CENTRO Tampa
TAMPA - Odalys Marino es diseñadora de moda con una tienda en Tampa.
Hace años Cuba es el eje de su trabajo y la libertad es su inspiración.
“Salí de Cuba hace varios años, pero nunca me desconecté de la realidad de la vida allí”, dijo Marino, de 59 años. “Necesitamos un cambio real”.
Marino, madre de dos hijos adultos que abandonaron la nación isleña hace 26 años, crea prendas para mujeres que incorporan los paisajes de Cuba, el emblema nacional y los ideales del poeta y revolucionario José Martí.
“Siempre he sido una ferviente defensora de la libertad y los derechos que se les niega a todos los cubanos en la isla”, dijo Marino. “Por eso me siento feliz y honrada de mostrar mi solidaridad con las voces de la libertad”.
Presentó la línea en 2017. Ahora, con la lucha económica que renueva los llamados a la democracia en la Cuba comunista, sus diseños adquieren una nueva urgencia. Añadió una camiseta con el mensaje “Cuba libre”.
La gente en Cuba está agotada por el falta de libertad, el aumento de precios, la escasez de alimentos, medicinas y electricidad, y por una explosión en el número de casos de coronavirus. Además, las restricciones de la era Trump han reforzado el costo económico en Cuba de un embargo comercial y de viajes de Estados Unidos que se ha extendido por seis décadas.
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Un vestido diseñado por Odalys Marino con el escudo de armas cubano y las palabras
“Nadie puede decirme que las afirmaciones de la gente son una exageración”, dijo Marino. “Son reales y duelen”.
Entre sus diseños se encuentran una colección de blusas con la imagen de Martí y fragmentos de su libro de poesía Versos Sencillos. Otros diseños presentan una Habana sufrida en blanco y negro, con monedas de la libertad cubana y el centro histórico de la ciudad.
Eva Longoria, Gloria Estefan y otras celebridades hispanas son fanáticas de su trabajo, dijo.
“La respuesta fue muy positiva. Y el mensaje se difundió. La Habana está de luto”.
El disidente cubano George Fernández, de 61 años, de Temple Terrace, elogió a Marino por su patriotismo y por llamar la atención del mundo sobre la situación en la isla.
“Su arte envía un fuerte mensaje de libertad y solidaridad por la democracia”, dijo Fernández.
Marino vivió más de la mitad de su vida en Las Tunas, al este de la isla, donde estudió economía y trabajó como contadora en la sucursal principal del Banco Nacional de Cuba.
Su facilidad con los números y su habilidad para organizar cuentas contradecían el amor por la costura que heredó de su madre, Noraida González, una modista autodidacta.
“Ella fue mi verdadera guía y mentora”, dijo Marino.
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La diseñadora Odalys Marino muestra una pieza de su colección, llamada Havana Grieving o Habana de Luto, en Nory's Design Boutique en Tampa.
Las dos mujeres escaparon de la opresión de la vida en Cuba a través del arte y de las horas que pasaban juntas en casa, creando lo que podían con materiales limitados.
“Entre mis primas y la familia, yo era la costurera y estilista de las niñas y mis muñecas, porque las arreglaba todas”, dijo.
El padre de Marino, Ramón, era mecánico. Durante la revolución de Castro, perdió una gasolinera y un taller. Pero le enseñó a su hija perseverancia y amor por el trabajo duro.
“A pesar de todos los problemas y la escasez, nunca nos sentimos derrotados”, dijo Marino. “Esa fuerza me ayudó mucho cuando salí de Cuba”.
Marino emigró a Estados Unidos en 1997, a los 35 años y madre de dos gemelos José Rafael y José Ramón Loreido, de 15 años en ese entonces.
La familia de la diseñadora vivía en las afueras de Queens, Nueva York, en un apartamento pagado al principio con la ayuda de organizaciones benéficas católicas.
Marino pensó en lo que podía hacer para ganar más dinero. Pero ya tenía tres trabajos: limpiar oficinas, ayudar en un salón de belleza y fregar pisos en un restaurante por $ 5 la hora.
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Marino en la portada de De Mode magazine en su local Nory's Design Boutique.
“Fueron tiempos muy difíciles para nosotros porque apenas teníamos lo suficiente para comer”, dijo Marino. “Con esos cinco dólares me gustaba comprar pollo y cuatro latas de garbanzos para que mis hijos pudieran ir al colegio con algo caliente en el estómago”.
Una vez que Marino tomó el control de su propia vida y sus hijos se convirtieron en adultos, cambió su atención al diseño y creación de ropa. Se mudó a Tampa en 2000, pero no fue hasta 2015 que presentó su primera colección de vestidos: “Mi Tierra”, una línea juvenil inspirada en el este de Cuba.
Al año siguiente, abrió Nory’s Boutique en 4023 W. Waters Ave. El nombre honra a su madre.
Una buena amiga de Marino, Asenaida Vélez, la ha visto crecer como artista y como patriota.
“Es una mujer incansable y totalmente dedicada a su oficio”, dijo Vélez, de 58 años, de Tampa. “Ella es tan única como sus diseños”.
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Detalle de unsblusa diseñada por Odalys Marino que forma parte de su colección Versos Sencillos de Jose Martí.