Hernán Lugo-Galicia
Especial para CENTRO Tampa
El chavismo niega ser partícipe de hechos de corrupción, delitos y de desestabilización de países en América Latina. Sin embargo, los hechos evidencian otra cosa: En Estados Unidos cuatro exfuncionarios han optado por cooperar en las investigaciones, a cambio de exoneración de cargos y reducción de las penas. Todo indica que la cifra de declarantes (o “cantantes, sapos”, según la jerga popular) podría aumentar.
El primero en presentarse ante los tribunales americanos fue el ex escolta de Hugo Chávez, ex gobernador de Aragua y ex ministro de Finanzas, Rafael Isea; hoy libre por haber contribuido con la justicia.
El segundo, ex tesorero de la Nación, ex escolta de Chávez, Alejandro Andrade, quien fue condenado en 2018 a 10 años de prisión, pero se le redujo a 3.5 años (65% de la pena) por precisar cómo el chavismo blanquea el capital, saldrá en libertad a principios de 2022.
Andrade entregó sobornos a terceros; un total de $1,000 millones, los cuales “cedió” a EEUU por gracias procesales. La mitad de esos fondos fueron distribuidos, posteriormente, entre el Departamento de Seguridad Nacional y Alguaciles de EEUU.
A Andrade se le aplicó la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero y está considerado “eI caso más importante y grande” en la Florida por las autoridades policiales.
Los otros dos, también militares, no son investigados por legitimación. El ex jefe de Inteligencia militar, general Cristofher Figuera participó en 2018 en un intento de golpe contra Maduro, y ha aportado evidencias de la violación de derechos humanos. El cuatro, el general Cliver Alcalá fue acusado de tráfico de drogas y de tener información sobre el Cartel de Los Soles, alusivos a los militares que ostentan altos rangos y son distinguidos con la presea “Sol de Carabobo”.
A la lista de potenciales declarantes se le agrega, en las últimas horas: El testaferro de Nicolás Maduro, empresario colombiano y creador de una serie de empresas que resultaron “fantasmas”, Alex Saab.
En comunicación dirigida a Saab, Maduro le ordenó “no revelar secretos de Estado”, so pena de ser juzgado por traición a la Patria.
Una de las formas del lavado funciona así: Un agente secreto retira los fondos de las empresas; luego los deposita en bancos nacionales y extranjeros. En otro esquema, usan dependencias del Estado para sacar la droga de Colombia a México y Venezuela camuflada en importación de alimentos, según expedientes.

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ARCHIVO - En esta foto de archivo del 24 de septiembre de 2018, Claudia Patricia Díaz Guillén, la exenfermera del expresidente Hugo Chávez, abandona la corte nacional en Madrid, España, donde peleó y ganó un caso contra su extradición a Venezuela, an...
Y en camino a la justicia norteamericana, están otros dos venezolanos: La ex enfermera de Chávez, Claudia Díaz, quien se le vincula en la trama con Andrade y el dueño del canal de noticias, Rául Gorrín (declarado prófugo de la justicia norteamericana), y de haber aceptado sobornos por $65 millones.
Y, el otro, fue el jefe de la policía política del chavismo, el general Hugo Carvajal, quien solicitó asilo político en España y aportó información de sobornos a empresas, políticos españoles, Bolivia y Colombia, y al exjuez anticorrupción, Juan Garzón.
Carvajal asegura que no traficó drogas y que sólo cumplió órdenes superiores para establecer relaciones con la guerrilla colombiana. Sin embargo, se le adjudica “el tumbe” de un alijo al Cartel de Paraguaná que luego comercializó, así como la protección de envíos de narcóticos cuyo puerto era EEUU.
En los ochenta, un político venezolano dijo: “Aquí se roba porque no hay razones para no robar”. Rómulo Barrios hacía alusión a la falta de controles estatales y la permisividad social con la corrupción. “Quien no roba es pendejo”, reza el vulgo.
Tal vez muchos de los mencionados pensaron igual.
Hasta 2014, Venezuela recibió 1,790 billones de dólares en ingresos, de acuerdo con la Auditoría Pública a Pdvsa hecha por Marea Socialista, cifra superior al Plan Marshal con el cual se restauró Europa luego de la II Guerra Mundial. Sin embargo, la nación sureña está sumida en una crisis social; hambruna y un éxodo que supera a Siria; más de 5 millones de personas buscan vivir en otros países.
¿Qué pasó con ese dinero? Marea Socialista encontró que, de ese total, $1,573 billones estaban registrados en libros de Pdvsa; el resto, $216.397 millones se “esfumaron”.
En 2016, el entonces ministro de Finanzas de Chávez, Jorge Giordani, declaró que desaparecieron $300,000 millones del Tesoro Nacional; de estos, $25,000 millones fueron a parar a empresas de maletín. La ONG Transparencia Venezuela documentó, a principios de 2021, 38 casos de corrupción, que involucran a 64 personas y empresas.
El Parlamento calculó el “saqueo” a las arcas venezolanas en miles de millones, desde 2003 hasta 2019. Las universidades Central y Simón Bolívar estimaron la pérdida de recursos en $529,000 millones.
La buena noticia es que, de ese saqueo, $1,500 millones, están decomisados en EEUU, según la Iniciativa para la Recuperación de Activos de Venezuela (Inrav). ¿El problema?: Tendría que estar en el poder unos gobernantes confiables.
Hernán Lugo Galicia es periodista venezolano exiliado en Estados unidos. Puede escribirle a hlugogalicia@gmail.com