Los cuatro años entre el primer mandato de Donald Trump y su segundo estuvieron marcados por un cambio político extraordinario en Florida.
En enero de 2021, el presidente Joe Biden asumió la Casa Blanca con Florida aún en el mapa de estados clave. Los republicanos mantenían el poder en Tallahassee, pero con mayorías simples en la Cámara y el Senado estatal.
Los funcionarios estatales republicanos mostraron una abierta oposición a la presidencia de Biden, enfrentándose al gobierno federal en temas como la política de inmigración, la atención médica, las vacunas contra el COVID-19 y otros asuntos.
Los votantes aprobaron la dirección conservadora del estado y desaprobaron la visión demócrata para el país. Para 2024, Florida tenía supermayorías republicanas en la Legislatura y un electorado que apoyó a Trump por 13 puntos.
Con Trump listo para retomar la presidencia el lunes, las políticas MAGA de Washington estarán nuevamente alineadas con Tallahassee.
“Habrá un nivel mucho más alto de colaboración entre el gobierno estatal y federal durante los próximos cuatro años”, dijo la representante republicana Laurel Lee, quien representa un distrito que cubre parte de los condados de Hillsborough, Polk y Pasco.
Pero ¿qué significa una segunda administración de Trump para Florida? El presidente electo ya ha señalado que realizará movimientos importantes que podrían tener efectos significativos en el estado del sol.
Cuatro áreas clave a observar
Inmigración
Como candidato, Trump prometió llevar a cabo el “programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos”.
Florida está entre los estados con las mayores poblaciones de inmigrantes que viven en el país sin autorización legal.
Esta semana, el gobernador Ron DeSantis anunció planes para una sesión especial en la que pidió leyes estatales que requieran que los funcionarios locales participen en deportaciones bajo pena de suspensión de sus cargos. DeSantis también quiere que la Legislatura cree un oficial de inmigración estatal que supervise la colaboración entre el estado y el gobierno federal.
“Debemos aprovechar la oportunidad de trabajar con la nueva administración Trump para poner fin a la crisis de inmigración ilegal”, publicó DeSantis en X el miércoles.
Esa colaboración contrasta con cómo el estado y el gobierno federal manejaron el tema de inmigración bajo Biden. DeSantis criticó repetidamente a Biden por el aumento de cruces fronterizos bajo su mandato y envió fuerzas estatales para ayudar a los agentes federales a detener a miles de migrantes en la frontera.
En 2022, el gobernador usó fondos estatales para volar migrantes de Texas a Martha’s Vineyard, Massachusetts, un programa que generó controversia.
Salud
La salud fue otra área en la que los republicanos en Tallahassee chocaron repetidamente con la administración Biden.
Los funcionarios federales urgieron a los estadounidenses a vacunarse contra el COVID-19, mientras que el cirujano general de DeSantis, Joseph Ladapo, advirtió sobre los supuestos peligros de las vacunas.
También hubo desacuerdos sobre la importación de medicamentos de Canadá y el acceso al programa KidCare. En general, se espera que la administración Trump adopte un enfoque más favorable a los republicanos en materia de salud.
Medio ambiente
Antes de dejar el cargo, Biden emitió órdenes para proteger áreas costeras y limitar la pesca de ciertas especies, lo que generó críticas de los republicanos. Trump ha prometido revertir esas decisiones.
DeSantis también ha pedido a Trump que delegue autoridad al estado para proyectos clave, como la restauración de los Everglades, algo que podría facilitarse sin tanta burocracia federal.
Preguntas políticas
Durante la primera presidencia de Trump, DeSantis fue un aliado clave. Ahora, la relación es más complicada después de que DeSantis desafiara a Trump en la carrera presidencial de 2024.
Sin embargo, hay señales de una relación fortalecida. Cuando DeSantis convocó la sesión especial para abordar temas de inmigración, Trump elogió su decisión, en contraste con las críticas de los líderes republicanos estatales que calificaron la medida como “prematura”.
La sesión especial comenzará el 27 de enero, justo una semana después del Día de la Inauguración.