
Foto cortesía de KellyMLacy/ PEXELS
Un apagón tecnológico generalizado interrumpe, este viernes 19 de julio de 2024, vuelos, bancos, medios de comunicación y empresas de todo el mundo.
Un fallo masivo en los servicios de Microsoft causó un caos sin precedentes el viernes, afectando a vuelos, bancos, medios de comunicación y empresas en todo el mundo. El problema, que comenzó a primeras horas del día, se extendió rápidamente, causando disrupciones significativas en la vida cotidiana de millones de personas.
Las aerolíneas, incluidos gigantes como American Airlines y Delta, reportaron problemas con sus sistemas de check-in, lo que resultó en retrasos y cancelaciones de vuelos. En aeropuertos de Estados Unidos, como el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y el Aeropuerto Internacional de Tampa, los pasajeros se vieron obligados a esperar horas en filas interminables o incluso dormir en el suelo debido a la falta de información y soluciones rápidas.
Los servicios financieros no se libraron del impacto. En Nueva Zelanda, varios bancos informaron de estar fuera de línea, lo que dejó a los clientes sin acceso a sus cuentas y servicios esenciales. En Brasil, el banco Bradesco, uno de los más grandes del país, confirmó problemas similares, afectando a millones de clientes en el momento más inoportuno.
Impacto en medios de comunicación y telecomunicaciones
El apagón no solo afectó a los servicios de transporte y financieros. En Australia, tanto los medios de comunicación como los proveedores de telecomunicaciones se vieron gravemente afectados. Las emisoras de televisión y las estaciones de radio lucharon por mantener sus transmisiones, mientras que las compañías de telecomunicaciones trabajaron contrarreloj para restaurar el servicio a sus clientes.
En el Reino Unido y Europa, la situación fue igualmente grave. Aerolíneas y bancos reportaron problemas similares, y algunos medios de comunicación, como Sky News, se enfrentaron a interrupciones en sus emisiones. Los pasajeros en el Aeropuerto de Edimburgo y el Aeropuerto de Stansted tuvieron que hacer frente a tiempos de espera prolongados y procedimientos manuales de check-in.
En India, la aerolínea IndiGo informó a sus pasajeros de retrasos debido al problema de Microsoft, lo que provocó un caos en varios aeropuertos del país. Los sistemas de check-in en línea y las cabinas de autoservicio fueron desactivados, dejando a miles de pasajeros varados.
No es un ataque cibernético
Ante la creciente preocupación al respecto de la posibilidad de un ciberataque, las autoridades y las empresas afectadas han aclarado que el fallo no se debe a actividades maliciosas. George Kurtz, CEO de CrowdStrike, aseguró que el problema fue causado por un defecto en una actualización de contenido de Windows, descartando cualquier implicación de un ataque cibernético.
El primer ministro interino de Nueva Zelanda, David Seymour, también subrayó que no había indicios de que el problema estuviera relacionado con actividades maliciosas de seguridad cibernética. "Estamos avanzando a buen ritmo para comprender los impactos potenciales," afirmó Seymour, añadiendo que el problema estaba causando inconvenientes para el público y las empresas.
En Israel, la Dirección Cibernética atribuyó las interrupciones a un problema con la plataforma de ciberseguridad CrowdStrike, confirmando que no había evidencia de un ciberataque. A pesar de estas aclaraciones, la escala del apagón ha generado una considerable preocupación entre los usuarios y las autoridades de todo el mundo.
Reacciones y medidas correctivas
Microsoft 365 publicó en X, antes conocido como Twitter, que estaban trabajando para redirigir el tráfico afectado a sistemas alternativos y aliviar el impacto lo más rápido posible. Sin embargo, las respuestas de la compañía fueron limitadas y no proporcionaron detalles claros sobre la causa del problema.
El CEO de CrowdStrike, George Kurtz, aclaró que el fallo no se debía a un ciberataque, sino a un defecto en una actualización de contenido de Windows. "El problema ha sido identificado, aislado y se ha implementado una solución," afirmó Kurtz. A pesar de estas declaraciones, el daño ya estaba hecho y la confianza de los usuarios en los sistemas de Microsoft se vio severamente afectada.
El gobierno de Nueva Zelanda, representado por el primer ministro interino David Seymour, aseguró a los ciudadanos que estaban trabajando para comprender los impactos potenciales del problema global. En Israel, la Dirección Cibernética confirmó que estaban entre los afectados, atribuyendo la causa al problema con CrowdStrike.
La magnitud de este fallo ha puesto en evidencia la dependencia global en los servicios tecnológicos de Microsoft y la necesidad de contar con sistemas de respaldo robustos para evitar futuros colapsos. La situación sigue evolucionando, y las autoridades de varios países están monitoreando de cerca para evitar mayores disrupciones.