Estados Unidos permitirá que peloteros de Grandes Ligas de Cuba representen a su país de origen en el Clásico Mundial de Béisbol (World Baseball Classic – WBC) el próximo año. La decisión anunciada el 24 de diciembre por la Federación de Béisbol de Cuba (FCB) podría ser un gran paso para convertir una vez más al equipo nacional de Cuba y a sus grandes bateadores en estrellas del escenario internacional.
La Major League Baseball (MLB) confirmó el 26 de diciembre que Estados Unidos otorgó la licencia a la Federación de Béisbol de Cuba, y abriendo el camino a estrellas de la MLB como José Abreu, Yordan Alvarez, Randy Arozarena, Yoán Moncada y Luis Robert que jugarán para Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol en marzo, si deciden aceptar una posible invitación.
Depende del organismo rector nacional de cada país elegir a los jugadores en su equipo WBC. Las listas finales de 30 hombres están listas el 7 de febrero para el WBC, que comienza el 8 de marzo con Cuba enfrentando a Holanda en Taiwán.
Si bien el deporte preferido en gran parte de América Latina es el fútbol, el béisbol domina en Cuba. La isla ha ganado fama mundial por su talento beisbolero.
Pero en los últimos años, cientos de esos jugadores han desertado de Cuba para jugar profesionalmente en otros lugares. En particular, muchos se han convertido en residentes de los Estados Unidos y en estrellas con equipos de las grandes ligas en Estados Unidos.
Las deserciones se deben en gran medida a una disputa geopolítica no tan poco común entre los dos vecinos costeros, dejando a los jugadores cubanos atrapados en medio. Los atletas cubanos que compiten en la isla no pueden ganar un sueldo bajo el gobierno comunista, que prohibió deportes profesionales a raíz de la revolución cubana hace más de 60 años.
Las sanciones impuestas desde hace mucho tiempo por Estados Unidos hacen que sea en gran medida imposible que los cubanos jueguen profesionalmente para un equipo estadounidense sin desertar. Históricamente Cuba no ha permitido que los jugadores cubanos que desertaron puedan ser parte de su selección nacional. De esta forma, las deserciones han afectado el desempeño de Cuba en las competencias internacionales de béisbol. Por ejemplo, el equipo cubano de béisbol no logró clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 después de años de ganar medallas en las competencias olímpicas.
En noviembre, Cuba cambió su tono e invitó a varios de los mejores jugadores que desertaron para representar al país en el Clásico Mundial de Béisbol, un torneo que presenta a algunos de los mejores jugadores del deporte que compiten en Japón, Taiwán y los Estados Unidos. Semanas después, funcionarios cubanos acusaron a la administración de Biden de impedir que esos jugadores representaran a Cuba.
En un comunicado, el presidente de la FCB, Juan Reinaldo Pérez Pardo, calificó el permiso como un "paso positivo" y dijo que el gobierno cubano y la federación deberían tener más información sobre la lista del WBC del equipo una vez que tenga más detalles sobre la licencia otorgada por los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Pérez Pardo también criticó a Estados Unidos, al afirmar que “es arbitrario y discriminatorio que (sea necesario) un permiso del gobierno de este país (EE.UU.) para asistir” al WBC.