Por Hernán Lugo-Galicia
Especial para CENTRO Tampa
Vivían X. sufrió mucho pánico cuando cruzó la frontera México-Estados Unidos, pues sentía temor a ser asesinada, violada o que terminara en manos de la red de trata blancas.
Y es que el periplo para llegar a tierras norteamericanas no es halagador. No sólo implica tener que caminar largas vías, sino saber con quiénes puede juntarse y, así protegerse en grupos, y prepararse para ser víctima de las extorsiones, las estafas o cualquier maniobra de quienes buscan despojarlos de los pocos bienes que cargan.
Vivían X. al igual que cientos de venezolanos que han optado por tratar de llegar a Texas con todos los riesgos que eso implica, en su plan de huir de la dictadura chavista y por la aprensión de que sus vidas no valen nada en su país natal.
Acnur reporta 5,9 millones de venezolanos de inmigrantes y refugiados que han salido de su país a otros en busca de libertad, mejor condición de vida; entre ellos, hay 850,000 que han pedido asilo político a donde llegan. Sin embargo, hay cosas que, hasta ahora, eran insospechadas y que le erizan la piel a cualquiera, sobre todo a mujeres como a Vivían X.: A las amenazas de morir en el camino; ser detenidas y confinadas en cárceles comunes en México o EEUU y el drama en los refugios existentes en la frontera, se le agrega el tener que colocar su destino en manos de gente desconocida, inescrupulosa y ligada a bandas delincuenciales en México: Los traficantes de inmigrantes.
Paquetes de Coyotes
Antes de llegar a tierras mexicanas, los inmigrantes deben tener contacto con quienes les indicarán qué hacer. Para ello, existe la “red de polleros o coyotes”, que se encarga de dar protección durante la travesía.
Aunque anteriormente la red estaba conformada sólo por mexicanos, ahora se le han unido venezolanos, que prometen trasladar a las personas a cambio del pago de una cuota individual o familiar en dinero, dependiendo de cómo lo evalúan en el momento.
El “nuevo emprendimiento”, con enlaces en Venezuela, México y EEUU, ofrecen hasta “combos”. Es decir, un “paquete” a la tierra del Tío Sam, que incluye: Boleto aéreo. Incluso, indican cuáles aerolíneas deben comprar el boleto. Cuál es el horario más indicado para abordar el vuelo y llegar a México. La recomendación es que viajen de noche, revelan inmigrantes, cuya identidad se resguardan por seguridad.
La ruta es la siguiente: Caracas, Ciudad de México y estados limítrofes con Estados Unidos. El más usado es Caracas-Ciudad de México-Monterrey, hasta la Ciudad Acuña, por ser más seguro y menos expuestos a los ataques de narcotraficantes.

OT2C7T5DXFDNFKGQT2PXZNPSBI.jpg
En la frontera México-EEUU. Lugar Del Río, Texas.
La “alícuota”, en este momento, oscila entre $1,100 o $1,200 por el traslado hasta la frontera, más $200 para gastos en la caminata, y por supuesto, el costo del pasaje.
En caso contrario, entre febrero y julio, puede ser la mitad de ese monto. Los interesados suelen comprar sólo el “paquete” de ida, que puede llegar a ser de $ (MXN) 6,000.
Antes, en 2020 e inicios de 2021, los “coyotes” llegaron a cobrar entre $2.000 por persona, y $3,600 por núcleo familiar de tres personas (padre, madre y un menor).
La baja en los costos es atribuida a la incursión de los venezolanos en el negocio del tráfico de inmigrantes.
Los estados de llegada son Texas (y por el cual tienen que nadar en el Río Grande) y Arizona, que es limítrofe con Sonora y otros lugares mexicanos, pero que resulta peligroso porque hay que caminar por el desierto.
Una vez que llegan a la frontera, los pasajeros deben cambiarse de ropa y tomarse una foto. La gráfica deben enviárselas a los coyotes, que los recibirán, para que puedan reconocerlos.
A finales de noviembre, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, siglas en inglés) registró el ingreso de 169 inmigrantes venezolanos, que llegaron en dos grupos, a Texas. Todos solicitaron asilo político.
La cifra de venezolanos subió a medida que transcurrieron los meses. En enero, se totalizaron 85, pero en mayo, el reporte fue de 5,400 personas. Solo desde El Río, Acuña, han pasado durante el año, 10,500 venezolanos, según reportes de la policía fronteriza americana.
El 19 de diciembre, los representantes de la embajada de Venezuela en EEUU estuvieron en Houston, donde se reunieron con miembros de la diáspora venezolana; se comprometieron a consolidar los mecanismos de protección; y agradecieron a las autoridades que han auxiliado a los connacionales que se han perdido en el desierto, tratando de entrar a esta nación.
En el caso de los caminantes, los funcionarios reconocidos por la Casa Blanca como legítimos representantes de los venezolanos en EEUU, pusieron a disposición el correo mandatorynotification@us.embajadavenezuela.org para que los familiares de desaparecidos o detenidos en la frontera México-EEUU informen esos casos y así darles el apoyo.

BOAO7V3DAFCBTIKFQC6G7Y6WCU.jpg
Los coyotes ofrecen paquetes a los inmigrantes que se arriesgan a cruzarla frontera, incluyen cambio de ropa antes de cruzar. Foto: Cortesía
El nuevo problema para EEUU, no sólo que la cifra de inmigrantes ilegales aumente, sino que entre ellos, se cuelen personas que poseen antecedentes penales y que, en lugar de venir a trabajar a territorio estadounidense y ganarse la vida de manera honrada, comiencen a delinquir, como ya pasó en Colombia, Perú y Ecuador, donde la policía ha desmantelado bandas de venezolanos y se ha producido el auge de delitos.
En territorio colombiano, por ejemplo, los cuerpos de seguridad luchan contra el Tren de Aragua, un grupo delincuencial que opera en la frontera entre Táchira (Venezuela) y Cúcuta. La banda debe su nombre al estado aragüeño, donde sus jefes operaban desde una cárcel. La actuación de estos malandros termina por afectar a los inmigrantes venezolanos, que son honrados, y por ende, sufren luego la xenofobia, propia de quien ve a un extranjero como un enemigo sí éste lo roba, lo intimida, amenaza y, en el peor de los casos, asesina.
Vivían X ya está en EEUU; pasó dos meses en un centro de detención, donde vivió otros momentos de incertidumbre y terror por el maltrato que ella y otros cientos de inmigrantes sufrieron, pero le preocupa que el perfil de quienes están pasando por la frontera no sean profesionales, sino personas enviadas por el régimen chavista para dañar la imagen del buen venezolano.
¿Sabrá esto la inteligencia de EEUU?
¿La medida de solicitar visas a los venezolanos en México apunta en esa dirección?
¿La permanencia en México mientras tramitan el asilo busca parar la alta inmigración o verificar los antecedentes criminales?
Hernán Lugo-Galicia, periodista venezolano, que trabajó en los medios nacionales más importantes de ese país, como El Nacional. Está asilado en EEUU. Puede escribirle a hlugogalicia@gmail.com o sígalo en witter: @HLGÑapita