CENTRO Tampa
ST. PETERSBURG - Alian Collazo tenía 8 años cuando su madre lo trajo de Cuba a Estados Unidos para reunirse con su padre.
Fue un viaje largo y peligroso.
Comenzó en julio de 2003 cuando un grupo de cubanos partió en balsa desde la provincia costera de Pinar del Río en el suroeste de Cuba, cruzó el Golfo de México hasta la península de Yucatán y luego viajó por tierra hasta Texas. Temían por sus vidas cuando una falla mecánica los dejó varados ocho horas en el Golfo.
“No fue fácil”, dijo Collazo, de 26 años. “Pero es la historia de cientos de miles de cubanos que arriesgan su vida por algo mejor”.
Casi dos décadas después, Collazo decidió que necesitaba hacer algo para que más cubanos pudieran escapar de lo que él ve como opresión en la Cuba comunista y disfrutar de la libertad que ahora conoce. Se decidió por una marcha, donde podría ser más beneficioso: en Washington, D.C.
Se le otorgaron permisos para una marcha el lunes desde Pennsylvania Avenue cerca de la Casa Blanca hasta la Embajada de Cuba en 2630 16th Street NW, a unas dos millas de distancia. El evento comienza con una reunión a las 2 p.m. seguido de la marcha a las 3:30 p.m.
Collazo espera atraer al menos 10,000 personas. Ha estado corriendo la voz en las plataformas de redes sociales y apareció en Fox News nacional para hablar sobre el evento.
“Queremos que nuestras voces y las voces de los cubanos se escuchen en todo el mundo”, dijo Collazo.
Además Collazo y los voluntarios menores de 30 años que trabajan con él organizaron discusiones en las oficinas de miembros clave del Congreso, demócratas y republicanos, incluidos el representante Charlie Crist de St Petersburg y el senador Rick Scott de Florida.
“Tenemos que encontrar formas efectivas de hacer un cambio real en la isla”, dijo.

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Alian Collazo, de 26 años, de San Petersburgo, se unió a los manifestantes en Tampa para mostrar solidaridad con la causa
La oficina de la representante de Estados Unidos María Elvira Salazar, una republicana de Miami, elogió a Collazo por sus esfuerzos para llamar más la atención en Washington hacia su causa, diciendo: “El pueblo cubano ha salido a las calles exigiendo libertad”.
Collazo asistió a la escuela Dixie M. Hollins en St. Petersburg y se graduó de la Universidad Internacional de Florida en Miami con un título en relaciones internacionales. Es propietario del Centro de cuidado diurno para adultos Horizons en St Petersburg y es director estatal de The LIBRE Initiative, una organización sin fines de lucro con sede en Washington que promueve las oportunidades económicas y el gobierno limitado.
Los padres de Collazo, Lemis Nectalier Collazo Ruiz, de 50 años, y Linet Avalo Hernandez, de 47, viven en St Petersburg y han trabajado 20 años en el cuidado de ancianos. El padre de Collazo salió de Cuba tres años antes que su familia y vivió en España antes de establecerse en Estados Unidos y trabajar para traerlos aquí.
“Mis padres decidieron que era la única forma de reunirnos como familia y vivir en un país con un sistema totalmente diferente”, dijo Collazo. “Si no lo hubieran hecho, no sé qué hubiera pasado”.
La manifestación en Washington se produce durante un levantamiento sin precedentes en la Cuba comunista, donde la gente está agotada por los abudos de los derechos humanos, la escasez de alimentos, medicinas y electricidad, el aumento de los precios y una explosión de casos de coronavirus. Las restricciones comerciales de la era Trump también han reforzado el número de víctimas en Cuba de un embargo comercial y de viajes de Estados Unidos que se ha extendido por seis décadas.
Los manifestantes en Miami y Tampa han mostrado solidaridad, bajo el lema “SOS Cuba”.
Agregando urgencia a la causa, dijo Collazo, se están llevando a cabo juicios ra decenas de personas arrestadas durante las protestas pacíficas en Cuba el 11 de julio, incluidos activistas y periodistas independientes.
“Tenemos que hacerle saber al presidente Joe Biden que es importante castigar a las personas que dieron la orden de arrestar y golpear arbitrariamente al pueblo cubano desde el 11 de julio por gritar libertad”, dijo Collazo.
Las protestas fueron consideradas las más importantes desde los llamados disturbios del Maleconazo de 1994, cuando cientos de cubanos se reunieron en el icónico Malecón de La Habana para exigir alivio de la calamidad económica que siguió al colapso de la patrona de Cuba, la Unión Soviética.
Collazo dijo que eligió el 26 de julio para la marcha para señalar su rechazo a la revolución que llevó a Fidel Castro al poder. Es el día en que se celebra la revolución en Cuba, cuando en 1953 Castro dirigió 135 guerrilleros en un fallido intento de derrocar al dictador Fulgencio Batista. Castro fundó posteriormente el Movimiento 26 de Julio y subió al poder tres años después.
“No es un día de celebración para el pueblo cubano”, dijo Collazo. “Después de más de 60 años es un día de luto porque realmente es allí donde comenzó la tragedia nacional de Cuba”.
Collazo dijo que a principios de este mes se unió a los manifestantes en una marcha pacífica en el parque Al López en Tampa y a los que intentaron bloquear el tráfico en la autopista Dale Mabry.
En Washington, enfatizará la importancia de tener acceso a la información e Internet para las personas en Cuba, haciéndose eco de una prioridad de los funcionarios electos, incluido el Representante Salazar.
“El régimen de Castro ha cortado Internet para ocultar cómo brutalizaron y reprimieron a los manifestantes. La Administración Biden debe dar luz verde para brindar acceso a Internet sin censura al pueblo de Cuba, ¡ahora!”.
Collazo no está pidiendo, como lo han hecho algunos líderes estadounidenses, una intervención militar en Cuba.
“Preferimos centrarnos en temas más específicos”, dijo.