Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
¡Amados Hermanos de Luz!
¡Bienvenido Diciembre! Duodécimo y último mes del año, tiene 31 días.
Hemos llegado al final, la última vela se apagará en instantes. En el calendario romano, significa que es el décimo mes, pero en el nuestro es el último y con este mes se cierra el año. No debe ser como muchos dicen: “Un año más”, sino un año menos en la historia de nuestra vida y posibilidades que Dios nos concede de trescientos sesenta y cinco días.
Apreciado amigo lector y hermano, al descubrir nuevamente el telón de los días que han pasado, podríamos decir como el rey David: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, de manera que traigamos al corazón sabiduría” (Salmo 90: 12).
Aprendamos que el valor del mes de diciembre es la paz
La paz, no significa solo la ausencia de conflicto, implica el vivir de tal modo que los conflictos puedan ser superados en el marco de la convivencia fraterna y respetuosa.
La paz es un espacio de encuentro y un tiempo de relaciones humanas gozosas. No es solo ausencia de guerra, ni significa ausencia de conflictos. Convivir en tolerancia y armonía puede suponer un conflicto continuo, pero es positivo en el sentido que es una derrota continuada de la violencia. Las relaciones humanas son siempre conflictivas y la superación pacífica y positiva de estas situaciones es precisamente la forma de convivencia armónica de las distintas culturas, pueblos, religiones, sexos, razas y demás diferencias que puedan servir de excusa para la división, el antagonismo, el odio o la incomprensión.
Sobre los ángeles sabían ustedes que cada temporada del año y cada mes tiene su ángel propio especial. Estos ángeles nos ayudan a aprender de la naturaleza las lecciones particulares e interioridades que cada temporada.
El ángel de diciembre es un ángel de generosidad.
Él celebra con nosotros este tiempo de dar regalos a todas las criaturas salvajes y a todos los hijos de Dios. El ángel de diciembre nos guía a unir nuestras manos con personas de todas las razas y religiones, reconociendo a todos, compartimos la responsabilidad de repartir alegría y salud en la tierra.
Inspirados por el ángel de diciembre podemos celebrar esta temporada de hermandad haciendo una acción de amor cada día de diciembre... tratando de dar calor y luz en otra vida. Con la promesa de cada día por un mundo mejor.
Con todo mi amor les dejo del Oráculo de los Ángeles este mensaje: La bendición.
Bendecir es una expresión de amor y júbilo interior. Para crear felicidad en nuestra vida debemos sembrar felicidad y una de las formas de hacerlo es a través de la bendición. Irradia bendiciones y regresarán a ti multiplicadas. ¡Amen!
Bendiciones para todos.
Para escribirle a Raquel: alquimiaesp1@hotmail.com