Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
“Hay caídas que sirven para levantarnos más sabios y felices” — William Shakespeare.
A menudo me preguntan cómo pueden diferenciar entre frustración, desilusión ¿ese no sé qué?
Frustración es un sentimiento natural de decepción o fracaso que sentimos ante un deseo no alcanzado o inesperadas emociones tóxicas de nuestros semejantes.
Debemos aprender a superar ese sentimiento y no hacerlo tóxico.
Comenzaré por compartirles que no hay mejor estado de vida que ese cuando podemos estar solos. Esto no se traduce en que no podemos estar con otras personas y compartir.
Los momentos de soledad los podemos escoger y utilizarlos para revisarnos, conocernos, hacer lo que nos gusta hacer y esto nos proporciona un relajamiento y alcance espiritual de esa manera podemos valorar lo que realmente vale la compañía.
Algo que siempre recomiendo es un sincero reconocimiento de lo que somos y queremos lograr, ese el primer paso para concretar una tranquilidad en la existencia. No le temas a la soledad o bien porque la has elegido o porque es la que te está tocando vivir.
Conocer el espacio donde creemos que debe estar la otra u otras personas sin sopesar la importancia que esto es muy recomendable. Por supuesto, comenzando por nosotros mismos.
En algunos casos podemos sentir frustración lo cual es lógico cuando ponemos expectativas en personas, proyectos, etc. En estos casos debemos aprender la tolerancia a la frustración y erradicarla para no hacerla crónica. ¿Y saben cómo?
Logrando cada día una solida convicción propia y hacia los demás. Somos diferentes como seres humanos con emociones y creencias diferentes.
La frustración es muy tóxica, hay que vacunarse con unas inmensas ganas de seguir adelante sea cual fuere el caso. Levantarnos ver el camino y continuar fortalecidos en la vida, que es un camino por seguir además corto.
Nada de resentimientos u otros sentimientos negativos que disminuyen la existencia. Aprende a ser más grande que cualquier desilusión. En el camino de la vida hay tantas cosas hermosas que ver y escuchar. Por ejemplo, el oleaje del mar o el canto de Pajarito o la luna en todo su misterio.
Recuerden cada día es nuestro, sin olvidarnos que otros también así lo creen, aunque viajen en otros vagones que nos pueden parecer equivocados... dejemos que el tren siga su curso y mantengámonos activos espiritualmente en los vagones donde hay más gente y por qué no otras expectativas.
Lidera tu propia existencia dejando a cada uno que aprenda a vivir la suya.
La dignidad nos coloca en la posición de reconocer a los falsos, a los trepadores, a los de comiquita, que son felices como son. Pero que con nuestra inteligencia nos vamos apartando, evitando así que nuestra evolución diaria no se convierta en involución.
Y no es cuestión de menospreciar, ellos son como son es una cuestión de muchas aristas. Pero la conciencia no se engaña y en ocasiones esa misma conciencia reclama correctivos en nuestras vidas y todo ser humano tiene la oportunidad de aprender a vivir en este tan complicado mundo
Quien no oye a su corazón no conoce la conciencia. Nuestro corazón es la puerta de nuestra vida y el nos guía así que no hay que vacilar cuando nos comienza a hablar con latidos diferentes.
Para escribirle a Raquel: alquimiaesp1@hotmail.com