El Premio Nobel de la Paz, instituido en 1901 según el legado de Alfred Nobel, ha distinguido personalidades y movimientos que defienden la paz, los derechos humanos y el esfuerzo por resolver conflictos sin violencia. En sus más de cien años de historia, solo 19 mujeres han sido galardonadas y apenas siete latinoamericanos han recibido el premio. María Corina Machado se convierte así en la primera mujer venezolana en obtener este reconocimiento.
El Comité Noruego del Nobel anunció el viernes 10 de octubre, desde Oslo, que el galardón fue concedido a “una mujer que mantiene viva la llama de la democracia en medio de una creciente oscuridad”. En su comunicado, el comité destacó su labor en la defensa de los derechos democráticos del pueblo venezolano y su lucha por una transición pacífica de la dictadura hacia un gobierno representativo.
El anuncio se produce en un contexto internacional complejo. Desde hace poco más de un mes, Estados Unidos ha desplegado buques en el Caribe, mientras las relaciones con el gobierno de Nicolás Maduro enfrentan tensiones diplomáticas. En este escenario, el premio adquiere un valor simbólico adicional, al situar nuevamente a Venezuela en el centro del debate global acerca de la democracia, los derechos humanos y la resistencia cívica.
La dama que desafió al exilio
María Corina Machado Parisca, nacida el 7 de octubre de 1967 en Caracas, es ingeniera industrial egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, con estudios de finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) y formación en liderazgo público en la Universidad de Yale. Desde el inicio de su trayectoria política, orientó su trabajo hacia el activismo cívico y la defensa de las instituciones democráticas.
Fue cofundadora de Súmate, una organización dedicada a la observación electoral en Venezuela, y posteriormente asumió la dirección de Vente Venezuela, partido de orientación liberal. Su trayectoria ha estado marcada por sanciones, destituciones e inhabilitaciones oficiales, así como por episodios de persecución. Durante las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que fue impedida de participar por orden judicial, la oposición denunció fraude electoral y presentó actas que mostraban una amplia ventaja para Edmundo González Urrutia, el candidato respaldado por Machado. Los resultados oficiales, que proclamaron la reelección de Nicolás Maduro, fueron rechazados por diversos gobiernos y observadores internacionales, quienes señalaron irregularidades en el proceso.
Tras esos comicios, Machado pasó a la clandestinidad, desde donde continuó coordinando acciones políticas y comunicando mensajes a sus seguidores a través de las redes sociales y voceros de su movimiento.
Reacciones desde Tampa
En la Bahía de Tampa, donde reside una numerosa comunidad venezolana, el anuncio del Nobel fue recibido con entusiasmo y reflexión. Se estima que en el área metropolitana de la localidad viven más de 21.000 venezolanos, de acuerdo con proyecciones locales que abarcan los condados de Hillsborough, Pasco y Pinellas, consolidando a la región como uno de los principales centros de la diáspora venezolana en el estado de Florida.
El activista León Granado, presidente de la Venezuela USA Foundation, dijo: “Para nosotros es un privilegio y una bendición haber tenido a María Corina Machado como ganadora del Premio Nobel de la Paz. Hemos respetado su labor y nos hemos sumado a la causa de la libertad de Venezuela”. Recordó cómo su organización colaboró en las primarias de 2023 y en la vigilancia presencial del proceso electoral de 2024.
“Ella ha llevado con honestidad intachable un proceso muy difícil, incluso bajo amenazas a su vida. Desde su anonimato continúa promoviendo la unidad de los venezolanos hacia la liberación política”, agregó Granado.
Para Norma Camero Reno, activista opositora residente en la localidad, el premio reafirma su rol como símbolo nacional: “Nuestra lideresa, que logró reunir al 80 % del país y ha resistido desde la clandestinidad, permanece firme en su misión de alcanzar la libertad y la democracia. No ha cesado en su defensa de los derechos humanos”.
Por su parte, Antonio Arismendi, residente de Clearwater, señaló: “Su lucha ha sido por rescatar un país gravemente dañado: donde no reina la paz, sino que se cometen violaciones a los derechos humanos. Los ancianos mueren por falta de atención médica y una pensión miserable. Venezuela, que alguna vez fue próspera, padece hoy una de las peores miserias de la historia. María Corina ha abogado por revertirlo. Esperamos verla triunfar pronto”.
