FREEPORT, Bahamas (AP) — Más de 2,500 personas están registradas como desaparecidas en Bahamas después del huracán Dorian, informaron el miércoles las autoridades. Sin embargo, se debe cruzar esos datos con los nombres de las personas que fueron desalojadas de las islas devastadas o que permanecen en albergues.
Carl Smith, vocero de la agencia para el manejo de emergencias, dijo que espera que la lista se reduzca conforme se haga la revisión.
Más de una semana después de que Dorian destruyera miles de casas en las islas Gran Bahama y Ábaco, el número oficial de muertes permanece en 50, pero se prevé que aumentará, ya que los rescatistas todavía remueven esccombros.
Aunque la electricidad regresó a gran parte de Grand Bahama, Smith dijo que la infraestructura eléctrica en Marsh Harbour, la ciudad más grande de Ábaco, quedó destruida.
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Mientras miles de sobrevivientes del huracán Dorian llenan los botes y aviones en la capital de Bahamas, enfrentados a la necesidad de iniciar nuevas vidas, preguntándose cómo hacerlo o por dónde empezar.
Algunos debatían sus próximos pasos sentados en vestíbulos de hotel. Otros viajaban en autobús a refugios a rebosar. Algunos eran recogidos por amigos o familiares que les ofrecían un lugar donde quedarse un tiempo en New Providence, una isla de unos 13,000 habitantes que no había visto tanta gente llegar a su orilla en la historia reciente.
Carla Ferguson, una vecina de 51 años de Treasure Cay, salió el lunes por la tarde de un pequeño aeropuerto en Nassau con su hija y otros parientes y miró a su alrededor mientras se ponía el sol.
"No sabemos dónde vamos a quedarnos", dijo. "No lo sabemos".
Ferguson y su familia llevaban una gran bolsa de lona y tres cajas de plástico, la mayoría llenas de ropa donada que recibieron antes de abandonar su pequeña y devastada isla.
"Nadie se merece pasar por esto", dijo su hija, Dimple Lightbourne, de 30 años, mientras se enjugaba las lágrimas.
El gobierno estima que solo en las Islas Ábaco, que incluyen Treasure Cay, hasta 10,000 personas necesitarán comida, agua y alojamiento temporal, y las autoridades estudian levantar asentamientos con carpas o contenedores mientras despejan los escombros en el arrasado norte del país para que la gente pueda volver con el tiempo.