Por Juan Carlos Chávez
CENTRO Tampa
TAMPA - Están unidos por un tema de parentesco y también de negocios. Fernando y Massiel Villanueva, de 30 y 35 años de edad, respectivamente, son hermanos y ambos fundaron recientemente un negocio que produce y empaqueta granola.
Lo curioso del caso es que los dos crecieron en República Dominicana y se establecieron en Tampa hace menos de cinco años. Cada uno, eso sí, llegó abanderado con una profesión y la voluntad de salir adelante: él, como Ingeniero en Tecnología de la Información; y ella, en su calidad de egresada de Arte Culinario y Negocios Internacionales.
La multiplicación de conocimientos y habilidades dieron fruto a YÜJ, una empresa local que produce y vende granola para un consumidor cada vez más exigente y preocupado por los beneficios de tener en casa un producto sano y balanceado.
Massiel dijo que el sello de la familia fue medular.
“Nuestro padre siempre fue un emprendedor y él nos motivó a tener nuestra propia empresa”, recordó Massiel.
“Mi padre tenía el hábito del trabajo y la disciplina", dijo Fernando. "Ese fue el ejemplo que vimos desde muy pequeños” .
En un momento en el que la mayoría de jóvenes profesionales luchan por un puesto de trabajo y un salario capaz de cubrir sus expectativas y sueños de crecimiento personal, otros jóvenes optan por el emprendimiento y el riesgo de poner sobre el terreno sus apetitos y objetivos empresariales. Los Villanueva son un ejemplo de que las aspiraciones son válidas para todos los que buscan triunfar en el sector de los negocios. En este caso, en base a la granola.
La idea de crear un producto de estas características y mezclarlo con una fórmula única junto con otros ingredientes naturales fue una idea que venía tomando forma en el imaginario de Massiel. Como experta y maestra en yoga, Massiel dijo que no empezó con la idea de vender su granola inmediatamente sino para iniciar una dieta alejada de preservantes y azúcares. Lo hizo también darle a sus hijos un alimento nutritivo (en las mañanas) que no tuviese nada que ver con los cereales de caja.
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La jornada de trabajo comienza muy temprano para los Villanueva con la evaluación de los ingredientes.
Massiel recordó que el punto de quiebre fue una antigua receta en base a granol.
“Pero terminé cambiando totalmente la receta para adecuarla a la dieta que estaba siguiendo en ese momento”, agregó Massiel. “Después noté que a mis hijos les gustaba y que incluso dejaron los cereales para comer granola pura. Ahí fue cuando vi que tenía frente a mis ojos una mina de oro”.
Massiel no dudó un minuto en llamar a su hermano Fernando y alentarlo a trabajar juntos en el proyecto. Como una pieza de arte y la común unión de dos artesanos, los Villanueva fueron hilvanando los detalles de su negocio y los alcances que podían tener. Algo, por supuesto, quedaba fuera de toda duda: el producto tenía que ser no solo de primera calidad sino suficientemente atractivo en cuanto a presentación, diseño y color de la empaquetadura para llamar la atención de un público selecto.
“Y creo que lo hemos hecho de esa forma”, puntualizó Fernando.
Lo cierto es que no se ha cumplido un año del lanzamiento de esta iniciativa y desde ya los hermanos Villanueva han ganado respeto y admiración por los logros de su producto YÜJ. También por el hecho de estar en los anaqueles de diferentes supermercados, tiendas y centros de productos naturales en la Bahía de Tampa.
A todo ellos los hermanos Villanueva ganaron en noviembre una competencia de la Cámara de Comercio Hispana de Tampa (HCCTB). El concurso denominado ‘Empresario Emprendedor’ no solo les dio la oportunidad de obtener el respaldo de los miembros y expertos de la Cámara sino ganar una van (o unidad de transporte vehicular) para respaldar y ampliar el marco de distribución de su producto estrella. Además se hicieron acreedores a una beca, computadora y créditos por un valor de $500 en la Certificación Minoritaria del Concilio de Desarrollo de Suplidores y Minorías del estado de la Florida (FSMDC) y Quickbooks, el programa de gestión y contabilidad para pequeñas empresas. Otro beneficio fue la oportunidad de recibir un plan de marketing completo con anuncios de televisión.
En su momento Diane Cortés, presidenta del HCCTB, valoró la importancia del concurso y el apoyo solidario de los socios estratégicos.
Fernando dijo que el respaldo del empresariado local los alienta a seguir trabajando.
“Estamos muy agrecidos por el respaldo del público y la gente de la Cámara”, dijo Fernando. “Es solo el comienzo de lo mucho que queremos hacer”.
Los hermanos Villanueva no han dudado en continuar con su misión y la búsqueda de nuevas presentaciones de su producto para llevarlo a diferentes estados. El transporte vehicular es un punto a favor.
“Todo ha venido sucediéndose de una forma muy positiva porque cuando ganamos el concurso nuestra demanda había crecido mucho y necesitábamos de un vehículo para la distribución”, recordó Massiel.
Fernando está detrás de las operaciones y la logística mientras que su hermana tiene el conocimiento sobre la práctica y el manejo del producto, incluyendo la formulación y mezcla de la granola con otros elementos.
Massiel dijo que el resultado es una granola diferente con siete tipos diferentes de nueces y semillas
“Llamamos a nuestra granola ‘Iluminada’, porque es mucho más que una granola”, sostuvo Massiel.
Los Villanueva son conscientes de que lo más complejo está aún por coronar, ya que conseguir la fidelidad del consumidor hacia el producto no es un acto de magia sino de perseverancia. Más aún cuando se invierte en un país que traza retos y no perdona errores de mercado.
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Ambos sumaron conocimienos y experiencias en sus respectivos campos profesionales.
“Este es un trabajo en equipo y un negocio de familia”, dijo Fernando. “La ganancia es buena pero lo más importante es que sigamos creciendo”.