El fiscal general de Florida, James Uthmeier, culpó el jueves a la administración de Biden por un esquema en el que empleados de una oficina de recaudación de impuestos vendieron licencias de conducir a inmigrantes que no presentaron la prueba requerida.
Uthmeier vinculó el fraude en Panama City con las políticas migratorias del presidente Joe Biden durante una conferencia de prensa en la que se anunciaron los arrestos de dos empleados públicos, cinco personas que ayudaron a cometer el fraude y una mujer que pagó por recibir una calificación aprobatoria en su prueba de manejo.
“Creo que hoy es otro ejemplo más de cómo la política fronteriza de Biden pone en riesgo a las familias estadounidenses. Aquí tenemos a cientos de extranjeros que están haciendo trampa, que están violando la ley, que están comprando licencias de conducir sin tomar el examen, saliendo a las carreteras y poniendo en peligro a todos”, dijo Uthmeier.
Funcionarios de inmigración también participaron en la conferencia junto a Uthmeier para reforzar el mensaje de mano dura contra la inmigración ilegal.
El alguacil del condado de Bay, Tommy Ford, dijo que la mayoría de las personas que obtuvieron licencias fraudulentas tenía un estatus migratorio que les autorizaba legalmente a conducir, según la información recopilada durante una investigación que duró un mes.
La policía incautó el miércoles $120,000 que, según Ford, los empleados habrían obtenido mediante el esquema, el cual llevaba funcionando tres años.
“Lo que hemos descubierto hasta ahora en este caso es que la mayoría de los extranjeros que estaban obteniendo licencias de conducir tienen algún tipo de estatus. Algunos de ellos tienen estatus de asilo, que sabemos es un proceso muy controvertido y que no requiere mucho para obtenerlo”, dijo Ford, sin presentar pruebas de que ese fuera el caso para los solicitantes de asilo que compraron las licencias.
Por ahora, Ford dijo que las autoridades no saben cuándo ingresaron al país los inmigrantes que compraron las licencias.
Ford tampoco ofreció una estimación precisa de cuántas licencias habrían sido vendidas por los empleados, indicando que cientos o incluso miles de personas en todo el estado podrían haber comprado una licencia en la oficina del recaudador de impuestos de Panama City.
Los solicitantes de asilo con permisos de trabajo válidos pueden obtener licencias de conducir en Florida.
Chuck Purdue, recaudador de impuestos del condado de Bay, dijo que su oficina notó las primeras señales del fraude en abril, cuando observó que uno de los empleados había realizado 295 exámenes de manejo en un mes —el promedio es de 20 a 25. Sin embargo, evitó responder si los supervisores de los empleados arrestados enfrentarían consecuencias, y afirmó que solo se sabía de dos empleados involucrados en la venta de licencias.
“El alguacil y yo tendremos que hablar sobre eso. Aún no hemos discutido ese tema en profundidad”, dijo Purdue.