En una serie de clases magistrales, Bulla Gastrobar, en colaboración con la Familia Torres, ofreció recientemente a los comensales un recorrido por los vinos de Ribera del Duero, una de las regiones vinícolas más celebradas de España.
El evento, celebrado el 14 de mayo, se convirtió en una experiencia culinaria única en el distrito de SoHo, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de explorar los vinos españoles mientras disfrutaban de una delicada selección de tapas.
Jaime Torres, chef partner del recinto gastronómico en Tampa, explicó que este evento marcó la segunda parada de un recorrido gastronómico que comenzó en Cataluña.
"Este evento fue un completo éxito; vendimos todas las entradas," dijo Torres, señalando que, con tan solo 10 asientos disponibles, fue un encuentro exclusivo en el que los asistentes disfrutaron de una experiencia más personalizada. El maridaje de tres vinos con tapas regionales tradicionales — incluyendo carpaccio de salmón y costillas — aseguró que cada sabor armonizara perfectamente con cada copa.

Foto cortesía de BULLA GASTROBAR
Jaime Torres, chef partner de Bulla Gastrobar Tampa.
Un encuentro con la familia Torres
La familia Torres es uno de los mayores productores de vino en España, conocida por su compromiso con la elaboración de vinos de alta calidad. A lo largo de los años, ha desarrollado una relación estrecha con los viñedos de Ribera del Duero, produciendo etiquetas emblemáticas como Celeste.
"La familia Torres se dedica a hacer vinos excepcionales. Protege cuidadosamente su marca y se enfoca en crear productos que solo están disponibles en restaurantes selectos," explicó el chef, quien tuvo la oportunidad de visitar los viñedos.
El evento permitió a los asistentes conocer la historia detrás de cada etiqueta y explorar cómo el terruño y el clima modelan el carácter de la uva.
"Incluso si las uvas son similares, el clima y el suelo pueden cambiar drásticamente el perfil de un vino." Este conocimiento enriqueció la experiencia, convirtiendo cada sorbo en un viaje a través de las diversas regiones vinícolas del país ibérico.
Un menú diseñado para realzar la experiencia vinícola
Cada tapa fue cuidadosamente diseñada para complementar el vino que la acompañaba, un arte que el Chef Torres dominó con precisión.
"El maridaje es esencial. No se trata solo de sabor, sino de cómo el vino puede realzar el plato y viceversa," dijo Torres.
Los asistentes comenzaron con un carpaccio de salmón maridado con una selección de Celeste Verdejo, un vino suave y fresco que equilibraba con la acidez de la vinagreta. La noche continuó con montaditos de res, maridados con el Celeste Crianza.
"Crianza tiene un perfil más robusto, lo que lo hace ideal para maridar con la carne de res, que tiene una ligera acidez debido a la salsa criolla," explicó Torres. El plato final fue costillas cocidas lentamente, servidas con espuma de papa y salsa criolla, acompañadas de Celeste Reserva, un vino de mayor complejidad.
El papel de la gastronomía latina en Tampa
Tampa ha visto florecer su escena culinaria en los últimos años. El chef Torres, quien arribó a la ciudad tras una exitosa carrera en Nueva York y Europa, considera que la región tiene un gran potencial para consolidarse como un referente gastronómico en crecimiento.
"En los dos años que llevo en Tampa, he visto cómo la ciudad ha evolucionado, no solo en cuanto a la cantidad de restaurantes, también en la calidad y diversidad de su oferta gastronómica," comentó, destacando el papel de Bulla Gastrobar en ofrecer auténtica cocina española.
La decisión de traer los vinos de Ribera del Duero al área refleja tanto la influencia de la cultura española como el compromiso de los chefs latinos por elevar la gastronomía local.
Torres destacó el creciente impacto de los vinos latinos en EE. UU. y subrayó la evolución de la industria vinícola en América Latina, con países como Colombia, Perú y Chile ganando reconocimiento internacional.
"Cada vez se producen más vinos naturales y orgánicos en América Latina. La calidad sigue mejorando, y la gente está cada vez más curiosa por probar nuevas variedades," comentó.
Torres también destacó la creciente popularidad de los vinos naturales, aquellos cultivados sin pesticidas y utilizando métodos más sostenibles.
"Lo fascinante de los vinos naturales es que cada botella puede sorprenderte con un perfil de sabor único, dependiendo de la región y las condiciones de cultivo," dijo.
El valor de la educación enológica
Uno de los aspectos destacados ha sido la oportunidad para que los asistentes puedan aprender directamente de los expertos, incluido un sommelier de la Familia Torres.
"Para mí, lo más importante de estas clases es ayudar a la gente a entender cómo el vino puede realzar sus experiencias gastronómicas," comentó Torres.
"El maridaje no se trata solo de probar un vino con un plato, es entender cómo se complementan y realzan mutuamente."
La mayoría de los asistentes eran aficionados al vino, quienes agradecieron la oportunidad de aprender más acerca de estas cosechas españolas.
"El vino es un mundo infinito que está en constante evolución, y debemos educar nuestros paladares para elevar nuestras experiencias culinarias," dijo Torres.
Un viaje sensorial que, aunque descorchado por solo una noche, reabrió la puerta a las tradiciones españolas que florecen en el corazón de la ciudad.