Por Raquel Aché
Especial para CENTRO Tampa
El Karma y sus enseñanzas
“Si tenemos deudas que hay que pagar. Si no las hemos abonado, tenenos que llevárnoslas a otra vida para saldarlas. Al pagar las deudas progresamos. Algunas almas lo hacen mas de
prisa que otras. Si algo interrumpe tu capacidad de pagar esta deuda, tienes que regresar al plano del recuerdo y esperar allí hasta que vaya a verte el alma con la que tengas la deuda.
Cuando los dos puedan volver a una forma física al mismo tiempo, se te permitirá regresar, pero el que decide cuando volver eres tú. Tú decides lo que hay que hacer para pagar esa
deuda. Habrá muchas vidas para satisfacer todos los acuerdos y todas las deudas pendientes”. — Brian Weiss, siquiatra experto en regresión.
Aún me falta conocer mucho de otros planos por alcanzar.
Pero este plano sobre el karma siempre me ha llevado a estudios basados tanto en textos como en experiencias que vivimos y de las que hay que aprender, conocer, entender y saldar.
El karma es una oportunidad de aprender a poner el amor y el perdón como práctica en nuestras vidas. Nuestros errores debemos de convertirlos en borrón y cuenta nueva con el buen propósito de nuestra bondad.
Se confunde el Karma tan solo como un simple concepto oriental. Y no es así, es una idea universal de valor espiritual compartido. El karma es una energía trascendente que se genera a partir de los actos de las personas.
Leemos en la Biblia, “se recoge lo que se siembra”. Somos responsables de nuestras acciones: toda acción, pensamiento y obra tiene sus consecuencias inevitables.
Toda manifestación de prejuicio, odio, maltrato, crimen y malas obras hacia personas conlleva a convertirse en un reproductor de Karmas.
Es muy importante conocer que el karma esta relacionado con el aprendizaje de tus acciones mas no como castigo. Estamos dotados de libre albedrío, nexos de amistad y familia. Nos queremos, nos ayudamos, estamos siempre pendientes del otro, pero cuidado, hay casos de odio y hasta de llegar a hacerse y hacer daño.
Su elección errada no es nuestro karma, es una manifestación de su libre albedrío, es un aprendizaje que nos permite dar vuelta y espiar, reparar el o los daños causados, reconocer, aceptar, pedir perdón y saber perdonar.
Cuando nos referimos a saldar deudas, explico, debemos reflexionar y aceptar por muy grande que sea el daño. Se puede sentir arrepentimiento, que es un sentimiento de humildad y amor.
Muchas son las maneras de crear nuestro progreso espiritual. Un alma puede escoger una dedicación especial como acto de amor para guiar, alimentar espiritualmente a otros que a causa de estar pasando momentos difíciles
consideran que una vida dura es un castigo y su resentimiento no les permite alcanzar esa luz divina de misericordia.
El karma no es Bueno ni malo es el producto de tus propias acciones, de ser tus acciones malas se sobreentiende que debes saldarlas o pagarás por ellas en este plano astral o en tu nuevo regreso a buscar la sanidad de tu alma.
Quien nada hace, nada teme.
Bendiciones.
Raquel
Para escribirle a la columnista:alquimiaesp1@hotmail.com