SANTOS, Brasil — Brasil se despidió por última vez de Pelé el pasado 3 de enero, enterrando a la leyenda que unificó a un país históricamente dividido. El recién inaugurado presidente Luiz Inácio Lula da Silva presentó sus respetos en Vila Belmiro, el estadio donde el ex futbolista jugó durante la mayor parte de su carrera.
Pelé fue enterrado en Santos, la ciudad donde creció, se hizo famoso y ayudó a convertir en una de las capitales mundiales del fútbol. Se celebró una misa en el estadio de Vila Belmiro antes de que el ataúd negro fuera conducido por las calles de la ciudad en un camión de bomberos.
Fue llevado al cementerio mientras las bandas tocaban la canción oficial del equipo de Santos y un himno católico. Antes de ingresar el ataúd envuelto en oro, los asistentes cantaron canciones de samba que le gustaban a Pelé.
Algunas leyendas del deporte no estuvieron presentes en el sitio.
“¿Dónde está Ronaldo Nazario? ¿Dónde está Kaká, dónde está Neymar? preguntó Claudionor Alves, de 67 años, que trabaja en una panadería junto al estadio. “¿Creen que serán recordados como lo será Pelé? Estos chicos no quisieron cortar sus vacaciones, ese es el problema,” lamentó.
Otro ausente notable fue Jair Bolsonaro, cuyo mandato como presidente finalizó el 31 de diciembre. Un día antes, partió desde la capital Brasilia en un vuelo a Florida, eludiendo el deber ceremonial de pasar la banda presidencial a Lula. Bolsonaro se hospeda en un complejo de condominios en las afueras de Orlando y ha sido filmado hablando con los vecinos.
Geovana Sarmento, de 17 años, esperó en la fila de tres horas para ver el cuerpo de Pelé en reposo. Ella vino con su padre, quien vestía una camiseta de Brasil con el nombre de Pelé.
“Yo no soy del Santos, mi padre tampoco. Pero este tipo inventó la selección de Brasil. Hizo a Santos más fuerte, lo hizo grande, ¿cómo no lo vas a respetar? Es una de las mejores personas de la historia, necesitábamos honrarlo,” dijo Sarmento.
En las décadas de 1960 y 1970, Pelé fue quizás el atleta más famoso del mundo. Conoció a presidentes y reinas, y en Nigeria logró una pausa en una guerra civil para verlo jugar. Muchos brasileños le dan crédito por poner al país en el escenario mundial por primera vez.
Hileras de camisetas con el número 10 de Pelé se colocaron detrás de una de las porterías, ondeando en los vientos de verano de la ciudad. Las gradas se iban llenando de ramos de flores colocados por los dolientes y enviados por clubes y estrellas del deporte y espectáculo. Neymar y Ronaldo, entre ellos. Los altavoces tocaban una canción llamada "Eu sou Pelé" ("I am Pelé”) que grabó el propio brasileño.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo a los periodistas que todos los países deberían nombrar un estadio con el nombre de Pelé. “Estoy aquí con mucha emoción, tristeza, pero también con una sonrisa porque nos regaló tantas sonrisas”, dijo Infantino.
“Como FIFA, rendiremos homenaje al ‘Rey’ y le pedimos al mundo entero que guarde un minuto de silencio”.
Pelé se encontraba en tratamiento por un cáncer de colon desde 2021. El centro médico donde estuvo internado dijo que murió de insuficiencia orgánica múltiple como resultado del cáncer.
Pelé llevó a Brasil a los títulos de la Copa Mundial en 1958, 1962 y 1970 y sigue siendo uno de los máximos goleadores de todos los tiempos del equipo de Brasil con 77 goles. Neymar empató el récord de Pelé durante la Copa del Mundo de este año en Qatar.