Especial para CENTRO Tampa
Hasta el 7 de noviembre tienen plazos los venezolanos que solicitaron TPS en Estados Unidos para re-inscribirse y así mantener ese beneficio migratorio hasta el 10 de marzo de 2024.
De 320,000, que se estimaba podrían anotarse en el programa, finalmente, sólo lo hicieron más de 255,000. De esa cifra, menos de la mitad, 111,700, ya recibió la aprobación, pueden pedir permiso de trabajo, cuentan con un número en el Estado, y en consecuencia pueden permanecer por 18 meses sin temor a ser deportados, a menos que incurran en un delito.
El resto, 138,000, aún debe esperar por el visto bueno del Servicio de Inmigración de EEUU, luego de actualizar los datos entre el 10 de septiembre y el 7 de noviembre.
¿Qué pasó con el resto? ¿Por qué no se inscribieron en el TPS?
Es probable que, entre esos 60,000, están quienes buscan la aprobación del asilo político; es decir, aguardan por la entrevista y no recurren a subterfugios. Hay miles.
En esa lista de espera, estamos los periodistas venezolanos, perseguidos por ejercer la profesión y ser “objetivos a ser eliminados” por el régimen chavista. Hay cientos con 8 años; otros con 7, 6, 5,4 o 3 años, sin ser entrevistados.
En ese tiempo, muchos han tenido hijos; y se han establecido en proyectos propios o nuevos. Pero les preocupa estar en el “limbo”.
“La incertidumbre es insoportable. Estamos en una total indefensión. Estamos presos en una jaula de oro, con pasaporte vencido y en una inacción del Estado norteamericano”, se quejó una colega, que lleva cuatro años sin respuesta. Por ello, la Embajada de Venezuela (del gobierno interino) recomendó tener un “plan B” con el TPS, si se prorroga la larga espera por el asilo; pero -aún así- ese grupo, se quedó con el “Plan A”.
Soy uno de ellos. Sé que reprochan la decisión. ¿Qué locura? ¿Qué pasa si no te aprueban el Asilo Político?
La respuesta: Desde el principio, consideré que el TPS sirve para quienes no tienen un caso de asilo fuerte o, como dicen aquí, es “frívolo”, superfluo o débil.
A diferencia de ellos, fuí amenazado por el fallecido Hugo Chávez en 2007 con “sangre y mierda”; atacados por sus ministros; uno de ellos, me ofreció caerme a “coñazos” (golpes) y en 2017, el ex jefe de la policía política, general Hugo Carvajal (solicitado por EEUU por narcotráfico) me demandó ante tribunales, por lo que tuve que huir de Venezuela porque, de lo contrario, hoy estaría preso.
En mi estadía en EEUU he luchado por la libertad de Venezuela y escribí un libro “La Invasión Roja, la maldad de la izquierda”, en el cual denunció los planes de Rusia, China y Cuba por conservar la dictadura chavista en el poder. Tengo elementos para sustentar el Asilo Político.
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Venezolanos locales y simpatizantes cubanos protestan por años contra el gobernante Maduro y el régimen de influencia cubana del gobierno.
En la práctica, quienes aún no tenemos asilo aprobado, contamos con una protección en EEUU; un permiso de trabajo; un número en el Estado y podemos vivir acá. Un agradecimiento eterno a esta Gran Nación. Mil bendiciones a esta tierra. El tema es la “incertidumbre”, de la cual señaló la periodista, que provocan los retardos en USCIS, y que lleva a la pregunta: ¿Y el asilo pa’ cuándo?.
El TPS es una medida administrativa, en vista de la demanda de asilo de connacionales, el retardo en aprobarlos por la carencia de personal. De hecho, USCIS anunció a mediados de año que necesitaban 4,000 funcionarios para atender los servicios ofrecidos.
Los hechos indican que, lejos de bajar, la cifra de emigrantes aumenta cada día en EEUU y, con ello, la tardanza en procesar los casos pendientes. Sólo entre julio y agosto, ingresaron 1,395 nuevos expedientes.
Las estadísticas indican que, en términos generales, 70% de los asilos son rechazados, aunque en 2020, los venezolanos ocuparon el primer lugar en lista de los países a quienes se les concedió de manera formal. 3,349; seguido de China, con 2,855; Turquía, 1,568; Egipto, 1,336; y Rusia, 741 (Informe U.S Department of Homeland Security).
En 2021, USCIS procesó 39,000 casos de asilo afirmativo, 44,000 determinaciones de temor creíble y más de 4,400 determinaciones de temor razonable. El 2 de agosto de 2021, la agencia abrió una nueva oficina de asilo en Tampa, Florida, pero aún persisten los retrasos y éstos aumentarán. Cada año, EEUU recibe 100,000 solicitudes de Asilo político.
La Plataforma de Conducción Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, R4, indica que hay 487,000 venezolanos en EEUU. No obstante, con el ingreso por las fronteras con México, las solicitudes migratorias generarán mayor congestión en inmigración.
En lo que va de 2022, el Servicio Nacional de Fronteras de Panamá registró que, de 108,000 ciudadanos, entre ellos 15,000 niños que pasaron por la terrible selva de Darién rumbo a EEUU, 70% provenían de Venezuela.
Ya esa cantidad de personas están en EEUU y se sumarán a lista de solicitantes de asilo, a pesar de que la mayoría no cuenta con elementos suficientes para demostrar “miedo creíble”, o que son realmente perseguidos.
Ya en 2021, alerté en el reportaje “Lobos y camaleones en EEUU”, publicado en CENTRO Tampa, sobre el plan de Nicolás Maduro de enviar delincuentes, al estilo de Fidel Castro, para generar caos. Los hechos recientes en albergues y calles de Nueva York, así lo demuestran. Esos casos deben ser evaluados pues no se pueden permitir “lobos” en el país; gente que roba; que pide dinero en las calles, en lugar de trabajar; y que quiere vivir a costa del erario público, de los impuestos al americano.
En el caso de la protección a quienes sí lo merecen, EEUU debe honrar su compromiso y mantener su historial a favor del perseguido. En otroras, Harry Truman (presidente entre 1945 y 1953) luchó para convencer al Congreso y al público de recibir a los refugiados judíos. En 1968, Estados Unidos firmó un acuerdo con las Naciones Unidas para proteger a refugiados como parte de un compromiso global colectivo. 12 años después estableció esa disposición en una ley, que creó el sistema de asilo y de identificación de los refugiados entre los migrantes en y dentro de las fronteras de EEUU.
De lo contrario, lamentaremos re-preguntar: ¿Y el asilo pa’ cuándo?
Hernán Lugo-Galicia, periodista venezolano, asilado en EEUU. Puede escribirle a hlugogalicia@gmail.com