TAMPA — La exposición “Land Land Land” en el Florida Museum of Photographic Arts (FMOPA) sirve como una ventana a las profundidades culturales y espirituales de las tradiciones afrocubanas, a través de la obra del fotógrafo José Ney Milá Espinosa.
Abierta al público hasta el 16 de febrero, esta muestra ofrece un viaje a través de los intrincados rituales que conectan el pasado y el presente de Cuba, transmitidos mediante imágenes cargadas de simbolismo y autenticidad. Milá invita a los espectadores a reflexionar sobre los límites entre lo espiritual y lo terrenal, capturados en una narrativa visual que rechaza la artificialidad.
Nacido en La Habana en 1959, Milá se ha consolidado como una referencia en la fotografía documental y artística. Su carrera abarca desde su formación como dibujante y diseñador en la Cuba de los años 70 hasta su exploración de procesos químicos y narrativas visuales en Estados Unidos. Esta exposición destaca su inmersión en historias humanas y espirituales esenciales para comprender la experiencia cubana.
El recorrido de un observador del tiempo
Milá comenzó su carrera fotográfica en La Habana a principios de los años 80, influenciado por su pasión inicial por el dibujo y la pintura.
“Llegué a la fotografía a través de mi tío, quien era un profesional en el campo. Él me enseñó los secretos del laboratorio y cómo colorear imágenes en blanco y negro”, recordó el artista. Sin embargo, su trayectoria fue interrumpida por el servicio militar obligatorio, que retrasó su desarrollo artístico hasta sus 20 años.
Con una cámara en mano, Milá comenzó a documentar la vida cotidiana en Cuba. “Siempre me ha atraído lo cotidiano, aquello que podría parecer insignificante pero que revela la esencia de un momento histórico”, dijo el fotógrafo.
Su enfoque intuitivo y su habilidad para seleccionar cuidadosamente sus temas surgieron en un contexto de escasez, donde cada toma era un acto deliberado. Esta sensibilidad, que combina lo antropológico con lo poético, lo acompañaría a lo largo de su carrera.
En 1995, Milá emigró a España, donde perfeccionó su oficio como fotógrafo de prensa y dominó los procesos químicos en la fotografía analógica. Tras 15 años en Europa, se mudó a Florida en 2010, dedicándose a capturar eventos sociales y explorar temas relacionados con la migración y la espiritualidad.
La tierra como metáfora y elemento central
La serie “Land Land Land” ejemplifica cómo la fotografía de Milá se conecta con tradiciones afrocubanas como la santería y el kimbisa. Estas religiones, profundamente arraigadas en la cultura cubana, le ofrecieron una ventana única a rituales que a menudo permanecen ocultos al público.
“Tuve la fortuna de que me permitieran fotografiar momentos íntimos de estas ceremonias. Es inusual, ya que suelen ser eventos muy privados”, compartió el artista. Las imágenes capturan el simbolismo de los rituales, como el uso de tierras de colores y vestimentas que representan a los orishas, así como la profunda conexión entre los participantes y el entorno natural.
A pesar de no tener afiliación religiosa, Milá se describe como una persona espiritual. “Me interesa comprender y respetar las creencias de los demás sin sentirme limitado por dogmas”, explicó. Esta perspectiva le ha permitido acercarse a estas tradiciones con sensibilidad y autenticidad, evitando tanto el romanticismo como la crítica.
El título “Land Land Land” alude a la importancia de la tierra en las ceremonias afrocubanas y su significado más amplio como símbolo de identidad, pertenencia y memoria.
“La tierra es fundamental en estas prácticas, ya que representa la conexión entre los vivos y los muertos, entre el pasado y el presente”, explicó Milá.
En sus fotografías, la tierra aparece como un componente esencial en ofrendas y rituales, reflejando la herencia africana de Cuba y las profundas raíces de estas tradiciones en el paisaje cultural de la isla. Este enfoque temático también resuena con las experiencias migratorias del propio artista, quien ha vivido en tres continentes, cada uno dejando una marca indeleble en su obra.
De lo cotidiano al reconocimiento internacional
Milá comenzó a desarrollar su fotografía personal en la década de 1980, alejándose de la fotografía de prensa para explorar narrativas cotidianas.
Este enfoque lo llevó a capturar momentos espontáneos y a desarrollar un estilo que valora la intuición sobre la composición meticulosa.
“A veces disparo la cámara sin pensar demasiado, dejando que la intuición guíe mi ojo”, reveló. Esta filosofía se refleja en su habilidad para encontrar belleza y significado en escenas aparentemente mundanas.
A lo largo de su carrera, Milá ha participado en más de un centenar de exposiciones y ha recibido numerosos premios internacionales. Sus obras forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, como el Museum of Fine Arts en Houston y el Fotografie Forum Frankfurt.
“Es gratificante saber que mi trabajo ha sido apreciado por instituciones tan prestigiosas”, comentó el artista.
La evolución hacia lo digital
Aunque comenzó su carrera en la fotografía analógica, Milá abrazó la transición a lo digital como una oportunidad para innovar y adaptarse.
“La fotografía digital me permitió trabajar en ambientes bien iluminados, pasar más tiempo con mi familia y reducir mi dependencia de los químicos del cuarto oscuro”, afirmó.
Esta evolución tecnológica también ha ampliado sus posibilidades creativas, permitiéndole explorar nuevos medios y técnicas sin abandonar su enfoque documental.
INFO BOX
“Land Land Land”
Dónde: Florida Museum of Photographic Arts (FMOPA), Tampa, Florida. 1630 E. 7th Avenue, Ybor City, Tampa.
Cuándo: Del 14 de enero al 16 de febrero.
Tickets: Gratis para miembros del museo y niños menores de 8 años. $12 para adultos; $10 para estudiantes, militares y personas mayores.
Horarios: Martes, miércoles, viernes, sábado y domingo: 10 a.m. a 5 p.m. Jueves: 10 a.m. a 7 p.m. Cerrado los lunes.