El abogado dominicano Juan Arturo Recio dijo que la investigación sobre el campocorto All-Star de los Rays de Tampa Bay, Wander Franco, por una supuesta relación con una menor se encuentra en una etapa preliminar y podría demorar meses.
Recio, quien también trabaja como editor general de ESPN Deportes en República Dominicana, dijo el 16 de agosto que si Franco no tiene un abogado que pueda hablar en su nombre, conseguir uno sería “una buena idea”.
“Es importante entender que en nuestra legislación no existen relaciones consensuales entre un menor y un adulto”, dijo Recio. “No hay factores atenuantes”.
Las autoridades dominicanas que siguen el caso dijeron que no pueden compartir detalles mientras investigan, recopilan información y verifican otros detalles.
“Por ahora, pedimos su comprensión, porque cualquier información que se divulgue podría entorpecer el proceso”, dijo la Fiscalía General de la Nación.
Las relaciones entre adultos y menores de 18 años están prohibidas en la República Dominicana por la Ley 136-03, que establece el Código de Protección y Derechos Fundamentales de la Niñez y la Adolescencia. Este código estipula penas de prisión que van de dos a cinco años, así como multas. Las autoridades dominicanas clasifican tales relaciones como abuso sexual. Esto se aplica incluso si el menor da su consentimiento.
El 14 de agosto, un grupo de las Grandes Ligas de Béisbol viajó a la provincia de Peravia, en la costa sur de República Dominicana, como parte de la investigación de la liga, según El Nuevo Diario. También se encuentra en Peravia la oficina de la Agencia Nacional del Niño, la Niña, la Adolescencia y la Unidad de Violencia Familiar y de Género, que lleva la investigación de Franco y está presidida por la jueza dominicana Olga Diná Llaverías, especialista en casos de maltrato infantil.
Según Recio, este es el primer caso conocido públicamente de problemas relacionados con menores que involucran a un beisbolista dominicano en un país donde el béisbol es el deporte más popular. El béisbol, conocido como “pelota” en la nación caribeña, muchas veces representa una oportunidad para superar la pobreza y aspirar a un futuro mejor.
El 13 de agosto, las publicaciones en las redes sociales se volvieron virales alegando que Franco había estado involucrado en una relación inapropiada con un menor en República Dominicana. Al día siguiente, Franco y los Rays acordaron mutuamente colocarlo en la lista restringida durante al menos una semana y “despedirse del club” mientras continuaba la investigación de Major League Baseball. Esa suspensión podría extenderse en espera del estado de la investigación. Los Rays acordaron pagarle a Franco durante su tiempo en la lista restringida.
Algunos dominicanos creen que las acusaciones contra Franco son un caso de extorsión contra un jugador rico; otros piensan que es culpable.
“Pero una cosa es segura: el béisbol es un deporte tanto conservador como familiar”, dijo el reportero de ESPN Deportes Enrique Rojas, quien es dominicano y vive en Florida Central.
“Si bien algunas personas pueden no verse afectadas por una reputación empañada, ese no es el caso en el béisbol. Es raro escuchar que un beisbolista esté involucrado en una relación así”, dijo Rojas. “E incluso en un país tan liberal como este, existe una postura estricta contra los delitos relacionados con actividades sexuales con menores”.
Desde que los Rays comenzaron a jugar como una franquicia de las Grandes Ligas de Béisbol en 1998, han diversificado rápida y consistentemente su lista con jugadores latinos. Esta tradición ha ido de la mano con la firma de contratos millonarios, como el de Franco, el contrato más grande en la historia de los Rays: $182 millones en 11 años y hasta $223 millones en 12. Por eso, los fanáticos dominicanos en Tampa Bay sintieron la noticia como una bofetada en la cara.
“Las acusaciones son tan graves que pueden afectar el futuro de uno de nuestros mejores jugadores”, dijo Miguel Mieses, de 38 años, padre dominicano de Riverview y fanático de los Rays. “Ya no me gustaría apoyarlo como jugador, porque está metido en algo tan delicado”.
Otro dominicano, Francisco Martínez, de 54 años, de Tampa, cree que Franco no es inocente, pero dijo que algunas chicas pueden hacer mucho por la fama y el dinero.
Wendy Domínguez, de 51 años, de Seffner, calificó de lamentable ver a Franco en semejante polémica.
“Debería saber que cruzar esa línea no es apropiado”.
