Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
! Amados Hermanos de Luz!
Les quiero compartir algunas reflexiones del libro El Caballero de la armadura oxidada, una fascinante obra de Robert Fisher, guionista y dramaturgo estadounidense.
El libro nos recuerda que también nosotros tenemos la misión de hallar nuestro propósito, pero antes tenemos que liberarnos de nuestras armaduras.
La trama de esta obra nos trae a un caballero muy singular. Estamos ante un hombre a simple vista admirable: valiente, hace (en apariencia) nobles acciones y es generoso… Ahora bien, no tardamos en darnos cuenta de algo: Vive tan hechizado por el brillo de su propia armadura que no sabe apreciar lo que tiene.
Su ceguera llega hasta tal punto que es Incapaz de valorar nada más que sus propias virtudes, un día percibe algo bien singular: su armadura deja de brillar; se está oxidando. Cautivo de sí mismo, se lanza a un viaje de iniciación espiritual y transformación donde liberarse de múltiples barreras. Es entonces cuando a través de originales personajes y experiencias, nos deja grandes aprendizajes.
Lo que hay debajo de nuestra armadura
Este personaje era capaz de librar feroces batallas para hacer frente a todo lo que él consideraba malvado. Sin embargo, en ningún momento tomaba conciencia de ese enemigo que tenía en su interior, de ese dragón enfurecido que tenía atrapado a su auténtico “yo”.
El desahogo emocional.
“Solo las lagrimas de auténticos sentimientos te liberaran de tu armadura”.
El reconocimiento de las propias necesidades y la toma de contacto con esas emociones atascadas en nuestro interior, son el primer paso para librarnos del peso de nuestras armaduras. Para retirar ese óxido y brillar de nuevo, nada mejor que oxigenar espacios, que desahogar tensiones, llorar…
Tomar conciencia de lo que es importante.
Esta es una de las frases del libro El caballero de la armadura oxidada que más deben invitarnos a la reflexión. Nuestro caballero surca territorios, países y reinados para hacer el bien. Salva, defiende, protege y lucha contra (lo que él considera) que es la maldad. Ahora bien, este personaje ha llegado a alimentar un amor más grande por su propia armadura que por su familia.
El aquí y ahora.
Apreciar el momento presente, ser receptivos a lo que nos envuelve es un modo de tomar conciencia de lo que tiene auténtico valor. Situar la mirada en el propio ego, en lo que hicimos ayer o haremos mañana, oxida aún más nuestras armaduras. La auténtica luz se encuentra en el momento presente, ahí donde están nuestras oportunidades, ahí puede estar nuestra felicidad.
El amor por uno mismo
Hay un momento en el libro donde el caballero no lo resiste más. Ha avanzado tanto en el bosque de su inconsciente que solo piensa en huir, en volver con su familia. Ahora bien, más tarde se da cuenta de algo: aún no puede volver porque no sabe cuidar de sí mismo. Alguien que no sabe atenderse y que no se ama, difícilmente podrá amar a los demás como se merecen.
El silencio como canal de escucha
Esta es otra de las frases del libro El caballero de la armadura oxidada más interesante. En la obra el propio caballero debe confrontarse con el dragón de sus pensamientos en medio de la soledad y el más riguroso silencio. Tal situación no es cómoda, porque hay demasiados ruidos mentales, y además, están sus corazas inconscientes, esas que le impiden acceder a su auténtico ser para vencer al falso yo…
Romperlas para esclarecer sus necesidades, y abrazar a su auténtico ser es algo que logrará en ese escenario de silencio. Ahí donde no hay más opción que escuchar.
Confundir amor por necesidad
Otra enseñanza que nos deja este libro es la importancia de saber diferenciar la necesidad y el amor. La necesidad significa requerir de la otra persona para que la vida tenga sentido. En estos casos, se utiliza al otro para llenar las propias carencias, que son producto de la inseguridad, la falta de amor propio y la angustia.
De esta forma, la persona que necesita a otra busca ser saciada a través del otro y, cuando no cumple con las expectativas, entonces sufre. Amar a alguien, en cambio, es aceptar al otro tal cual es. El amor es libre, es desapego, es buscar el bienestar del otro y disfrutarlo.
Bendiciones.
Para escribirle a Raquel: alquimiaesp1@hotmail.com