Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
¡Amados Hermanos de Luz!
La educación es un bien social de inmensos retos.
La educación ha sido siempre para mí materia prioritaria por mi experiencia como humanista, educadora y artista.
Mas allá de la alfabetización, de grandes textos educativos para las diferentes inquietudes de conocimiento profesional es esencial una educación básica capaz de abrir caminos de alcances inmensos por el bien de la humanidad.
¡Caminos iluminados de esa luz interna que irás aprendiendo a dejarte guiar!
(Es importante dejar claro que educación no es solamente pasar por grandes libros, es conocer más allá de sus líneas de aprendizaje).
La educación elemento primordial de marco mundial, ocupa un lugar central en nuestros esfuerzos para adaptarnos al cambio y transformar en bien el mundo en que vivimos. Esa formación permite saber reconocer nuestro espacio, deberes, haberes y posición social digna.
Siempre los tiempos turbulentos que hundido a la humanidad en terribles caos humano. Hoy contamos con la comunicación esa tecnología que requiere ser atendida como aliada para el bien mundial.
Como sociedades estamos más conectados que nunca, opción que nos permite aumentar nuestras aspiraciones y fomentar los derechos humanos de manera honesta. Es una forma de renacimiento tecnológico que rejuvenece y pone a trabajar nuestra mente.
La intolerancia, las incomprensiones y confusiones destruyen a todo nivel y tienen un porcentaje en el desconocimiento que existe de lo que somos como seres humanos de educación existencial.
Cada día aparecen grupos de manera indiscriminada creando “poderes” con el fin de crear odios, divisiones y confusión entre otros males. De allí que la educación sale como bastión de conocimientos contra estos males.
Somos habitantes de un planeta perfecto de un contexto natural capaz de inspirar las más hermosas obras de bien. Tenemos las posibilidades de crear un desarrollo sostenible, aun con dificultades complejas.
Los movimientos políticos, religiosos, sociales desviados hacia intereses no propios de una existencia digna como seres humanos quedarían al desnudo aún mas con un mundo educado, capaz de saber discernir y fijar posiciones sobre la existencia y sus simples, pero necesarias necesidades.
¿Idealismo? ¿Surrealismo? Lo cierto es que la educación es una fuerza transformadora, poderosa y necesaria.
¿Qué cambiará al mundo? En cada uno hay un mundo capaz de alcanzar más y sentir que es posible conocer el entendimiento y la tolerancia. ¡Si dejamos de ser tóxicos habrá menos seres tóxicos y sentiremos el bálsamo de la vida!
Bendiciones.
Para escribirle a Raquel: alquimiaesp1@hotmail.com