¡Amados Hermanos de Luz!
Ana Maria C. desde Miraflores, Lima, Perú.
Ella escribe: Amiga, maestra Raquel, por favor oriéntame sobre los chismosos, mal hablados y calumniadores.
Mi respuesta: Muchas Gracias Ana Maria! bendiciones. Es importante que tu aprendizaje sea en base a lo contraproducente que puede resultar la actitud de estas personas, de manera que crezcas cada día en luz infinita de vida.
“Quien dedica su tiempo a mejorarse a sí mismo, no tiene tiempo para criticar a los demás” dijio alguna vez Maria Teresa de Calcuta.
Es importante evitar este tipo de agotamiento. No permitirnos escuchar a una persona (s) criticar a todas horas. Ellos viven en un hueco repleto de comportamientos negativos; este tipo de personas (s) causan un malestar negativo por la carga tóxica que generan. Entonces, por favor, es mejor no escucharlas.
En definitiva, las palabras y las actitudes de un criticón -tal cual- nos desgastan de tal manera que la mejor actitud es dejarles hablar por ellos mismos. Cuando se presentan tales situaciones, podemos alejarnos, porque intentar ayudarles es un riesgo por su actitud tóxica.
No hay un indicio más acertado de pobreza emocional y vital que el hecho de que una persona dedique su tiempo y esfuerzo a criticar de mala forma a los demás.
Las personas criticonas, mal habladas, son propensas al chisme e incluso a regar calumnias.
Conozcamos la capacidad que tienen para intoxicar nuestras emociones. Y hasta desequilibrar, tienen una sencilla, fría y calculadora actitud.
Nuestra posición de vida debe ser vivir en paz, protegernos, nuestro espacio físico y psicológico, y demostrar que no pertenecemos a ese plano oscuro.
Es muy común con toda alevosía , descaro sin ningún criterio se expresan en opiniones sobre cualquier circunstancia, persona. Tan a la ligera y, lo que resulta más grave, aseveran como conocedores de lo que expresan. Más grave aún son las especializadas en manejo de redes sociales.
Estas críticas tienen como propósito hacer daño, menospreciar y disfrutar con la preocupación ajena.
La gente que hace esto suele tener tan baja su autoestima que no logra aceptarse a sí misma ni a los demás. Esto explica su facilidad para juzgar y poner etiquetas, lo que solo refleja la realidad de cómo se sienten y su capacidad para proyectar sus propias dificultades emocionales.
La autoestima es una parte fundamental de nuestro bienestar. No permitamos que nos destruyan la nuestra, aquellos que tienen que aprender y la vida se encargará.
En este sentido, vivir en paz no tiene precio, por lo que siempre debemos proteger nuestro espacio físico y psicológico. Realmente los que vivimos en paz espiritual estamos ocupados creando, construyendo, respetando y profundizando nuestro corto tiempo en este erial.
Profundicemos lo importante que es lograr esa luz infinita que nos permita elevar nuestra alma en esencia.
Pensamos, creemos saber hacerlo. Pero nadie es capaz de descodificar el sentir ajeno. Ni con todo sentir y profundidad humanista, espiritual y dedicación con que buscamos orientarnos . Nos cuesta entendernos a nosotros mismos como para saber lo que otros viven, sienten, aprenden o padecen.
Recalco: Es por ello que no debemos darle importancia a lo que personas de oscuridad absoluta puedan juzgar y mal criticar .
Les dejo con esta lección de vida. “Nuestra verdad está en nuestro templo interno, es la más inmensa garantía de nuestra existencia”.
Vivamos creciendo en armonía interna y reconociendo que somos un todo.
Para sanar nuestras propias heridas emocionales debemos alcanzar la paz interna hermosa hasta que nos toque el regreso a casa, a la presencia de Dios. De hacerlo de esta manera debemos tener claro, en primer lugar, que somos personas únicas y excepcionales.
Bendiciones,