La vida de un veterano no termina cuando se quita el uniforme. Al contrario, es entonces cuando comienza otra forma de servicio: acompañar, escuchar y tender la mano a quienes recorren el mismo camino. En Tampa Bay, esa labor encuentra un propósito definido a través de Empath Health: cuidar a quienes alguna vez cuidaron de la nación.
Carlos Rodríguez, uno de los especialistas en alianzas comunitarias de la organización de salud, conoce bien estos servicios. Nacido en Bogotá, llegó a Tampa en 1990 siendo adolescente. Hoy, después de dos décadas de servicio militar y un nuevo rol en el cuidado comunitario, dedica su tiempo a apoyar a veteranos que enfrentan la soledad, el dolor o el silencio de los recuerdos.
“Cuando regresé a casa después de la guerra, me senté en el sofá y el silencio me aterraba”, dijo. Esa pausa marcó el comienzo de su nueva misión.
Empath Health se define con un solo lema: Servir a quienes nos sirvieron. A través de su programa para veteranos, ofrece apoyo médico, social, espiritual y emocional a quienes sirvieron en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Desde ceremonias de reconocimiento hasta el programa Honor Flight, que lleva a veteranos de guerra a los monumentos en Washington, D.C., Empath extiende una red de cuidado que abarca todo el estado de Florida.
Foto cortesía de CARLOS RODRÍGUEZ
De Bogotá a Tampa Bay: una historia de identidad y raíces
Rodríguez llegó a Estados Unidos a los 14 años para reunirse con su madre, quien vivía en Tampa. “Mi mamá estaba casada con mi padrastro, un estadounidense de ascendencia alemana e italiana. Era una excelente persona”, recordó. Su adolescencia transcurrió entre las aulas de Leto High School y las canciones que componía con su guitarra.
“Yo era rockero, tenía el cabello largo, y mi padrastro me dijo: ‘Si vas a ser músico, canta en la iglesia’. Así que comencé en St. Lawrence, adaptándome al nuevo entorno.”
Su conexión con la música se convirtió en un puente cultural. “Lo primero que me cautivó de Tampa fue su diversidad. Empecé a aprender sobre otras culturas, otras comidas, otras músicas. Me encantó esa mezcla”, recordó. Su grupo, Arena Azul, tocaba en fiestas y eventos comunitarios, una forma de integrarse a la ciudad y mantener vivas sus raíces.
Sin embargo, dijo que su vínculo con Colombia permanece vivo en su memoria.
“Soy de la sabana, y amo las sopas. Mi plato favorito es el ajiaco colombiano”, dijo riendo. En su historia, la gastronomía se convierte en una metáfora de identidad: un sabor que une lo que dejó atrás con lo que hoy construye en Tampa.
Servicio militar: el peso del deber y el legado
Su ingreso al Ejército coincidió con un momento definitorio en la historia de Estados Unidos. Tras obtener la ciudadanía y motivado por los atentados del 11 de septiembre, decidió enlistarse. “Sentí que tenía que servir. Ese ataque fue un golpe a mi familia y a mi país”, dijo. “No abandoné mi cultura; seguí siendo colombiano y estadounidense a la vez. Decidí ser embajador de esa diversidad.”
Rodríguez sirvió en varias misiones internacionales. En África y Yemen enfrentó situaciones de vida o muerte. “Nos dispararon directamente al vehículo blindado; la bala quedó incrustada justo frente a mí. Si no hubiera sido por ese vidrio, no estaría aquí contando esta historia.” Durante 214 días soportó ataques de mortero diarios. “No era un Navy SEAL, pero serví junto a ellos. Para ellos era rutina; para mí, era un ataque cada día.”
Pero al regresar a casa, el silencio se convirtió en su mayor enemigo.
“Cuando volví, me aterraba no escuchar nada. Aprendí que en una misión actúas primero y sientes después. El miedo siempre está, pero te impulsa a sobrevivir.” Esa lección —entre el ruido del combate y el vacío del regreso— lo llevó a replantearse su propósito.
Rodríguez explicó que muchos veteranos enfrentan lo que se conoce como trastorno de estrés postraumático (PTSD), una condición que, en su caso, apareció al volver del servicio. “Salí con PTSD, depresión y ansiedad. Es difícil superarlo, pero hay recursos para tratarlo”, dijo. “A veces nos sentimos culpables por recibir atención cuando otros no la tienen, pero estamos aquí para ayudarnos. No debemos cargar el trauma solos. Pedir ayuda es lo correcto.”
Foto cortesía de CARLOS RODRÍGUEZ
El encuentro con Empath Health: sanar sirviendo
Tras su retiro, Rodríguez atravesó una transición difícil. “Pasé de ser un oficial de alto rango a una persona común. Cincuenta soldados solían ponerse firmes frente a mí, pero en casa ni mis hijos me escuchaban. Es una pérdida de identidad muy fuerte.” Sin embargo, su deseo de servir persistió. Llamó a Suncoast Hospice, la organización donde su madre había sido voluntaria y paciente. “Hospice nos ayudó a despedirla con dignidad. Me acogieron como familia. Por eso decidí seguir su ejemplo.”
