Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
!Amados Hermanos de Luz!
¿Le tienes miedo a la muerte?
Lo entiendo perfectamente, influencias culturales, religiosas, desconocimiento y otras circunstancias hacen que sientas temor a la muerte. (Sobre todo para quienes se les ha enseñado sobre las aterradoras llamas del infierno).
Esto nada tiene que ver con el hermoso sentimiento del amor, me refiero profundamente al apego sin sopesar la vida en sí y sus consecuencias. A través del amor, la ausencia nos trae el entendimiento y el recuerdo de la vida. Por el contrario, el nacimiento es alumbramiento, trae esperanza, felicidad y agradecimiento. ¿Pero se han puesto analizar que la vida llega y se va para todos? No hay un solo ser a quien se le haya permitido permanecer sin partir de este plano astral.
Aprender a superar a la muerte puede parecer muy difícil, pero no lo es, con esto no quiero decir que esa despedida debe ser sin ninguna importancia, todo lo contrario aun en los casos más terribles, la misma es una terminación de la vida, la conclusión de una estadía de fecha de llegada y fecha de salida.
Ha llegado su hora, la muerte esta ahí. Aprender, aceptar. Necesitamos estar en paz, haber reconocido nuestra estadía y hablar con Dios.
En muchos casos el temor a la muerte dificulta la vida, convirtiéndola en un tormento no solo a quien se dificulta pero también en casos a quienes les rodean.
Tendremos dificultades sin saber cómo salir de las situaciones, la vida se presenta en personas con momentos de profundo dolor físico que no se calma o puede ser aliviado. Sufrir de una enfermedad atroz puede desencadenar esos temores por ejemplo si piensa que no hay retorno.
Hay casos en que me han preguntado sobre el suicidio en realidad son terminaciones de la vida lamentables. Yo respeto la vida. El suicidio es un tema espiritual para tratar en otra oportunidad.
Hay casos en que de manera injusta sentimos que acortaron la existencia de un ser y duele tanto que nos queda es buscar la paz en las maravillas de Dios en la tierra, pues nuestra vida continua.
Ante la muerte... ¿Qué hacer? Vivir el duelo de la separación con amor y la resignación llega. No llenarse de odio, resentimientos, culpa. Continuar con la mejor disposición de vida recordando cada ser, así permanecerán vivos entre nosotros en su viaje de regreso a casa.
Me ha tocado presenciar despedidas de seres amados en circunstancias dolorosas y he visto la muerte rondando he sentido frío de impotencia, pero mi conocimiento de esas despedidas me ha permitido sentir el despego con dolor y aceptación, con una conciencia clara de que llegó la fecha de vencimiento, de allí la importancia de trabajar en la aceptación.
También en estas experiencias he aprendido que las personas que han vivido con odios, resentimientos, crímenes y amarguras parecen tener las muertes más difíciles, con cuerpos que son un despojo. Muy distinto es tener un espíritu sano que reconoce culpas, miedos asociados a la muerte no en complemento con el cuerpo viejo o enfermo.
Aquellos que han comprendido que la vida es un camino donde venimos aprender y a crecer, aquellos que han hecho las paces consigo mismos y con los demás y que han comprendido el valor del amor y el perdón tienen muertes apacibles.
Hermanos de Luz no aprendemos a nacer, pero si debemos aprender a vivir para morir en paz.
!Bendiciones!
Raquel