TAMPA - Ana Guerrero de Vargas nunca olvidará el día que le comunicaron que su hija Sade, entonces de 3 años, padecía autismo y sintió que la vida se le acababa. Esto sucedió hace 10 años, pero desde entonces mucho ha cambiado para esta dominicana de 34 años.
Hoy dirige un grupo de apoyo para padres con hijos de necesidades especiales, llamado "Todos unidos luchando por una misma causa", que se dedica a orientar y ayudar a las familias que tienen hijos con autismo.
El grupo se reúne cada segundo sábado del mes, de 10:30 a 11:30 de la mañana en la Biblioteca de Brandon. Allí, según compartió Vargas con CENTRO Tampa, discuten inquietudes, ofrecen consejos y asesorías a las personas que recién comienzan a conocer esta condición.
"Decidí fundar el grupo después de haber participado en varios grupos de apoyo en los que no encontré lo que necesitaba. Para mí no solo los niños, también los padres necesitan sentirse apoyados", comentó Vargas.
Hace seis años ella y una amiga eran las únicas integrantes del grupo que tuvo sus comienzos en Facebook. Luego otras personas se fueron uniendo y decidieron hacer reuniones presenciales.
"Nuestro grupo se mantiene por Facebook, pero es privado porque los padres así lo pidieron. Ya somos 339 miembros y en las reuniones y charlas siempre tenemos llenos", dijo Vargas. "Compartimos listados de psicólogos, doctores, terapeutas y ayudamos a los padres a conseguir los médicos. Además, les ofrecemos apoyo emocional y compartimos experiencias para que ellos no sientan que están solos".
En estos momentos Vargas, junto a las otras coordinadoras Grisel Briceño, Raisa Rodríguez y Cristy Carmo se enfocan en preparar un taller para 2020, titulado Enamórate de ti, con Ana Vargas y Grisel Briceño.
"La idea fundamental del taller es ayudar a la persona a llevar el duelo del autismo, antes durante y después, además trataremos aspectos relacionados con la relación de pareja cuando tienen un niño autista, cómo se debe manejar la relación y cómo se debe cuidar uno mismo", dijo Vargas.
El objetivo final es convertirse en una organización sin ánimos de lucro, guiada por las coordinadoras del grupo que son profesionales en áreas capacitadas para ayudar a los padres de niños con autismo.
"Yo no sabía qué era el autismo, desde que tuve que enfrentarme con el diagnóstico de mi hija Sade, me he dedicado a buscar información y a compartirla con otros padres para que no se sientan desinformados como yo lo estaba", dijo Vargas visiblemente emocionada.
La dominicana, después de haber hecho estudiado una carrera en estilismo, decidió emprender una nueva meta para entender qué sucedía con su hija y se graduó con honores en Psicología en la Universidad del Este en Estados Unidos.
"Esa fue la forma que encontré de entender lo que estaba sucediendo con mi hija", explicó Vargas. "Cuando me hablaron del diagnóstico yo pensé que se me acababa la vida y mi madre me dijo: ´No ahora es que tu vida empieza, ahora es que tienes que ser fuerte".
Después de unos minutos de reflexión, Vargas dijo a CENTRO que al enterarse de la noticia estuvo tres semanas encerrada sin hablar con nadie.
"El autismo de mi hija era muy fuerte, para nosotros los primeros años fueron tremendos, mi esposo es militar y estaba fuera del país y gracias a los médicos y a los terapeutas pudimos salir adelante", comentó Vargas.
Para hacer el mes azul aún más especial Sade cumplió el día 3 de abril sus 13 años y según su mamá el cambio ha sido del cielo a la tierra.
"Con el esfuerzo que todos hemos hecho y la dedicación que he tenido con ella se ha convertido en una niña más sociable. Antes gritaba no le gustaban las personas y ahora se encariña con la gente. La terapia ha sido fundamental", dijo Vargas.
Además de atender el grupo de apoyo para padres, Vargas es vicepresidenta de la Asociación Dominicana y comparte su tiempo entre las terapias de Sade y de su hijo de 2 años que tiene dificultades auditivas y atiende la educación de sus hijos en casa.
Para ella sus 15 años de matrimonio, el apoyo de su esposo, la disciplina y la organización son la clave del éxito.
"Hay que convertir los obstáculos en cosas positivas. Tienes que pensar en ti y cuidarte para apoyar a tu familia, tener tu tiempo libre y si Dios te lo permite una familia que te ayude", dijo la dominicana.
Sus compañeras del grupo de apoyo sienten que poder estar cerca de ella es inspirador.
"Le agradezco a Ana la intrépida idea de comenzar el grupo para ayudar a esos padres. Disfruto trabajar con ella y honrar a nuestra comunidad hispana de la mejor manera", dijo Briceño.
Rodríguez, del grupo de apoyo, piensa que pertenecer a este es más que una labor: es poder servir de guía e instrumento a los padres que están recibiendo por primera vez la noticia de que su bebé es especial, o para quienes ya la han recibido y aún necesitan apoyo.
"Yo como madre de una niña especial reconozco que el camino es largo y puede ser solitario y confuso. Tomar parte de este equipo me ofrece la oportunidad de dar apoyo emocional de medida en que puedo estar presente para escuchar y proveer consejos", dijo Rodríguez.
Para contactarse con el grupo llame a: (941) 500-3361 o (813) 562-0255, ó escríbales al correo electrónico: Todosunidos0905@gmail.com
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