaló que el exmonarca le había pedido dejar en claro que si bien estará fuera del país, seguirá estando disponible para cooperar en cualquier investigación.
El presidente del gobierno español Pedro Sánchez dijo recientemente que los acontecimientos en torno a Juan Carlos I, incluidas las investigaciones en España y Suiza, eran “inquietantes”.
Desde que la Audiencia Nacional abrió su investigación a principios de este año, la prensa española ha publicado testimonios perjudiciales de una investigación suiza por separado sobre millones de euros que supuestamente el difunto rey Abdulá de Arabia Saudí le entregó a Juan Carlos I.
Según las denuncias, el entonces monarca español habría tratado de ocultar el dinero a las autoridades.
El exmonarca de 82 años es ya una figura histórica importante en España, al guiar al país hacia la restauración de la democracia tras el fallecimiento del dictador Franco en 1975.
Sin embargo, en medio de una serie de escándalos al final de su reinado, en 2014 Juan Carlos abdicó a favor de su hijo Felipe VI, perdiendo así la inmunidad que la Constitución confiere a los jefes de Estado.
Tras la publicación de artículos según los cuales Felipe es beneficiario de una cuenta en el extranjero con un supuesto obsequio de 65 millones de euros (76 millones de dólares) otorgado por Arabia Saudí a Juan Carlos, Felipe renunció a cualquier futura herencia de su padre. Felipe además despojó a su padre del subsidio anual de 194.232 euros (228.000 dólares).
El Palacio Real ha negado que Felipe sabía antes de las supuestas cuentas reservadas de su padre.