Washington — A partir del viernes, millones de inmigrantes en el país sin autorización legal están obligados a registrarse ante el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, luego de que un juez federal rechazara la solicitud de grupos de defensa para pausar este requisito.
Además, deberán portar en todo momento documentos que comprueben su registro.
La decisión del jueves, emitida por el juez de distrito Trevor Neil McFadden, de la Corte del Distrito de Columbia, permite que la administración Trump imponga multas elevadas y posibles penas de prisión a quienes no cumplan con esta obligación.
McFadden, quien fue designado por el presidente Donald Trump en 2017, argumentó en su fallo que los grupos de defensa no tenían legitimidad legal —es decir, no demostraron cómo se verían afectados por el requisito— para presentar la demanda.
“Como organizaciones, muchos de sus argumentos son demasiado especulativos y no han demostrado que la regla afectará sus misiones principales,” escribió McFadden en su orden.
En un comunicado, la secretaria del DHS, Kristi Noem, celebró la decisión.
“El presidente Trump y yo tenemos un mensaje claro para quienes están ilegalmente en nuestro país: váyanse ahora. Si se van ahora, tal vez tengan la oportunidad de regresar y disfrutar de nuestra libertad y vivir el sueño americano,” dijo Noem.
El Migration Policy Institute, un centro de estudios sobre inmigración, estima que entre 2.2 millones y 3.2 millones de inmigrantes tendrán que registrarse. Esta nueva obligación podría convertirse en una herramienta poderosa para que la administración Trump lleve a cabo deportaciones masivas.
Requisitos de registro
El DHS anunció este nuevo requisito en febrero. Según la regla, los inmigrantes de 14 años o más que deban registrarse deberán portar en todo momento los documentos que lo acrediten o enfrentarán posibles penas de prisión o multas de hasta $5,000.
Los inmigrantes sujetos a esta norma deben enviar sus huellas dactilares y otra información biométrica y personal a través de una solicitud en línea administrada por los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. Una vez que la solicitud sea aprobada, la agencia entregará la documentación que los inmigrantes deberán portar siempre.
La demanda presentada por grupos de defensa de inmigrantes argumentó que la administración Trump violó los procedimientos adecuados para crear esta norma. Además, advirtieron en documentos judiciales que el uso de la aplicación “provocará perfiles raciales y la identificación errónea de ciudadanos estadounidenses.”
La obligación de registrarse está autorizada bajo una ley de tiempos de guerra conocida como la Ley de Registro de Extranjeros de 1940, que se utilizó por primera vez durante la Segunda Guerra Mundial.
El requisito fue poco utilizado hasta después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Durante ese tiempo, todos los hombres no ciudadanos mayores de 16 años provenientes de 25 países de mayoría musulmana debían registrarse ante el gobierno estadounidense.
Este programa, conocido como Sistema de Registro de Entrada y Salida para la Seguridad Nacional, no derivó en condenas por terrorismo y fue disuelto en 2016.
Según la regla que entró en vigor el viernes, los inmigrantes que deben registrarse incluyen a quienes ingresaron a Estados Unidos sin autorización legal y a los visitantes canadienses que permanezcan en el país por más de 30 días.
No están obligados a registrarse los residentes permanentes legales, los inmigrantes con visas de trabajo u otro tipo de visas específicas, y aquellos que estén en procesos de deportación.