Foto cortesía de CLAUDIA ARCABASCIO
La Pavlova Sugar Free y Keto de Claudia's Heavenly Flan & Cakes, uno de los pasteles más solicitados de la tienda en Clearwater.
La historia de Claudia Arcabascio, una emprendedora venezolana en los Estados Unidos, es una mezcla de sabores familiares, creatividad y el arte de preservar la tradición hispana en cada bocado. Su pasión por los flanes y pasteles se ha convertido en un símbolo de esperanza y perseverancia para la comunidad latina en Tampa.
Arcabascio descubrió su vocación entre ollas, sartenes y dulces aromas.
“Crecí viendo a mi madre hacer magia en la cocina. Comer en casa era un auténtico festín”, comenta con nostalgia.
La cocina siempre fue un refugio de amor, donde la ética y la calidad eran prioridades. Su madre, influenciada por la abuela de Claudia, aprendió a cocinar en un pequeño bistró en Francia, donde las recetas eran un bálsamo en tiempos difíciles. No solo heredó esas recetas, sino también un compromiso con la excelencia.
“Mi flan, conocido en Venezuela como quesillo, es una mezcla de tradiciones de Venezuela, Francia e Italia. Esos tres sabores son la esencia de lo que ahora es Claudia’s Heavenly Flans & Cakes”.
Así, la cocina se convirtió para ella en un arte, donde cada ingrediente es seleccionado con el mismo cuidado y amor con el que preserva el legado familiar.
En 2001, la emprendedora llegó a los Estados Unidos en busca de un mejor futuro para sus hijos, enfrentando desafíos personales y de salud.
“Llegué muy enferma y asustada por mis hijos, fue un salto al vacío”, recuerda.
Su decisión de asentarse inicialmente en Los Ángeles fue motivada por la esperanza de mejorar su salud y ofrecer a sus hijos oportunidades que ya no eran posibles en su tierra natal, Venezuela.
Sin embargo, los retos no terminaron allí. Arcabascio tuvo que adaptarse a una nueva cultura y enfrentar el complejo proceso de legalizar su residencia. Fue un camino lleno de incertidumbre, pero su fe y determinación la mantuvieron firme.
“Todo pasa por una razón, y esa razón es para transformarnos”, afirma con confianza. En medio de todas las dificultades, decidió echar raíces en los Estados Unidos y comenzar a construir un sueño que luego se convertiría en una dulce realidad.
Dulces Sueños
La historia de Claudia’s Heavenly Flans & Cakes comenzó como una tradición casera. Con habilidades perfeccionadas desde la infancia, Arcabascio preparaba postres para amigos y familiares en su tiempo libre.
“Mi papá siempre fue mi mayor admirador. Compraba moldes e ingredientes solo para ver qué crearía”, dice con una sonrisa.
Sin embargo, nunca imaginó que esas creaciones se convertirían en la base de su negocio. A medida que su fama crecía entre amigos y conocidos, surgió la idea de comercializar sus productos. En 2019, con mucho esfuerzo y sin conocimiento previo de gestión empresarial, la venezolana decidió abrir su pequeña pastelería.
“Empecé completamente sola, sin saber nada de negocios, pero con el tiempo fui creciendo poco a poco”, rememora. Su enfoque en ofrecer postres sin químicos ni aditivos, elaborados con ingredientes de alta calidad, la distinguió en un mercado altamente exigente.
Justo después de abrir su negocio, el mundo fue impactado por la pandemia de COVID-19. Para Claudia Arcabascio, la situación fue crítica.
“Acababa de empezar”, relata. “No tenía forma de compensar las pérdidas porque apenas había abierto”.
Pero en lugar de rendirse, decidió reinventarse. Gracias a la orientación de una amiga, invirtió en mercadeo y diversificó su oferta, incluyendo opciones como sándwiches, ensaladas y lasañas veganas.
“En lugar de achicarme, me concentré en promocionar mi negocio y ofrecer diferentes productos para sobrevivir a la pandemia. Comencé a hacer entregas a domicilio, y poco a poco, el negocio empezó a recuperarse”, comentó.
Esa capacidad de adaptación fue clave para mantener su empresa a flote durante los momentos más difíciles, y hoy Claudia puede decir con orgullo que ha superado esa etapa con éxito.
Arte Comestible
Para la emprendedora y pastelera, la cocina es mucho más que una profesión, es un arte.
“No solo vendo algo para comer. Vendo arte comestible, sabores que evocan recuerdos y son una expresión de amor”, subraya.
Este enfoque ha sido la esencia de su éxito, ya que cada pastel o flan que produce conecta con la historia y la cultura de sus clientes.
“El flan, tres leches y otros sabores latinos siempre estarán en mi menú porque son parte de lo que soy”, declara con orgullo.
El servicio personalizado y la atención al detalle son características que han distinguido su marca.
“Cada pastel tiene una historia detrás. He aprendido que para muchas personas, ese postre que preparas representa un momento especial, una celebración que recordarán de por vida”. Su pastelería se ha convertido en un punto de encuentro para quienes buscan calidad y autenticidad.
Arcabascio tiene claro que la clave del éxito en un mercado tan vasto como el estadounidense es la consistencia y la calidad.
“Hay mucha competencia aquí, pero si tienes un buen producto y trabajas duro, puedes salir adelante”, asegura. El mercado americano, con su diversidad cultural, ha obligado a Claudia a adaptar el menú de su tienda sin descuidar los sabores que representan su identidad.
“Empecé con productos básicos y poco a poco he ampliado la oferta. No se puede correr antes de aprender a caminar”, aconseja a quienes buscan iniciar un negocio. Esta estrategia le ha permitido sostener su empresa con recursos propios, sin depender de grandes inversiones externas.
En 2023, Arcabascio comenzó a participar en ferias de bodas para promocionar sus servicios y recientemente firmó un contrato con DoorDash para ofrecer algunos de sus productos en la plataforma.
“Aún estamos en las primeras etapas, pero la meta es crecer de manera gradual y sostenible”, expresó.
Este año, también planea participar en eventos de degustación y explorar nuevas asociaciones con negocios locales.
“Mi consejo para quienes sueñan con iniciar un negocio es estudiar, investigar y adaptarse a lo que el mercado demanda. Pero, sobre todo, hacer lo que les apasiona, porque cuando amas lo que haces, todo es posible”.