Las relaciones afectivas con los niños son muy importantes. En mi opinión los hace sentirse más seguros de sí mismos, ser más independientes y tener más empatía hacia las otras personas. Posiblemente es porque les da seguridad saber que sus padres están ahí para apoyarlos y darles ánimo afectivo y aprenden a compartir lo que reciben.
El ser cariñoso con nuestros hijos no significa ser permisivos o no establecer reglas. Pero no todo puede ser disciplina. En realidad, yo siento que la disciplina solo se debe usar en algunos momentos necesarios. El resto del tiempo debemos mostrarles a nuestros hijos el mundo y cómo interactuar con los otros con respeto a través del amor.
El otro día alguien me preguntó si estaba triste porque los trillizos ya estaban a punto de cumplir tres años y es una etapa en la que no quieren que los toquen mucho. La verdad no me sentí identificada de ninguna manera con la pregunta. A mis pequeños les encanta que mamá, papá y sus allegados los abracen, los besen.
Además, con una moderación, impuesta por mi, les gusta también que los alcen. La moderación es en realidad porque prefiero criar a niños cariñosos, pero independientes. Por ahora puedo decir que me está yendo bastante bien. Porque, aunque algunas veces el pequeño A se queja porque es bastante vago para andar y quiere que lo carguen, él y todos entiende que tienen que caminar y hacerlo cerca de mamá o la persona que esté a cargo de ellos. Por supuesto esto no es algo que logro solo a través del amor, es uno de esos momentos en que la disciplina es importante.
Pero en mi experiencia es mucha paciencia, juegos y cariño lo que necesitan los niños en general. Con cariños y juegos los niños entienden mucho mejor sobretodo si practicamos el juego de la imitación. A los niños les encanta demostrar que ya no son bebés y les fascina imitar a los adultos y ser como sus padres.
Por eso es bueno que el ejemplo que le demos a seguir a nuestros pequeños es el de la afectividad y empatía. Eso los llevará a respetar, amar y apreciar a las otras personas. Alguien que se siente amado y puede percibir el cariño de sus padres es alguien que tiene alta posibilidades de ser una persona feliz que pueda contagiar a los otros con su positivismo. Muchos hemos escuchado que una niñez feliz lleva a que seamos adultos felices. Aunque no creo que lo garantice siento que en gran medida ayuda.
Madres, padres, tías, tíos, abuelas, abuelos, madrinas, padrinos y familia postiza por eso no tengamos miedo de mostrarle nuestro amor y sentimientos a nuestros pequeños. Demuéstrenle su amor para que así ellos también se sientan influenciados a demostrar sus sentimientos y puedan ser seres humanos transparentes que no tengan temor al rechazo o a ser diferentes porque saben que siempre tendrán a alguien que los quiera y los aceptan como son. Todos somos distintos y todos tenemos el derecho de amar y ser amados, así que mostrémosles a nuestros hijos el camino de la afectividad y el amor.
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