TAMPA — Todos los años, Tampa se convierte en el escenario de una auténtica fiesta pirata con el famoso Festival de Gasparilla. Este evento, que es una explosión de diversión, rinde tributo al legendario (y misterioso) pirata español José Gaspar, o como le dicen por aquí, "Gasparilla". Pero atención, detrás de toda la locura de desfiles y collares, se esconde una leyenda que pocos pueden confirmar.
El Festival de Gasparilla, que comenzó en 1904, es una de las tradiciones más queridas de Tampa. Todo arranca con la llegada del barco pirata "Jose Gasparilla II", acompañado por una flota de barcos que llenan la Bahía de Tampa. Los piratas "invaden" la ciudad (de forma simbólica, claro), y con eso se da el pistoletazo de salida a la fiesta.
Cuenta la historia que José Gaspar nació en España en 1756 y, tras un tiempo sirviendo en la Armada Española, decidió que la vida de pirata era más emocionante. Con el nombre de "Gasparilla", este bucanero sembró el pánico en la costa oeste de Florida durante casi cuarenta años, saqueando barcos y acumulando tesoros en su base secreta, la actual Isla Gasparilla. Claro, esto suena genial, pero los historiadores no han encontrado pruebas sólidas de que este personaje existiera realmente. ¿Mito o realidad? ¡A quién le importa cuando hay tanta diversión!
Pero José Gaspar no estaba solo en sus andanzas. Ahí entra en escena Juan Gómez, más conocido como "Juanito Gómez". Este personaje peculiar era un anciano que vivía en una cabaña al suroeste de Florida a finales del siglo XIX, y que, según cuentan, ¡era el hombre más viejo de Estados Unidos en su tiempo! La gente solía visitarlo para escuchar las historias de cuando —según él mismo— era un pirata al servicio de Gasparilla.
Juanito tenía una habilidad especial para contar historias que capturaban la atención de todos los que lo escuchaban, sin importar si eran completamente ciertas o no. Según el portal web El Reto Histórico, Juanito pudo haber sido el artífice —o al menos el gran narrador— detrás de la leyenda de Gasparilla. Y, por lo visto, él pudo haberse inventado —o al menos exagerado— la leyenda de Gasparilla. Se cree esto porque no hay registros previos al siglo XX que mencionen a José Gaspar. Hacia 1900, las historias de Juanito se plasmaron en un panfleto, según señala el portal web El Reto Histórico, y este fue distribuido por la compañía de trenes Charlotte Harbor and Northern Railroad.
Este panfleto, entregado a los huéspedes del Hotel Boca Grande, relataba las supuestas hazañas de Gasparilla y mencionaba la reciente muerte de Juanito Gómez, un dato destacado por El Reto Histórico. En el texto se mencionaba un enorme tesoro enterrado en la isla Gasparilla, el cual nunca ha sido encontrado. La historia, claro, fue todo un éxito turístico y terminó sirviendo de inspiración para el Festival Pirata de Gasparilla, que se celebró por primera vez en 1904.
Algunos historiadores creen que Gómez fue el verdadero genio creativo detrás del mito, tal como lo apunta el histórico sitio web. Con su imaginación y talento para embelesar audiencias, cimentó la figura de José Gaspar en el folclore local. Esto plantea preguntas acerca de cuánto de la historia es realidad o ficción, pero lo cierto es que ha dado origen a una tradición que combina elementos culturales, históricos y festivos en Tampa.

Foto cortesía de El Reto Histórico
Cabaña de Juanito Gómez en una isla cerca de Charlotte Harbor, a unas 60 millas al sureste de la Bahía de Tampa.
¿Por qué Gasparilla es tan genial?
Multitudes al ataque: Más de 300,000 personas se reúnen cada año para ver el desfile principal, uno de los más grandes del país. ¡Imposible no sentirse como en una peli de piratas!
Pequeños bucaneros: Hay un desfile especial para niños, el famoso "Gasparilla Children's Parade", donde las familias disfrutan de una jornada tranquila y mágica.
Lluvia de tesoros: Durante los desfiles, los "piratas" lanzan collares, monedas de plástico y otros tesoros al público. Es una oportunidad para que las familias y amigos disfruten juntos de una experiencia única.
Fiestas piratas: Los bares y restaurantes de Tampa se transforman con decoraciones temáticas, cócteles especiales y mucho ambiente para mantener viva la fiesta toda la semana.
Todos disfrazados: Desde niños hasta abuelos, la gente se viste como auténticos piratas, con parches, sombreros y hasta loros de juguete en el hombro.
Un empujón a la economía: Este evento trae miles de turistas, llenando hoteles, restaurantes y bares. Además, parte de las ganancias se destinan a obras benéficas. ¡Un win-win total!
¿Cómo lo viven los locales?
El tesoro del armario: Muchas familias tienen un baúl especial con disfraces y accesorios piratas que sacan exclusivamente para Gasparilla. ¡Es una tradición heredada de generación en generación!
Tampa se viste de pirata: Las casas y los negocios se llenan de banderas piratas, cofres del tesoro y decoraciones náuticas. Es imposible no contagiarse del espíritu.
Competencias para todos: Desde concursos de disfraces hasta carreras temáticas, hay actividades para todos los gustos, edades y niveles de locura.
Gasparilla no es solo una leyenda, es un espectáculo que une a la comunidad y celebra lo mejor de Tampa con un toque de fantasía pirata. ¿Listo para zarpar? No olvides tu parche y tus collares, porque esta fiesta es de otro nivel.
¡Ahoy, matey! (Esta expresión es un saludo tradicional de los piratas que significa "¡Hola, amigo!" en su jerga marinera).