El artista visual AGalban llegó a Estados Unidos desde Cuba en 1995, con escalas en Miami y Fort Benning, Georgia, antes de encontrar su voz artística en la región de la Bahía de Tampa.
“Fue en Tampa donde me sentí en casa”, expresó el artista, cuyo nombre de nacimiento es Edel Álvarez Galbán.
Desde su hogar en St. Petersburg, AGalban equilibra dos mundos: ejerce como médico en Casa Clinic mientras desarrolla una obra plástica que ya supera las 700 piezas, repartidas en múltiples exposiciones y colaboraciones interdisciplinarias.
Una vida entre curvas
AGalban ha creado arte visual durante más de 25 años, aunque su pintura tomó impulso tras llegar a Estados Unidos, cuando artistas del exilio cubano alentaron su crecimiento.
Su estilo se centra en formas curvas influenciadas directamente por Antoni Gaudí, el renombrado arquitecto catalán al que considera su mentor espiritual.
“La línea recta pertenece al hombre, la curva a Dios”, afirmó AGalban, citando su frase favorita de Gaudí. “Las figuras curvas me siguen, aunque no las planee. Son parte de mí”.
Su técnica mixta incorpora óleo, acrílico, pastel, tinta, aerosol, agua y elementos orgánicos, fusionando estilos eclécticos con simbolismo emocional, y rompiendo con la rigidez académica.
“No puedo pintar sin emoción”, dijo. “Trabajo en series y siempre duermo en color. A veces me despierto en plena madrugada con una forma en la cabeza”.
Homenaje a Gaudí
La exposición itinerante Sacred Pilgrimage: Gaudí and Galban nace de una experiencia transformadora durante la cuarta visita de AGalban a la Sagrada Família de Barcelona. Mientras atravesaba problemas cardíacos, descubrió dimensiones espirituales en los detalles escultóricos de la basílica que antes le habían pasado desapercibidas.
“Físicamente me sentía fatal, pero fue el momento de mayor claridad. Ahí fue cuando vi todo realmente”, recordó.
Esa revelación inspiró un homenaje de 12 exposiciones —un número simbólico que remite a los apóstoles, los signos zodiacales y los meses del año.
“Gaudí era profundamente católico. El número 12 atraviesa toda su obra”, explicó AGalban. “Esto no se trata de mí, se trata de él. Mi pintura es gaudiniana: curva, redonda, emocional. Y muy colorida”.
Peregrinaje sagrado: contemplación colectiva
Tras su estreno en Clearwater en la iglesia Peace Memorial Presbyterian, la exposición viaja a Tampa, Largo y St. Petersburg, con la esperanza de concluir en Barcelona en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Gaudí y la finalización prevista de la basílica.
Cada sede —iglesias, centros comunitarios, galerías— alberga eventos paralelos como el panel The Art of Architecture sobre diseño y espiritualidad, además de sesiones de micrófono abierto para fomentar la participación del público.
Las obras reinterpretan las esculturas exteriores de la Sagrada Família a través de una mirada contemporánea.
“La gente entra a la iglesia y se deslumbra con los vitrales, pero afuera está toda la historia: la crucifixión, la resurrección, las Marías”, dijo. “Casi nadie las ve”.
Técnica, materia y emoción
Trabajando en formatos grandes de hasta 60 por 48 pulgadas, AGalban sintetiza técnica, espiritualidad y geometría utilizando catenarias —curvas arquitectónicas que Gaudí extrapoló de la naturaleza.
“La catenaria es esa curva que forma una cadena colgada por los extremos. Es simple pero poderosa”, explicó.
Muchas composiciones incluyen ese arco natural en rostros, fondos o trazos simbólicos. Su obra más emblemática retrata a Gaudí rodeado por curvas sagradas que se transforman en símbolo y estructura.
“Casi todos mis rostros tienen una mitad ausente. En el caso de Gaudí, coloqué las catenarias en esa mitad faltante. Es como si él fuera su propia basílica”.
El proceso creativo de AGalban es nocturno, intuitivo y musical —pinta al ritmo de Joaquín Sabina, saltando de un lienzo a otro.
“La curva no termina nunca. Pertenece a Dios. Todo lo que es curvo es eterno”, afirmó.
Una visión cultural
Más allá de la exposición, AGalban sueña con fundar un centro cultural que sirva de refugio creativo para artistas emergentes, especialmente dentro de la comunidad latina.
“No quiero un espacio para celebridades. Quiero ayudar a quienes recién empiezan, a los que no tienen nombre”, dijo. “La mayoría de las galerías son elitistas”.
Su visión incluye exposiciones mensuales, selección abierta de artistas y formación estética. Con los curadores Tarin Mohajeri y Antonio Permuy, busca crear un espacio inclusivo y dinámico.
“Creo que el arte salva. Salva el alma”, dijo AGalban. “El arte no es un producto. Es un lenguaje simbólico, emocional, estético y espiritual —una herramienta para entender quiénes somos y quiénes podemos llegar a ser”.
Como Gaudí, AGalban concibe el arte como un acto de fe, un puente entre lo visible, lo sagrado y lo eterno. Sus formas curvas no siguen la lógica humana sino la intuición divina revelada en cada detalle.
“La línea recta representa la lógica, la razón, la rigidez”, explicó. “La curva abunda en la naturaleza —en las conchas marinas, las ramas de los árboles, las olas del mar. Para Gaudí, la naturaleza era la gran obra maestra de Dios”.
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El alcalde de Clearwater, Bruce Rector, con el artista AGalban y su esposa, Rebecca Lauren, en la recepción de apertura del 25 de junio en el Memorial de la Paz.
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Si vas
The Art of Architecture – Panel Discussion
Parte de la exposición Sacred Pilgrimage: Gaudí & Galban Art Exhibit
Cuándo: viernes 8 de agosto, 6 p.m.
Dónde: The Portico, 1001 N. Florida Ave., Tampa
Más información: @gaudiandgalbanexhibit, AGalbanfineart.com, 727-642-9040