Por MICHAEL TARM
CHICAGO (AP) — El gobierno de Estados Unidos ejecutó el martes a un exsoldado que dijo que su obsesión con la brujería lo llevó a matar a una enfermera de Georgia que él creía lo había hechizado.
William Emmett LeCroy, de 50 años, fue declarado muerto a las 9:06 de la noche, hora del este de Estados Unidos, luego de recibir una inyección letal en la misma prisión federal en Terre Haute, Indiana, en donde otros cinco internos han sido ejecutados en 2020, luego de un periodo de 17 años sin que se aplicara la pena capital.
Abogados le solicitaron al presidente Donald Trump que cambiara la sentencia de LeCroy a cadena perpetua, bajo el argumento de que el hermano del acusado, Chad LeCroy, miembro de la Patrulla Estatal de Georgia, fue asesinado en 2010 durante una detención de tránsito rutinaria y que la muerte de otro hijo devastaría a la familia LeCroy.
LeCroy, con una sábana azul cubriéndolo hasta el cuello, mantuvo la mirada fija en el techo y no volteó a ver a los testigos sentados detrás de las ventanas de la cámara de la muerte. Su consejero espiritual, la hermana Barbara Battista, permaneció de pie a poca distancia de LeCroy dentro de la cámara, cabizbaja y orando.
LeCroy le dijo a Battista la semana pasada que no quería ser parte del “circo” en torno a su ejecución y podía no hacer una declaración antes de su muerte. Un agente de correccionales se inclinó sobre él la noche del martes, le quitó con delicadeza la mascarilla y le preguntó cuales eran sus últimas palabras. LeCroy respondió con calma y sin rodeos: “La hermana Battista está por recibir en su correo mi última declaración”, comentó.
LeCroy mantuvo los ojos abiertos mientras le administraban la inyección letal. Sus párpados comenzaron a cerrarse lentamente mientras su torso temblaba de manera incontrolada por uno o dos minutos. Después de varios minutos, sus extremidades palidecieron, su rostro tomó un tono cenizo y sus labios se amorataron. Después de unos 10 minutos, un funcionario con estetoscopio ingresó a la cámara y buscó signos vitales antes de declararlo muerto oficialmente.
LeCroy irrumpió en la casa de montaña de Joann Lee Tiesler, de 30 años, el 7 de octubre de 2001 en Georgia, y esperó a que regresara de un viaje de compras. Cuando entró por la puerta, LeCroy la golpeó con una escopeta, la ató y la violó. Luego le cortó la garganta y la apuñaló repetidamente en la espalda.
LeCroy dijo que caviló durante días sobre cómo atacar a Tiesler lo que revertiría un maleficio que ella le hizo. Después de cortarle la garganta, fue a la computadora de Tiesler para buscar libros sobre brujería, según los archivos.
En 2004 fue declarado culpable de un cargo federal de robo con violencia resultante en muerte y el jurado recomendó la pena capital.
