YBOR CITY - Rafel Rosado sabe que la vida da lecciones y que, si uno aprende de todas ellas, la existencia será no solo mejor sino más llevadera. Esto ha sido un poco lo que ha marcado a Rosado, quien en sus años de juventud tuvo que superar su adicción por las fiestas y la buena vida. Todo para concentrarse en el trabajo, la familia y el futuro.
Ahora Rosado entiende el valor de aprovechar las oportunidades.
“He superado muchos obstáculos y lo digo con orgullo", dijo Rosado, de 61 años. "No ha sido fácil, pero estoy contento con lo que he conseguido”.
Rosado, ‘El Chico Bueno’ como lo llaman algunos de sus compañeros en su estación de servicio, entró recientemente al prestigioso Club del Millón de Millas HART. El galardón es uno de los reconocimientos que otorga la directiva de HART a los choferes de sus autobuses y del Sistema Histórico de Tranvías de Tampa (THS, por sus siglas en inglés).
Rosado se sumó a un reconocimiento que anteriormente le fue entregado a Connie Cosme, una boricua de 45 años. Cosme fue la primera en sellar su nombre dentro del Club del Millón en los sistemas de tranvías locales en el 2018. Fue también una de las primeras que se unió al grupo original de choferes que comenzó la ruta en octubre del 2002.
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Rosado tiene la oportunidad de explicar la historia de Tampa e Ybor a todo pasajero y turista que lo requiera.
El Club del Millón existe desde 1994. Para calificar y ser un miembro reconocido de esta élite el operador del tranvía debe demostrar una dedicación excepcional a las operaciones seguras del vehículo y haber cubierto impecablemente la ruta durante 14 años consecutivos, es decir, sin un accidente en su historial de operaciones.
Eso y más alcanzó Rosado, esposo y padre de dos hijos adultos.
“Jamás me imaginé estar al frente de un carro de estos (tranvía) porque me había preparado para manejar un autobús convencional”, sostuvo Rosado. “Pero aquí me ves, contento de la vida y orgulloso por el trabajo y la oportunidad que se me dio”.
Rosado entró al equipo de choferes de tranvías casi como un milagro cuando, en febrero del 2004, dos supervisores del área de transporte urbano hicieron un llamado abierto a la clase de nuevos choferes. Los supervisores querían voluntarios para trabajar en el nuevo sistema de tranvías. Al menos diez personas respondieron a la invitación.
“Fue duro porque todo el mundo quería ser chofer de trolley ya que era la última novedad. Al final me tomaron a mí y a otro compañero", dijo Rosado. "De eso han pasado casi 16 años. ¿Lo puedes creer? Yo sí porque ha sido tremendo”.
Rosado llegó al sistema de transporte HART luego de haber intentado conseguir un empleo estable en Nueva York y Panamá. Sin mucha fortuna llegó al área de la Bahía de Tampa a fines de la década de los noventa para trabajar temporalmente en restaurantes, hoteles y transporte de carga pesada. Pero en ese trajín Rosado siempre estaba soñando con encontrar un empleo que le diese la oportunidad de tener contacto con la gente y hablar sobre Historia, una pasión que cosechó desde que era un niño.
Por eso cuando le dieron el trabajo para estar al frente del volante de un tranvía el hombre sintió que se había ganado la lotería.
“Me hizo feliz cuando entré porque este es un trabajo nuevo, conoces gente a diario y hablas sobre el pasado de la historia de Tampa e Ybor. Los turistas quieren saber qué es esto y qué es lo otro”, dijo Rosado. “Tengo ese corazón y sentido de servicio. Creo que Dios me puso aquí porque nosotros somos embajadores de los turistas”.
Rosado dijo que el flujo de pasajeros es constante. El sistema de tranvías empezó a ofrecer sus servicios completamente gratis a sus pasajeros en octubre del 2018 gracias a una iniciativa que se consolidó por una subvención de $3’000,000 durante los próximos tres años. La ayuda llegó por el Departamento de Desarrollo de Servicio de Tránsito del Departamento de Transporte de la Florida. El respaldo ha facilitado un embarque más rápido, horarios extendidos y la mejora de las frecuencias de paso de los tranvías en sus estaciones.
La ruta en la que trabaja Rosado cubre 2.7 millas entre el centro de Tampa, el llamado Channel District y la ciudad de Ybor. Su cobertura tiene el propósito no solo de darle un rostro de postal a una ciudad con orgullo histórico sino también mejorar la capacidad de transporte alternativo, apoyar a la próspera industria de los cruceros de Tampa y trasladar a los empleados que residen en el corazón del centro de Tampa hacia y desde sus puntos de trabajo.
La idea sigue el común denominador que tenían los tranvías en su máximo punto de popularidad en Tampa, a mediados de 1920, según explicó HART en un comunicado.
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Rosado, de 61 años, tiene un historial impecable al frente del manejo del tranvía.
Las primeras líneas de tranvías de Tampa fueron construidas en 1892, de acuerdo con HART. Desde su lanzamiento se convirtieron rápidamente en una parte esencial de la vida cotidiana del tampeño, especialmente para aquellos que tomaban el tranvía del centro y para los empleados de las fábricas de cigarros, que se ubicaban al oeste del casco urbano. Hasta 1926 al menos 24 millones de pasajeros habían utilizado un servicio que, debido a circunstancias especiales, se detuvo abruptamente en agosto de 1946 después de la Segunda Guerra Mundial
La Autoridad de Tránsito Regional del Área de Hillsborough (HART, por sus siglas en inglés) honró a Rosado y a otros 15 choferes que forman parte de las operaciones de servicio de autobuses urbanos por sus excelentes registros de manejo seguro.
"Muchos de nuestros operadores son especiales, pero este grupo representa lo mejor de lo mejor. Estamos orgullosos de saludarlos”, dijo la directora de operaciones de HART, Ruthie Reyes Burckard a CENTRO Tampa. “Los felicitamos y agradecemos su compromiso porque se requiere habilidad y vigilancia en todo momento para lograr este estatus”.
Rosado dijo que los reconocimientos son motivo de orgullo para todo el grupo porque ratifican la seguridad y las habilidades de manejo, ya que al final de cuentas uno de los requisitos es no tener historial de accidentes (provocados por el chofer).
“Y gracias a Dios no los tengo", dijo Rosado. “Espero mantenerme así hasta el día en que me jubile”.