Entretanto, Xavier Ramírez, secretario general de Acción Democrática en Resistencia, Capítulo Tampa, expresó: “Este reconocimiento al coraje y a la lucha pacífica por la democracia enciende una luz para muchos. Que este Nobel refuerce su voz y recuerde que ninguna dictadura puede silenciar la aspiración de dignidad”.
Gloria López, doctora en innovaciones educativas y residente de Tampa, comentó: “Nos llena de alegría saber que nuestra tierra natal tiene en sus manos un liderazgo que coordina valores morales con coherencia entre acción, palabra y pensamiento. En este Mes de la Herencia Hispana, es un impulso e inspiración para nuestra comunidad local y para toda la diáspora venezolana”.
Reacciones políticas e internacionales
Las reacciones internacionales fueron inmediatas. En Estados Unidos, la congresista María Elvira Salazar publicó en X un mensaje textual:
“Hoy el mundo rinde homenaje a una mujer que encarna el espíritu de libertad de todo un continente. @MariaCorinaYA es el Simón Bolívar de nuestros tiempos. Su coraje y su fe inquebrantable en la democracia inspiran a millones de venezolanos, y a todos los que creemos en la libertad, a nunca rendirse. El Premio Nobel de la Paz reconoce su lucha, pero la verdadera victoria será ver a Venezuela libre.”
Por su parte, el representante Carlos A. Giménez escribió: “María Corina Machado es la Dama de Hierro de Venezuela. El régimen criminal de Maduro la ha perseguido a ella y a su familia, le han amenazado su vida, pero ella no teme. Hoy más que nunca debemos protegerla”.
El exembajador Christopher Landau declaró: “Felicidades a María Corina Machado por sus esfuerzos para restaurar paz y libertad en su país. Ha mostrado coraje y dignidad. ¡Viva Venezuela!”.
En paralelo, el exfuncionario diplomático estadounidense Richard Grenell publicó en X: “El Premio Nobel murió hace años”, frase que suscitó críticas y reacciones en círculos diplomáticos.
No obstante, tras el fallo del Comité Noruego, Machado se comunicó con el presidente Donald Trump para agradecer el premio y dedicarle el galardón. Sin embargo, su gesto generó respuestas encontradas en todo el mundo. Del mismo modo, el expresidente Barack Obama celebró en X la trayectoria de la venezolana: “Felicitaciones a María Corina Machado por su valiente lucha para llevar democracia a Venezuela. Que inspire a quienes enfrentan batallas similares en el mundo”.
El presidente de Argentina, Javier Milei, también se pronunció tras el anuncio. En un mensaje en X escribió: “Mis felicitaciones por este reconocimiento más que merecido por tu enorme lucha por la defensa valiente de la libertad y de la democracia. Gracias por la inspiración con la que iluminas al mundo peleando contra la narcodictadura de Venezuela.”
Argentina mantiene una relación cercana con la administración Trump. Durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada en Nueva York en septiembre de 2025, Trump expresó su “respaldo completo y total” a Milei para su reelección como presidente.
Por su parte, el expresidente argentino Mauricio Macri manifestó: “Pocas veces se ha elegido tan bien a alguien para representar la paz como con este premio. Hoy más que nunca, mi corazón está con Corina y con el querido pueblo venezolano.”
Cautela desde México
Una de las reacciones más comentadas tras el anuncio llegó desde México. Durante una conferencia de prensa, la presidenta Claudia Sheinbaum fue consultada sobre el Premio Nobel de la Paz concedido a Machado y se limitó a una respuesta breve:
“Sin comentarios”, dijo Sheinbaum ante la pregunta.
Agregó que México siempre ha defendido “la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, no solamente por convicción, sino porque así lo establece la Constitución (mexicana)”, y que se quedaría “hasta ahí” su intervención.
México mantiene una política de no intervención, y en esta ocasión optó por reservarse su juicio oficial frente al reconocimiento internacional otorgado a la dirigente venezolana.
