Por Juan Carlos Chávez
CENTRO Tampa
PLANT CITY — Durante los últimos dos años, Isaret Jeffers ha trabajado más que nunca en los campos de Plant City donando alimentos a los trabajadores agrícolas, organizando campañas de vacunación y regalando cuadernos y mochilas a estudiantes de bajos recursos.
Pero esta semana ha añadido otro compromiso con la comunidad de inmigrantes. Abrió un refugio para ayudar a las mujeres rurales que son víctimas de abusos domésticos.
“El refugio es para quienes sufren violencia y abusos en sus hogares”, dijo Jeffers, de 49 años. “Es una iniciativa que va a ayudar mucho a la comunidad campesina”.
Hija de campesinos mexicanos, Jeffers es la fundadora de Colectivo Árbol, una organización sin ánimo de lucro creada para ayudar a comunicar información fiable a las comunidades hispanas y de campesinos de todo el centro de Florida. Jeffers comenzó Colectivo Árbol en Kissimmee durante 2017, cuando los puertorriqueños huyeron hacia el centro de Florida tras el huracán Irma.
Jeffers dijo que el refugio está “en un área segura y confiable” a unas dos horas de Tampa. Tiene cuatro habitaciones y está rodeado de tres acres que las víctimas pueden utilizar en su proceso de recuperación.
“La idea es que estas mujeres se recuperen rápidamente y sientan que pueden ser útiles a sí mismas y a la comunidad, pero sobre todo haciendo algo con lo que están familiarizadas, que es cosechar la tierra”, dijo Jeffers. “Es un reto”.
Jeffers dijo que tienen un equipo de voluntarios, consejeros espirituales y un abogado de inmigración que trabajará con el proyecto.
Sus esfuerzos se ampliarán a través de asesoramiento y talleres. El Colectivo Árbol recibe apoyo de particulares, agencias gubernamentales como el Consulado de México en Orlando, y pequeños negocios incluyendo docenas de tiendas y restaurantes de propiedad griega en Tarpon Springs.
“Hay mucho que hacer porque muchas veces estas mujeres no buscan ayuda por la barrera del idioma, el desconocimiento de sus derechos o el miedo a salir de casa con su hijo en brazos y sin apoyo económico”, dijo Jeffers.
Según el Departamento de Niños y Familias de Florida, entre el 22 y el 25 por ciento de todas las mujeres sufrirán violencia doméstica en algún momento de su vida.
En el año fiscal 2019-20, las autoridades de Florida reportaron 105,298 delitos de violencia doméstica, lo que resultó en 66,069 arrestos. También durante este período, los centros de violencia doméstica certificados de Florida proporcionaron 563,721 noches de refugio de emergencia. Más de14,800 sobrevivientes de violencia doméstica y sus hijos fueron asignados en refugios en todo el estado.
Kirk Ray Smith, presidente y director ejecutivo de Hope Villages of America, una organización sin ánimo de lucro de Pinellas que gestiona un refugio contra la violencia doméstica para unas 50 mujeres, dijo que los esfuerzos e iniciativas comunitarias para la comunidad inmigrante son esenciales.
“Es un trabajo que requiere mucho esfuerzo y dedicación, pero es muy necesario en la comunidad”, dijo Smith.
En medio de la pandemia, la violencia doméstica ha tomado un giro más complejo, especialmente en la comunidad desfavorecida. En muchos casos, la COVID-19 ha creado un escenario en el que los amigos o compañeros de trabajo no se relacionan con las víctimas con la misma frecuencia que antes de la pandemia.
“Hay varios elementos que hay que tener en cuenta cuando se habla de maltrato doméstico y pandemia”, dijo Smith.
Nancy Hernández, antigua víctima de abusos domésticos y fundadora de una organización sin ánimo de lucro en Tampa -Mujeres Restauradas por Dios- dijo que lo más importante es empoderar a las mujeres para que alcancen nuevas metas en sus vidas.
Hernández organiza eventos comunitarios y campañas públicas, como ¡No más silencio!, para acabar con el abuso doméstico y sensibilizar sobre el problema.
“Es como volver a nacer, a pasos lentos pero firmes”, dice Hernández.
El COVID-19 también ha exacerbado la violencia doméstica porque algunos maltratadores han utilizado la pandemia como justificación para aislar a sus víctimas, dijo Jeffers.
“Dentro del contexto es fundamental ofrecer una vía para alcanzar oportunidades y una independencia económica”, dijo,
Por ello, pidió donaciones y fondos para poder seguir ayudando a su comunidad.
“Las puertas están siempre abiertas para recibir toda la ayuda que puedan darnos”, dijo Jeffers.
Si está interesado en donar, póngase en contacto con Isaret Jeffers en colectivoarbol1@gmail.com o en el (407) 307-6090.