Por Patsy Sánchez
Especial para CENTRO Tampa
Todos los días es el día de la salud mental sino pregúntale a un familiar de alguien con una discapacidad o enfermedad mental. Y aunque aún sigue siendo tabú hablar sobre el tema sólo lograremos entenderlas y tener más compasión si aprendemos más sobre ellas.
Discapacidad cognitiva moderada
“Donde está mi mamacita?”, así comienzan la mayoría de los días de DJ Sergio. Sergio fue diagnosticado, más de 50 años atrás, en Cuba cuando mi mamá notó que su aprendizaje escolar era lento y dificultoso.
Con los escasos recursos y conocimientos sobre la salud mental de aquellos momentos, mi mamá emprendió la tarea de que mi hermano viviera una vida lo más normal posible rodeado de amor, compresión y apoyo.
Sergio participó en las mismas actividades que yo. Fuimos a la escuela juntos hasta el cuarto grado. Aprendió a leer, escribir y comprender conceptos básicos de matemáticas. Yo era su protectora cuando mi mamá no estaba con nosotros, en la escuela y en la cuadra cuando jugábamos con los niños del barrio.
Mi hermano tuvo una infancia básicamente normal. Vivió nuestro éxodo a Estados Unidos igual que yo. Se engrandecía antes los momentos más difíciles. Por aquellos tiempos a mami le aterraba que el gobierno cubano le hiciera preguntas que sabíamos eran capaces de hacer como, “¿Sabes que tus padres te quieren sacar de Cuba? No podrás ver más a tus amiguitos. ¿Tú quieres irte?” Por suerte no sucedió.
En el País de los Ciegos el Tuerto es Rey
Aquí, fue diagnosticado con una discapacidad cognitiva moderada e inscrito en LaVoy Exceptional Center, una escuela de educación especial. Curso hasta el doce grado. Fue escogido como el ‘prom king’ y era maestro de ceremonias para cualquier evento. Se enorgullecía de su responsabilidad de servir de guía para los estudiantes no videntes.
Cuando Sergio se enfermaba se quejaba de no poder ir a la escuela. “Mami, no puedo faltar. ¿Quién va a llevar a los niños que no ven a la cafetería a almorzar?”, decía.
DJ Sergio
Comenzó a trabajar en un 7-Eleven guardando el hielo en sus gigantescos congeladores, limpiando ventanas, y haciendo café. Se tomaba su trabajo muy en serio y seguía todas las instrucciones al pie de la letra. Un día un vecino que pasaba por allí lo vio y lo saludo. Sergio ni se dio por enterado. El vecino le comentó lo sucedido a mi mamá.
“A mí me dijeron que mientras trabajaba no podía hablar con nadie, mamita”, le respondió Sergio.
Él No faltaba a trabajar nunca preocupado por quién haría el café. Trabajó también para un Goodwill, limpiando los pisos y baños. Él quería más. Quería aprender a utilizar la caja registradora. Fue la música la que le dio una oportunidad para convertirse en DJ Sergio y repartir felicidad. Mientras acompañaba a mi padre a sus actividades masónicas en la Logia José Martí logró que le dejaran llevar su equipo de música. Luego hizo lo mismo para las Sacerdotisas, Los Caballeros de La Luz, Club Rotario de Tampa West y West Tampa Sherife Association. Estos últimos auspiciaban eventos de Navidad para personas con discapacidades en el McDonald Training Center y Sergio servía de DJ. La administración de McDonald Training Center quedó tan impresionada con él que le pidieron que amenizara una fiesta al mes. “Llegó DJ Sergio!”, exclamaban con alegría cuando Sergio llegaba con su equipo, luces, bocinas y micrófonos. En un abrir y cerrar de ojos, Sergio montaba su equipo y empezaba la fiesta.
“Estas fiestas si me gustan porque todo el mundo baila”, decía Sergio.
Yo soy testigo que allí había brincos, gritos, risas, y alegrías por doquier. No importaba que canción sonaba, ni si sabias bailar o no, lo importante era el momento. Era una alegría contagiosa interrumpida solamente por la voz de Sergio el DJ preguntándole a su público si la estaban pasando bien. Así surgieron otras invitaciones por parte de organizaciones como Angels Unaware, y otros eventos comunitarios para ayudar a víctimas de abuso doméstico, huracanes y otros.
1500 Figuras de Acción
Sergio se convirtió en fan de la lucha libre y comenzó a colectar figuras de acción de todos los luchadores famosos. Lo llevé a varios espectáculos de lucha libre profesional. Escogí uno que fuera mi favorito: el Enterrador. A él le gustaban todos, pero sobre todo Rick Flair. Se hizo amigo de los dependientes de la juguetería KB Toys y los llamaba para averiguar qué nuevo luchador habían recibido. Cuando KB Toys cerró, lo invitaron a la tienda para regalarle lo último que quedaba de las figuras. Él les llevo un cake, y les hizo una fiesta. Su colección actual de figuras es de más de 1500 y Sergio se sabe el nombre y el estilo de lucha de cada uno.
Que Debemos Saber
· 61 millón de adultos en Estados Unidos viven con una discapacidad.
· 1 de cada 6 hispanos
· Muchas discapacidades son invisibles
· Las enfermedades mentales y la discapacidad afectan a toda la familia.
· Todos en algún momento desarrollaremos una discapacidad – 2 de cada 5 personas mayores de 65 años tiene una discapacidad.
Vivir con una persona con discapacidad o enfermedad mental conlleva sacrificios, paciencia, compasión, y amor. Hablemos de cómo estás enfermedades y discapacidades afectan a las personas y a sus familias. Las enfermedades mentales y discapacidades son un asunto de todos.
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Patsy Sánchez
Patsy Sánchez tiene una licenciatura en Psicólogía y fue Mujer Hispana del 2016. La columnista va a escribir perfiles regularmente para CENTRO Tampa y la sección se llamará ‘Esquinita 813′.
Para escribirle a la autora: patsysanchezfl@gmail.com