Lo que comenzó como una oferta de voluntariado se convirtió en un trabajo. “Media hora después de mi llamada, me dijeron: queremos que trabajes con nosotros.” Hoy, su labor es invaluable e incansable en su rol de Community Partner Specialist y enlace de veteranos. Su tarea consiste en conectar a los veteranos con servicios médicos, sociales y emocionales. “A veces no buscamos ayuda hasta que es demasiado tarde. Mi trabajo es construir confianza antes de que lleguen esos momentos.”
A través de los Coffee Socials, Empath organiza encuentros donde los veteranos comparten experiencias, inquietudes y recursos. “Hablamos de todo: salud, seguros, temas legales. Hay veteranos que, después de 30 años, descubren que tienen beneficios que nunca reclamaron.” En esos espacios, la conversación se convierte en una herramienta vital. “Si alguien falta a una reunión, lo llamamos. Hemos prevenido tragedias —incluso suicidios— con una simple llamada”, dijo Rodríguez.
La comunidad latina: el poder de contagiar alegría
El bogotano reconoce una energía especial en la comunidad hispana. “Los hispanos somos alegres, pero también hay mucha soledad. Algunos latinos sirvieron a este país y aún sienten que no son reconocidos como estadounidenses. Aun así, seguimos adelante. Tenemos un doble orgullo: ser latinos y ser veteranos.”
Esa doble identidad también es fuente de unión. “Nuestra cultura nos enseña a no rendirnos. Hemos sufrido, pero seguimos celebrando. Esa resiliencia ayuda a cambiar la perspectiva del dolor.” En los centros para adultos mayores, Rodríguez lleva esa filosofía a través de la música. “Después de hablar de temas difíciles, agarro la guitarra y los hago bailar. Canto boleros, cumbias, Social Club. A veces tiran los bastones al suelo y se arma una verdadera fiesta.”
Durante el Mes de la Herencia Hispana, su presencia en eventos culturales y comunitarios se multiplica. “Este mes significa mucho. Los hispanos somos parte de la base de esta comunidad. Estamos en las Fuerzas Armadas, en la salud, en todas partes. Me enorgullece celebrar mi herencia hispana y, al mes siguiente, mi herencia como veterano.”
Foto cortesía de EMPATH HEALTH
Una red de cuidado y respeto
Formada en 2021 tras la fusión de Suncoast Hospice y Stratum Health System, Empath Health incluye siete programas de hospicio en todo Florida. Su enfoque de Full Life Care abarca desde cuidados paliativos hasta atención domiciliaria, cuidado para personas mayores y apoyo emocional.
El programa para veteranos incluye ceremonias de reconocimiento, voluntarios capacitados con experiencia militar y participación en iniciativas como We Honor Veterans, en colaboración con el Departamento de Asuntos de Veteranos. También desarrolla el Veterans History Project, que registra testimonios de guerra para la Biblioteca del Congreso.
De hecho, en sus publicaciones institucionales, Empath Health destacó recientemente la participación de Rodríguez en un Honor Flight a Washington, D.C., donde acompañó a George, un veterano del Ejército. Según la organización, fue “un día de reflexión, orgullo y momentos conmovedores” al visitar los monumentos que honran el servicio y el sacrificio de tantos militares estadounidenses.
El valor de pedir ayuda y tender la mano
Rodríguez cree que muchos veteranos enfrentan barreras emocionales para buscar apoyo. “Pedir ayuda es valentía. Es un acto de fuerza, no de debilidad.” En su labor, enfatiza la importancia de las redes y organizaciones locales.
“Hay grupos como el Hispanic Council of Clearwater y Enterprise en Latinas que ayudan a los hispanos sin pedir nada a cambio. Apóyense en ellos”, enfatizó.
A quienes en la comunidad hispana atraviesan tiempos difíciles, les deja un mensaje de resiliencia: “Estamos recibiendo golpes duros, pero somos fuertes. Cuidémonos unos a otros. No nos encerremos en el miedo. Somos una parte esencial de este país.”
Ahora, cuando el sol se pone sobre la bahía de Tampa, Rodríguez suele sentarse con su guitarra frente al mar.
“Tampa tiene uno de los mejores lugares para ver el atardecer. A veces la gente se acerca y canta conmigo —y cuando hay dos latinos, hay fiesta.” Para él, la música se convierte en testimonio de vida cuando la historia de un hombre que cruzó fronteras y sirvió en la guerra se entrelaza y encuentra, en el servicio comunitario, su verdadera misión de vida.
INFOBOX
Empath Health
Tipo: Organización sin fines de lucro que brinda atención médica integral.
Servicios: Hospicio, cuidados paliativos, atención domiciliaria, apoyo a veteranos, cuidado de adultos mayores y programas de duelo.
Sede principal: Clearwater
Cobertura: Condados de Pinellas, Hillsborough, Polk, Hardee, Highlands, Sarasota, Marion y Palm Beach.
Horario: lunes a viernes, de 8 a.m. a 5 p.m.
Sitio web: www.EmpathHealth.org