Un mensaje de resistencia pacífica
El Comité Noruego del Nobel resaltó que Machado “ha contribuido a la unión de la oposición en su país, ha rechazado la militarización social y ha sostenido su apuesta por una transición pacífica hacia la democracia”. Con su inclusión entre las mujeres laureadas, su figura adquiere resonancia más allá de su país de origen.
El reconocimiento coincide con el Mes de la Herencia Hispana, que se celebra en Estados Unidos, una conmemoración dedicada a exaltar las raíces, la identidad y el esfuerzo de los migrantes por forjar una vida digna lejos de su país natal.
Para León Granado, el reconocimiento a Machado resume el sentir de los ocho millones de venezolanos en la diáspora: “Ella ya forma parte del corazón y del altar de la patria de todos los venezolanos, dentro y fuera del país”.
La trayectoria de la dirigente opositora venezolana expone una realidad vigente en algunos países de la región latinoamericana: la dificultad de garantizar la participación política y el ejercicio pleno de los derechos ciudadanos en sociedades donde las libertades fundamentales continúan enfrentando restricciones.
Ganadores latinoamericanos del Premio Nobel de la Paz
1936 — Carlos Saavedra Lamas, Argentina.
1980 — Adolfo Pérez Esquivel, Argentina.
1982 — Alfonso García Robles, México.
1987 — Óscar Arias Sánchez, Costa Rica.
1992 — Rigoberta Menchú Tum, Guatemala.
2016 — Juan Manuel Santos, Colombia.
2025 — María Corina Machado, Venezuela.
Mujeres que han ganado el Premio Nobel de la Paz
En más de un siglo de historia, solo 19 mujeres han recibido el Premio Nobel de la Paz. Esta es la lista completa:
Bertha von Suttner (Austria, 1905). Primera mujer en obtener el Nobel de la Paz por su activismo pacifista y la fundación de la Sociedad Alemana de la Paz.
Emily Greene Balch (Estados Unidos, 1946). Economista y socióloga reconocida por su promoción del desarme y la paz internacional.
Betty Williams (Irlanda, 1976). Destacada por su liderazgo pacífico en Irlanda del Norte.
Mairead Corrigan (Irlanda, 1976). Colíder del movimiento pacifista en Irlanda del Norte.
Madre Teresa de Calcuta (India, 1979). Reconocida por su labor humanitaria con los pobres y enfermos.
Alva Myrdal (Suecia, 1982). Honrada por su trabajo en favor del desarme nuclear.
Aung San Suu Kyi (Birmania, 1991). Defensora de la democracia y los derechos humanos.
Rigoberta Menchú Tum (Guatemala, 1992). Premio por su defensa de los derechos de los pueblos indígenas y la paz.
Jody Williams (Estados Unidos, 1997). Reconocida por su campaña internacional contra las minas antipersonales.
Shirin Ebadi (Irán, 2003). Primera mujer iraní y musulmana en recibir el premio, por su trabajo en derechos humanos y democracia.
Wangari Maathai (Kenia, 2004). Destacada por su activismo en desarrollo sostenible, democracia y paz.
Ellen Johnson Sirleaf (Liberia, 2011). Primera presidenta mujer de Liberia, premiada por su liderazgo y promoción de los derechos de las mujeres.
Leymah Gbowee (Liberia, 2011). Reconocida por su movilización pacífica para poner fin a la guerra civil liberiana.
Tawakkul Karman (Yemen, 2011). Activista por los derechos de las mujeres y la libertad de expresión.
Malala Yousafzai (Pakistán, 2014). Premiada por su lucha en favor de la educación de las niñas y los derechos humanos.
Nadia Murad (Irak, 2018). Honrada por su activismo contra la trata de personas y la violencia sexual.
Maria Ressa (Filipinas, 2021). Reconocida por su defensa de la libertad de prensa.
Narges Mohammadi (Irán, 2023). Premio por su lucha por los derechos humanos y contra la opresión de las mujeres, incluso desde prisión.
María Corina Machado (Venezuela, 2025). Por su defensa de la democracia y las libertades políticas en Venezuela.